Arcade; Vinnie Hacker

20

Vinnie

Observo la habitación en busca de alguna señal de que las chicas hayan estado aquí.

- por fin.- saluda el canoso sonriéndonos a ambos tranquilo. La rabia recorre mis venas pero trato de mantenerme calmado solo por ella. Por ellas, quiero decir.

- ¿dónde están las chicas T?- cuestiona cansado de la situación Fez. El pelirrojo parece capaz de asesinar a cualquiera de esta sala.

- sentaos.- dice más bien como una orden haciendo que nos miremos entre nosotros dudando de si hacerle caso. Lo hacemos.

- te juro por Dios que como le hayas hecho al...- comienzo a decir en cuanto se pone frente a nosotros.

- ¿le? ¿De cuál de las dos hablas Hacker? Ambas parecen muy enganchadas pero a ti solo te preocupa una de los dos.- sonríe.

Me quedo callado ante eso. Tenía razón. Solo tenía su imagen en la mente y eso me hacía una persona lamentable.

El pecoso a mi lado trata de hacer un trato con él por varios minutos pero el líder sigue pidiendo que le demos el libro hasta que me harto de la repetición.

Me levanto sacando el arma de mi cintura y apunto al hombre frente a mi. Provoco que loa cinco hombres que rodeaban la sala saquen sus pistolas y me apunten a mi. Fez levanta las manos sin entender nada.

- vamos a hacer algo.- acoto.- las vas a soltar. Ahora mismo.

- ¿o qué?- pregunta sin temer que tenga mi dedo haciendo temblar el gatillo.

- tu libro de cuentas aparecerá encima de la mesa del comisario jefe esta misma noche.- suelto haciendo que su expresión cambie a una de terror que acaba, de nuevo, pasando a una más tranquila.

- casi caigo.- suspira.- tu nombre sale en ese libro así que no serás capaz de hacerlo.- continua. No se que decir, sigo apuntándole.- haremos otra cosa.

- baja el arma Hack.- murmura Fez a mi lado. Hago caso omiso.

- los dos estáis aquí. Deduzco que a ambos os importa alguien ahí dentro.- hace una pausa.- cada uno se llevará una. Elegid quien se lleva a cada una de las preciosidades y ese libro no saldrá a ningún lado. Todos ganamos.

Katerina

- Ali.- la llamo al ver que está en silencio. Solo mira al suelo sin decir nada. Me da pena, la verdad.- tranquila, seguro que están hablando ahora. Vinnie les dará el libro, nos iremos y ya está.

- no les va a dar el libro. Lo quería para amenazarle de vuelta, si se lo da perderá.- explica.

- yo creo que le importamos más nosotras que un libro de cuentas y la banda.- replico.- cálmate.

Siento mi cuerpo cada vez más frío. La habitación parecía un congelador y los tres culos de agua fría que habían caído sobre mi empeoraban la situación.

- oigo pasos.- llama mi atención la rubia. Trato de oírlos, es cierto.

Antes de que pueda dejar de tiritar y levantar la cabeza entran a la sala brutalmente. Son los hombres de antes. Van directos a Alicia y por alguna razón se perfectamente lo que está pasando al momento.
No puedo evitar sonreír burlándome de mi misma. Lo dudé por un instante.

- te lo dije.- acoto cuando le levantan.- te eligió a ti.

Los ojos de la rubia desprenden alegría y a la vez susto. En pocos segundos me quedo sola en el cuarto grisáceo con todo mi cuerpo transparentándose a través de la camiseta mojada y rezando para que ahora me soltaran.

Tardan veintisiete minutos en abrir de nuevo la puerta. Esta vez solo es Tenson cerrando la puerta a su espalda.

Se agacha quedando frente a mi. No dudo en mirarle fijamente a los ojos grises que tanto llamaban la atención.

- la drogadicta se queda sola de nuevo.- dice encogiendo los hombros.- tranquila, te vas a ir ahora.

Se levanta quedando de espaldas a mí durante unos segundos en los que solo veo moverse sus manos sin saber que hace. Al girarse tiene un cúter en la mano.
Mira mis manos así que deduzco que es para cortar las cuerdas que me atan. Mantengo la calma deseando salir de este lugar.

Noto sus manos cálidas rozar las mías. Notaba mis labios secos agrietarse, estaba segura de que la habitación no podía estar a más de tres grados.

Cuando acaba trato de moverme pero vuelve a sostenerme con sus manos en la silla.
El filo metálico cruza mi pómulo de lado a lado haciendo que suelte un grito desesperado.

- espero que esta cicatriz te recuerde que jamás, jamás debes robarle a Tenson.- acota antes de levantarme lentamente y sacarme del lugar.

Podía sentir la sangre cubrir mi mejilla. El cambio de temperatura hace que sienta un escalofrío. No siento casi mi cuerpo hasta que me deja caer frente a la puerta de la entrada. Le veo a él.

Habría esperado ver a mi madre antes que a él.