Arcade; Vinnie Hacker

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Vinnie

Rodea con su mano mi brazo al bajar del coche y sonríe. Pienso en ella.
Lo bien que estaría si ella hubiera estado aquí.

Entramos a la casa tras hablar con los chicos que estarían pendientes de nuestro rivales toda la noche.

Repleta de gente poderosa, incluso políticos, la casa lucía como un castillo victoriano. Recuerdo lo mucho que le gustaban a ella y no puedo evitar pensar en la sonrisa que le habría sacado ver las decenas de cuadros coloridos en las paredes y los detalles de las columnas.

- bailemos.- acota la rubia mirando al resto de gente dar vueltas por la sala. Niego al momento.- venga Vi...

- Alicia.- la freno.- estás aquí para acompañarme y punto. No pienso bailar ni charlar, tenemos un acuerdo.

La rubia me mira seria y acaba rodando los ojos e irse de mi lado.

- voy a por algo de beber.- suelta en su camino sin girarse siquiera. Suspiro cansado de todos los problemas que tenía que solucionar.

- mi invitado estrella...- saluda al rato llegando el grisáceo con una sonrisa falsa.- bienvenido a mi hogar. Muy guapa la chica que has traído Hacker. Veo que los rumores son ciertos.- le miro confuso.- tu hermano a vuelto.

Trago en seco. Miro hacia dónde mira él. Ethan se sirve champán mientras rodea con la mirada las mujeres de la sala.

- no se entrometerá en los negocios pendientes. Se irá de nuevo en unos días.- contesto a su escondida amenaza.

- que se quede.- dice acercándose con cinismo.- será alguien más que temas perder en la ciudad para el momento en el que me toque amenazarte.- suspira tranquilo.- claro, eso si decides hacer cualquier acción extraña y que pueda costarle la vida a tu gente.

Le miro a los ojos sin decir nada. Tenía razón.
Cuanta más gente tuviera a mi alrededor, más en peligro estaban estos. Especialmente los chicos, Ethan y ella.

- ¿qué pasa?- pregunta mirando a su espalda al igual que la mayoría de la gente de la fiesta.

Mi corazón se frena.

Miro inmediatamente a Ethan que se encuentra en una esquina de la barra mirándola como todos. No entendía que hacía ella aquí con ese vestido blanco ajustado a su cuerpo que hasta parecía hecho para ella.

Por primera vez miro a su lado y veo a Fezco.

- Gates tiene buen gusto.- dice Mark sorprendido. La mano del pelirrojo sujeta su cintura y eso solo hace que sienta un nudo en el pecho.

Rodea el lugar con su mirada brillante y en un parpadeo se cruza con la mía. Noto la tensión en el aire. Siento que sólo estamos ella y yo en toda la casa pero la llegada de Alicia a mi lado con una copa hace que ese pensamiento desparezca.

Katerina

Está con ella aquí. Aparto mi mirada de ellos en el momento en el que ella le ofrece la copa con una sonrisa y rodea con su brazo los hombros del castaño.

- voy a saludar a unos amigos.- susurra en mi oído Fezco antes de darme un pequeño beso en la mejilla.- estás preciosa.

Solo sonrío levemente. Ningún cumplido de ningún camello más que él me haría sentir algo. Siento mi corazón acelerarse. Veintisiete días sin vernos hasta hoy. Y cuando le veo está con ella.

- Kate.- oigo a mis espaldas en la cocina a la que había entrado para tomar algo. Sonrío y abrazo a Sam al momento.- estás genial.

- y tú.- respondo al separarnos.- ¿qué hacéis aquí?

- negocios, ya sabes.- contesta algo nervioso.- hace semanas que no te vemos.- habla haciendo que deje de sonreír.- sabemos lo que paso con Vinnie pero casi un mes sin aparecer por cas...

- ¿y dejar que lo poco que me queda de dignidad se caiga?.- cuestiono con una sonrisa irónica interrumpiéndole.- se giró y entró Sam. No recibí ninguna explicación de su parte.

- ya sabes como es...- trata de justificarlo.- bueno, me gustaría seguir hablando pero debo volver fuera.

Asiento antes de que me dé un pequeño beso en la frente.