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Nate⬆️

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Nate⬆️

Katerina

Entro a la casa a las tres de la mañana y observo la casa a oscuras. El baño está encendido así que decido acercarme al oír ruidos extraños con un pequeño bate en la mano.

- ¿Vinnie?- cuestiono ante la puerta.

- ¿Kat? ¿Qué haces ahora en casa?- oigo su nerviosismo al otro lado de la puerta.

- he venido sola.- replico dejando el bate y caminando hacia el salón. Me tranquilizo al saber que es el castaño.

En pocos minutos sale del cuarto y camina raramente hacia la cocina. Le noto diferente. Le sigo para comer algo y le veo con su camiseta ajustada gris y sus pantalones anchos grises cortos.

- ¿estás bien?- cuestiono abriendo la nevera al verle solo parado ante la isla de madera. Asiente sin mirarme.- no lo parec...

-  ¿te puedes callar por una vez Katerina?- interrumpe enfadado asustándome. Me mira a los ojos en el momento pero los vuelve a bajar con una expresión de queja. Bajo mi mirada también y me doy cuenta de que tiene una mancha creciente en la camiseta. En el abdomen. Además de arañazos en el cuello y brazos.

- ¿qué te pasado?- cruzo la cocina rápidamente llegando a su lado. Me aleja.- ¿te has pelado con alguien?

- no es nada.- dice apartándome de nuevo. Me acerco otra vez y esta vez me deja. Levanto su camiseta lentamente y veo una herida de lado a lado. De unos quince centímetros.

- Dios Vinnie. ¿Te han rajado de lado a lado y me dices que no es nada?- suelto irónica pero enojado y preocupada al mismo tiempo.- ven.

Trato de ayudarle para llegar al sofá y le siento tratando de quitarle la camiseta. Estaba lleno de golpes.

- espera, voy a por el botiquín.- digo viendo cómo le duele por la expresión en su cara.

No me contesta hasta que estoy a su lado tratando de limpiarle las heridas y lo único que hace es quejarse.

- ¿qué ha pasado?- pregunto cuando intento coserle el abdomen levemente.

- lo de siempre.- responde sin más.- una discusión tonta.

- te han apuñalado Vinnie.- trato de recordarle algo enfadado por su desprecio.- te han dejado hecho mierda.

- tendrías que verle a él.- suelta con una sonrisa leve mirando al techo de la casa y haciéndome calmarme. Llevaba días sin verle sonreír.- ¿por qué has dejado a tu novio para venir a casa?

- no es mi novio.- digo haciendo que ruede los ojos.- no quería estar en la fiesta.

- ¿tan rápido te has cansado de él?- cuestiona sarcástico. No le contesto y sigo con el resto de heridas del cuello y los hombros.- se ha enamorado de ti.- suelta tras varios segundos en silencio haciendo que pare de curarle la herida del pómulo y le mire.- y a ti te da miedo.

- no me da miedo.- digo volviendo a curarle.- no quiero hacerle daño.

- no tienes por qué.- responde mirándome aún a la cara.- si tú también lo estás.

- no lo estoy.- digo tratando de no tartamudear mirándole a los ojos.- ese es el problema.- continúo bajando mi mirada a la herida.

- le has hecho pensar que si.- acota serio y tragando en seco. Siento un pinchazo en el pecho.- quieras admitirlo o no, tú le has permitido sentirse así Katerina.- dice mirándome a los ojos con frialdad.

Estamos en el sofá mirándonos a los ojos sin decir nada. Me dolía que tuviera razón. La manera en que me lo dice me hace sentirme peor aún.

- hey.- interrumpe la voz de Tomas entrando a casa con el resto.- te hemos buscado toda la noche.- dice mientras Vinnie se baja la camiseta rápidamente tapando la venda de su herida.

- estaba cansada.- respondo tranquilizándome.

Los chicos se dirigen a sus habitaciones dejándome sola en el patio. Me quedo mirando a la nada pensando en que haría con mi vida.

Vivía en casa de mi mejor amigo, el camello más conocido del lado este de LA, llevaba casi dos meses sin ver a mi padre. He jugado durante semanas con un chico perfecto sin siquiera darme cuenta. Me daba rabia no poder enamorarme de alguien así. Un chico que realmente me iba a valorar, que no me destrozaría aún más.
Soy un desastre. El peor desastre.

Arcade; Vinnie HackerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora