28

4.7K 333 50
                                    

Katerina

Me encuentro frente a la puerta tres días después sin saber que decir. Me aterraba golpearla a pesar de ser prácticamente mi hogar.

No había hablado con él ni con los chicos estos días y me daba miedo la reacción que tendría al verme recoger mis cosas. El sábado sería la fiesta de las cestas y tenia mi ropa aquí.

La golpeo algo temblorosa.

Siento el mundo desparecer a mi alrededor cuando abren la puerta. Otra vez no por favor.

- Alicia.- saludo de alguna manera al ver a la rubia frente a mi. No entiendo que hace aquí.

Por alguna razón mi subconsciente me lo explica. Mi corazón decide ignorarlo y rogar para que no sea cierto.

Se aparta para que entre y ahí veo a Vinnie salir de la cocina sin camiseta y con unos pantalones cortos azulados. Me mira sin decir palabra, parece asustado.

No puedo evitar sonreír con una ironía que no se si entendería cualquiera de los dos. Esto podría ser la explicación de porque no me había contactado estos tres días.

- he venido a por mis cosas. No tardaré.- digo antes de empezar a caminar a la habitación de Vinnie con un dolor inmenso recorriendo mi pecho. Trato de calmarme.

Recojo la ropa que encuentro encima del baúl sobre el que la solía dejar en mi bolsa y entro al baño para agarrar mi cepillo de dientes y el del pelo.
Cuando agarro este último veo cabello dorado en él y me dan arcadas.

Tengo el pelo casi negro. Seguramente ella se había peinado con él. Se lo había permitido. Había entrado en este cuarto y en este baño.
Lo dejo ahí y salgo de la habitación con mi bolsa.

Vinnie está solo esta vez en la puerta de la casa y deduzco que ella está escondida en la cocina. Al menos no soy a la única a la que esconde.

- me voy, gracias.- digo al pasar por su lado dirigiéndome a la salida. Me interrumpe llamándome.

- Katerina.- dice mi nombre al completo partiéndome el corazón un poco más; si es que era posible. Deseaba que me pidiera perdón, que me rogara dejar mis cosas, cualquier cosa. Pero en el fondo sabía que no lo iba a hacer.- Sam quiere hablar contigo de algo. Te llamará esta noche.

Le miro sin creérmelo. Ni siquiera respondo antes de cerrar de un portazo la puerta y subir al taxi que había dejado esperándome fuera.

Vinnie

- ¿por qué no le has dicho que estoy aquí solo por tu mano?- pregunta llegando a mi lado.

- porque se merece sufrir un poco después de lo de Fezco.- respondo poniéndome la camiseta.

- la vas a acabar perdiendo Vinnie, en definitiva.- acota ella con tranquilidad.

- ¿por qué actúas como si te molestara que nos llevemos mal?- pregunto ya harto de las falsedades de todos. Me mira en silencio.- se que te alegra verme así, sigue habiendo algo.

- puede que tengas razón.- responde acercándose con el botiquín.- ya te dije que no estaría con alguien enamorado de otra. Y menos cuando acabáis de romper.

- nunca estuvimos juntos.- corrijo tras un instante pensándolo.

Katerina

Llego a su casa y no estoy segura de si salir del coche.

- es aquí señorita.- llama mi atención el conductor. Asiento y acabo pagándole. Ni se porque estaba aquí.

Me acerco a la puerta de la casa y un par de chicos sentados en el porche me miran con atención. No se que hacer, ¿saludo o salgo corriendo?

- h-hola.- digo algo nerviosa. Sonríen como si supieran que hablaría así.- quería ver a Fezco.

- nombre.- pide el más alto con tatuajes en el cuello. Parece que todos los camellos son atractivos.

- Katerina.- contesto antes de que dejen de sonreír por un segundo y vuelvan a hacerlo al siguiente.

- oh.- suelta el moreno.- eres la que hizo a Fez cuestionar a Duncan. Encantado.- parece divertirle mi temor ante la situación.

- puritana.- me giro ante su voz y le veo llegar a casa aún. Les da una mirada seria a los chicos los cuales levantan las manos inocentemente.

- solo saludábamos.- se explican antes de que Fez me tome del brazo para entrar a casa.

- ¿qué haces aquí?- cuestiona cerrando la puerta a sus espaldas. Parece molesto por mi llegada.

- solo quería saber si habías logrado detener a Duncan, si algo había cambiado con ese asunto.

- no.- niega al momento.- el ataque sigue en pie. Quédate en casa y ya está Katerina. Ahora, sintiéndolo mucho, debes irte.

- ¿qué te pasa? Un día me vienes a buscar hasta mi casa y al otro me echas de la tuya.- me confunde su actitud.

- ya te lo explicaré.- vuelve a agarrarme del brazo y sacarme de la casa esta vez.- vete.- murmura delante de los chicos.

No entiendo nada. Me está echando de su casa después de venir a la mía a avisarme para que no me hagan daño.
Asiento sin querer discutir más con ninguno de los dos camellos de mi vida. No me despido antes de girarme hacia la salida de la calle.

Pienso en las dos situación complicadas que había tenido este día hasta que suena mi teléfono.

- hey.- oigo su voz al otro lado y trato de calmarme y sonreír.

- hey.- respondo de la misma manera.- me ha dicho Vinnie que quieres contarme algo. La verdad es que si es algo malo preferiría no saberlo hoy.- me burlo entre risas antes de oír un suspiro por su parte. Parece serio.- Sam, ¿qué pasa?

- tu madre Kat, está aquí.

Arcade; Vinnie HackerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora