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Katerina

Relleno las botellas de agua de la encimera mientras escucho a los chicos discutir en el salón. Era una tontería porque lograba ver a Sam sonreír burlón.

Sonrío levemente yo también hasta que la pareja tapa mi vista.

Alicia y Vinnie entran a la casa de la mano y puedo ver como se paran a saludar al resto en la sala. La mano de Vinnie acaricia su espalda haciéndome sentirme mal por alguna razón.

No sabía siquiera porque me importaba verle con ella.

- hey.- saluda Thomas entrando a la cocina y haciendo que levante mi mirada de la sartén con una sonrisa calmada.- deberías dejar la idea de ir a la universidad y quedarte a cocinarnos para siempre.- bromea haciéndome sonreír ampliamente.

No entendía que me pasaba con Vinnie estos días y me estaba empezando a molestar, incluso aterrar.
Ya le había visto con otras chicas antes pero esta vez me había sentado mal.

- quería hacer algo que os gustara para lo de hoy, a Vinnie le encantan...- digo volviendo mi mirada a los filetes. Me mira extrañado.

- ah.- recuerda la cita que teníamos el grupo de todos los días veintiocho de cada mes.- hoy no va a poder ir con nosotros. Ali tiene una fiesta y le ha prometido ir. Los chicos estamos pensando en ir al casino, así que...

Asiento.

- te veo luego.- me da un beso en la sien y sale de la casa con el resto dejándome con el corazón algo acelerado.

Me quedo unos segundos mirando la cesta que había preparado. Llena de los aperitivos favoritos de los chicos, especialmente de Vi.

Estoy sola.

Me habían dejado tirada los chicos. El plan del picnic de cada dos semanas no era lo suficientemente importante para ellos.

Lo que me había sentado peor era la huida de Vinnie. No era tonta. Notaba que me evitaba constantemente. Me dolía haber hecho algo para que de repente no sea mi mejor amigo, la persona más importante de mi vida.
Prefiere a Alicia. Una rubia de metro setenta. Perfecta. No puedo reclamar nada.

Decido salir de casa hacia la taberna del barrio. Eran casi las doce de la noche y llevaba todo el día tirada mirando becas de universidades. Necesitaba despejarme.

- ¿pero a quién tenemos aquí?- pregunta sonriente Ricky tras la barra. Le sonrío le vuelta y me siento frente a él.- ¿lo de siempre?

- no. Ponme algo cargado.- digo antes de responder afirmativamente a la pregunta.

- se perfectamente lo que necesitas.- replica guiñándome un ojo y dándose la vuelta.

Vinnie

Rodeó la habitación con la mirada tras cuatro horas aquí dentro. Agobio era lo que sentía. Las luces tenues y el ruido de la gente hacía retumbar mis oídos sin parar. Las manos de Alicia por mi cuello y mi abdomen no ayudaban a aliviar mis nervios. Los aumentaban.

Decido levantarme con la excusa de ir a fumar fuera de la mansión repleta de adolescentes.
Miro mi móvil mientras camino hacia la puerta.

2:38

Solía durar más en fiestas. Hasta el día siguiente como cualquier camello decente. Esta noche era distinta.

La echaba de menos.

El cigarro me quema los labios mientras la brisa se lleva el humo que suelto segundos después.

- si.- respondo agarrando mi teléfono del bolsillo.

"Por Dios, ven a por ella. Soy incapaz de controlar esto."

Las palabras de mi amigo hacen que sienta un pequeño pellizco en el pecho y decida tirar el cigarro al suelo antes de alejarme hacia mi coche.

- cuídala mientras llego.- contesto arrancando antes de colgar.

El bar olía como siempre. A madera vieja y alcohol barato con whisky antiguo. Lleno de hombres en sus cincuenta años y vagabundos, además de compañeros de oficio, como siempre.

En cuanto me ven el lugar cae en un silencio cómodo. Excepto ella.

- de verdad que nunca la había visto así.- acota el rapado cuando me acerco a la barra.

- una ronda para todos. Invito.- digo antes de que todos griten animados.

Ahí está. Debajo de la caja mecánica con una botella de Highland Park cantando calmada esta vez mientras mira al techo.

Me tumbo a su lado.

- ¿qué haces aquí?- cuestiona sin mirarme directamente. Me giro levemente y veo sus ojos rojizos y medio húmedos.

- he venido a beber el mejor whisky de la ciudad.- sonrío de lado antes de que ella levante su botella ofreciéndomela. La agarro haciendo como que fuera a beber y la dejo a un lado.

- ¿has venido solo?- pregunta esta vez cerrando los ojos.

- si.- contesto seco.- los chicos están en el casino.

- ¿tú no estabas en la fiesta con tu modelo de V's s personal?- por primera me mira a los ojos. Me acuerdo en el momento de Alicia. La había dejado en la casa.

- no es mi novia.- hago una pausa y ella rueda los ojos.- y tú eres mi modelo personal.- esta vez me mira sorprendida pero notablemente cansada. Trataba de esconder lo que le hacía sentir lo que acababa de decir.

- llevas semanas sin hablar conmigo.- suspira mirando a su alrededor en busca de la botella. La miro serio. Tenía razón.- es la verdad.

- ¿y porque yo te haya dejado de hablar te has bebido dos botellas de alcohol rancio?.

- si.- dice tras varios segundos.- no tienes ni idea del efecto que puedes tener sobre la gente.

Siento mi corazón acelerarse al verla así frente a mi.

- eres lo único que tengo.- suelta tapándose la cara con sus manos.- no entiendo que hice para que te pusieras así.

- ¿no?

Arcade; Vinnie HackerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora