Manipulación

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Solo ellos se carcajearon por su chiste de mal gusto. Me equivoqué con Gisela, es igual o hasta peor que el hermano a su manera. 

—Y bien — dijo Gabriel acomodándose mejor en la silla—. Lo primero es lo primero — del bolsillo del interior del saco mostró un cheque, el cual puso al frente de mi plato. 

Quedé espantada con la cantidad de números que ahí habían. 

—¿Y eso? 

—Desapareciste por mucho tiempo, así que lo he estado guardando para ti. Esto solo es una pequeña parte de lo que se ha generado en ventas, distribución y reproducción. Esto no es ni la mitad de tus regalías y podrías tener mucho más, si decides trabajar de nuevo con nosotros en este nuevo proyecto. 

—¿De qué proyecto hablan? — indagué.

—Ya no eres una simple escritora, has abierto muchas puertas, destacando en el género de thriller psicológico. Todo lo que escribas será apoyado por ese público que quedó maravillado con tu creación. 

—He decidido seguir adelante con el proyecto que el Sr. Harry deseaba concretar — agregó Adrien.

—Pero tú no estabas de acuerdo con él, ¿por qué tú repentino cambio? 

—Esto nos conviene a todos. Tú única tarea será escribir todo lo que te mostraré con detalles. Cuando finalices el manuscrito, este será evaluado por Gabriel y si se debe ajustar algún detalle se hará. Vas a poder participar en el rodaje, si es que logras impresionar, no solo al público y a mi tío, sino también a mí. 

Esto solo confirma la razón por la cual no se deshace de mí. Me necesita en sus planes, pero sé que, al final, si me niego, seré reemplazada fácilmente, de la misma manera que lo hizo con todas esas mujeres. Eso es todo lo que he sido para él; una maldita marioneta que ha sabido manipular a su antojo. 

La conversación en la mesa se alargó, debido a la exposición de ideas que estaban haciendo entre ellos. Estaban tan entregados en el tema que ni siquiera se percataron del momento en que me alejé. Necesitaba espacio, estar sola, pensar. Algo dentro de mí se sentía fuera de sitio. 

Me encontré con una empleada saliendo de la habitación principal. Bajó la cabeza tan pronto me vio. Las dudas que rondaban mi mente no me dejaban tranquila. 

—No hay necesidad de que bajes la cabeza cada vez que me ves. Cuéntame una cosa, ¿cuánto tiempo llevas trabajando para los Moore?

Levantó la cabeza, en sus ojos vi que no se atrevía a mencionar nada sobre ellos. Todas le tienen pavor a Adrien. 

—Ven, aquí nadie va a escucharnos — la traje a la habitación donde me estoy quedando, esperando que eso le tranquilice lo suficiente como para atreverse a hablar—. No le diré nada a Adrien, solo necesito que me digas cuánto tiempo has trabajado en esta casa.

—Tres años.

—Eso significa que estuviste aquí cuando mi exmarido vino a vivir a esta casa. ¿Escuchaste o viste algo? 

Volvió a ponerse nerviosa, miraba para todas partes, pero no decía nada. 

—Escucha, no voy a hacerte nada malo. Realmente necesito saber qué pasó con mi exmarido cuando estuvo aquí, si estaba en contra de su propia voluntad, si estuvo de acuerdo en ser el amante de Olivia o si había algo más. 

—¿Habla del último amante que tuvo la Sra. Olivia? 

—Sí, el que estaba quedándose aquí, del mismo que les tocó limpiar el desastre de anoche.

—Él le tenía miedo a la Sra. Olivia, sobre todo al Sr. Harry cada vez que lo llevaba a su despacho. Le vi llorar varias veces y me rogó que no dijera nada. 

—¿Y por qué lloraba? ¿Le hicieron algo?

—Lloraba por usted. Se formó un revuelo en la casa cuando se regó la supuesta noticia de que usted había muerto. Fuimos obligadas a regar esa noticia por órdenes del Sr. Adrien.

Sentí una fuerte punzada en el pecho al enterarme de esto, porque Osvaldo estaba diciendo la verdad cuando dijo que me creía muerta, pero no lo escuché bajo el arrebato de la ira y porque estaba influenciada por todo el rencor y odio que sembró Adrien en mí cuando me hizo ver esa grotesca y dolorosa escena. 

Él me manipuló para que acabara con Osvaldo, por eso estaba riendo y disfrutando del espectáculo, sabía que si él existía, sus planes no se podrían llevar a cabo. ¿Cómo puede doler o sorprenderme algo de él? Eso es lo que siempre ha sido, un maldito desgraciado. 

Yo… yo maté a mi esposo, no lo escuché, por más que me rogó. Él quería explicarme las cosas. Si hacía todo esto era por sobrevivir. ¿Cómo pude dudar de él? ¿Cómo pude ser tan idiota como para no darme cuenta de que ese desgraciado fue quien movió las fichas? 

Acabo de comer y el simple hecho de saber que él fue parte de mi comida, me revuelve el estómago. 

Preludio I [✓]Where stories live. Discover now