31

4K 293 10
                                    

Katerina

Escucho voces y sirenas. Me levanto adormilada y veo que son casi las tres de la madrugada. Era un hospital pequeño así que no entendía que podría haber ocurrido.

Salgo del cuarto y veo la escena más destructiva de mi vida probablemente.
Cruzo mirada con ambos camellos y parecen más asustados que yo en ese momento. Ambos están golpeados pero el que está lleno de sangre en la camilla es Sam.

- ¿qué ha pasado?- exclamo acercándome a Amanda que toma junto a otros sanitarios a mi amigo.- ¿le han disparado?

- estará bien.- responde entre lágrimas y parece que más que segura de ello está tratando de convencerse a sí misma. A la vez me trato de convencer de lo mismo.

- ¿qué le has hecho?- me acerco a Fezco en cuanto se aleja con los médicos. Tiene la ceja rota a la vez que una herida en el pómulo bastante notable. No contesta.- ¿y tú? ¿Cómo has podido permitir esto?

- Kat...- trata de hablar el castaño. Su labio sangra a la vez que su nariz. Tiene la camisa llena de sangre que deduzco que es de Sam.

- todo esto es culpa vuestra.- exclamo llamando la atención de ambos.- Sam está ahí dentro por vuestras disputas estúpidas. Tú y tu gente solo sabéis violentar niños.- miro a Fez.- y tú. Te rogué que no fueras pero tu ego vale mucho más que cualquiera de tus amigos.

Solo me observa en silencio. Vuelvo a mirar al pelirrojo.

- purit...- comienza a decir causando que la rabia crezca aún más.

- ¡no vuelvas a llamarme así! Ni así ni de ninguna manera.- me alejo de él al momento. Puedo ver sus ojos vaciarse de ese brillo temeroso.- os juro que si Sam no sobrevive, os mato yo misma.

Vinnie

La observamos irse tras haber visto su peor parte, parte que pocas veces sacaba por no decir nunca.

- wow.- suelta el camello a mi lado.- jamás la había visto así.

- ¿cuántas veces la has visto siquiera?- contesto enojándome de nuevo.

- más de las que crees.

Solo me mira serio y camina hacia una enfermera para pedirle que le cure sus heridas. Hago lo mismo pero sin dejar de pensar que hacia Kat en el hospital. Nadie la había avisado de lo sucedido.

...

Puedo ver sus pequeños dedos temblar bajo su jersey. Tambalea su pie de un lado a otro nerviosa.
La mano de Nate se posa sobre su muslo tratando de calmarla provocándome un pequeño pinchazo en  el pecho.

- tranquila.- susurra haciendo que asienta. Se excusa diciendo que va a por café pero no me lo creo. La sigo a un cuarto cerca de la entrada.

- un amigo ha tenido un accidente.- oigo su voz cansada dentro de la habitación. No se si entrar pero la curiosidad de saber con quien habla me mata.

- oh...lo siento hija.- me quedo paralizado rezando para que no sea lo que estoy pensando. Quiero confirmarlo.

Entro sin dudarlo dejando ver a Katerina sentada en la cama junto a ella. La mujer de la que tenía recuerdos bastante claros.

- ¿qué haces Vinnie?- pregunta exaltada la morena.

- quería saber que hacías en el hospital antes de lo de Sam.- replico cuando se pone frente a mi.-¿podemos hablas a solas fuera?- cuestiono dándole una mirada rápida a la encamada. Katerina acaba asintiendo y me agarra del brazo para salir de la habitación

- dime.- acota cruzándose de brazos tras apartarnos a un lado.

- ¿estás loca?- cuestiono al momento.- ¿después de diez años de abandonarte vuelves a ella como una niñata?

- está enferma.- se justifica. Paso mi mano por la frente tratando de calmarme.

- que casualidad.- digo con ironía.- tu madre tras tantos años desparecida cae enferma en el hospital de nuestro pueblo, justo en el que trabaja la hermana de uno de tus amigos...te creía más lista Nina.

- ¿por qué me iba a engañar? Está encamada y le cuesta mucho incluso hablar.- vuelve a responder tratando de darle una explicación.

- ¿le has preguntado que hace aquí?- cuestiono haciendo que se quede callada.- pues claro que no.- sonrío.

- mira Vinnie, tu guía de no confiar en nadie y odiar a todas las personas que te quieren no es universal. Si yo quiero tratarla bien y estar con ella no es tu problema.- acaba soltándome. Me quedo en silencio ante sus palabras que insinúan que la odio.- ahora me voy a por un vaso de agua.

Asiento antes de que se vaya y hago caso omiso a lo que acaba de contarme. Entro al cuarto.

- Vincent.- saluda la peli negra con una sonrisa calmada.- ¿cuánto hace? ¿Dos años?

- te dije que no te acercaras a ella.- respondo.- ¿qué haces aquí? ¿Qué pretendes ilusionándola después de más de una década?- trato de mantener el tono bajo para que no me oiga nadie.

- es mi hija.- deja de sonreír.- puedo aparecer cuando quiera y por lo que quiera.- vuelve a hacerlo quedándose en silencio un par de segundos.- ¿qué te da tanto miedo? ¿Qué se entere que llevas sabiendo dónde estaba su madre todo este tiempo? ¿O qué se entere de por qué lo sabías?

Siento como mi piel se eriza y un escalofrío me recorre de arriba a abajo por la espalda. No puedo decir nada antes de que llegue Katerina.

- toma.- le ofrece a su madre por llamarla de alguna manera antes de que vuelva a mirarme notablemente enfadada.

Toma mi mano por segunda vez, esta vez me causa un cosquilleo en el pecho. Parece que ella también lo nota ya que cuando se da cuenta suelta mi mano algo nerviosa.

- no le digas nada a Nate ni a Thomas.- ruega con un tono igualmente orgulloso.

- tranquila.- trato de mantener ambas calmas. La incomodidad del silencio me lleva a hablar.- vamos a ver si hay novedades.

Comienzo a caminar pero me interrumpe llamándome. La miro de nuevo. Está preciosa. Sus ojos miel brillan bajo la luz tenue del pasillo y su pelo algo alborotado me recuerda a esas mañanas de los dos meses anteriores. Parecía que era imposible que estuviéramos bien.

- ¿me falta algo?- cuestiona confundiéndome.- me dijiste que no estabas preparado para ningún tipo de relación.- recuerda bajando su mirada.- y tres días después de discutir estás con ella.

- Nina...- niego al momento.

- solo quiero saber si fue culpa mía.- vuelve a decir esta vez mirándome a los ojos.- si el problema no era que tú no estuvieras preparado si no que no sintieras nada por mi.

Estoy a punto de contestar cuando aparece el pelirrojo con dos cafés en la mano. De nuevo mi subconsciente me hace pensar en todos los obstáculos que aparecen cuando intentamos algo.

Arcade; Vinnie HackerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora