[1] Rechazar el amor del Ex marido

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Pero al ver esto, Qin An se sintió un poco incómodo y, sin importar si su hermano podía verlo o no, se dirigió directamente a la silla de Ruan Tian. "¿No quieres usar una sustituta, ah? Es doloroso caer así".

A estas alturas, la impresión de Ruan Tian sobre Qin An había mejorado un poco, y sólo sentía que era un joven maestro mimado que no conocía los sufrimientos de este mundo.

Sólo era ingenuo, y su malicia no era profunda.

"No es necesario. Tengo la piel gruesa, así que una pequeña caída no duele".

"A mí me duele sólo con mirarlo. Ruan Tian, hoy he descubierto que realmente eres una persona muy valiente".

"No duele, de todas formas he experimentado cosas peores".

Los ojos de Qin An estaban llenos de confusión, como preguntando si lo que ella decía era cierto.

Ruan Tian tomó un sorbo de su botella de agua y luego sonrió: "Es una broma, ah".

Después de ser engañado, Qin An resopló con rabia: "¡Largo!"

Ruan Tian no había mentido del todo, y además no quería actuar como la mujer de Xianglin(1) e ir llorando por ahí sus problemas.

(1)La mujer de Xianglin (祥林嫂) es un personaje de《祝福》 que tuvo una vida miserable y pasa mucho tiempo contándoselo a la gente, por lo que compararse con ella es como decir que la persona siempre está "dando pena"...

De todos modos, era una persona optimista.

Sólo le habían dado, por mala suerte, un guión que requería un amor amargo.

Mierda.

En la ceremonia de graduación del instituto, había sido muy incómodo ver cómo el chico que le gustaba y su hermana se abrazaban delante de ella, y había sido aún más incómodo cuando alguien la había pateado por las escaleras con tanta fuerza que casi le había roto dos dientes delanteros.

Ese momento había sido realmente doloroso.

Tan doloroso que había llorado.

Sentada en el suelo, llorando sin hacer ruido.

Después de eso, se había caído varias veces más mientras trabajaba como suplente.

El dolor en su cuerpo por esas caídas había sido al menos diez veces peor que el dolor que había sentido en la ceremonia de graduación, pero su corazón había dolido mucho menos.

Para ser un poco melodramática, quizás su corazón ya estaba entumecido.

Incluso había pensado algunas veces que sería bueno poder sufrir una caída especialmente fuerte un día y olvidarse de todo.

Olvídalo todo, lo feliz y lo infeliz juntos.

Pero, por desgracia, no tenía los requisitos necesarios para disfrutar de la trama de amnesia estándar que tantas heroínas de películas y dramas llegan a experimentar, así que nunca ocurrió nada conveniente como eso.

Finalmente, reanudaron el rodaje y Ruan Tian hizo otra toma del truco de la escalera. Después de filmarla, sintió algo de dolor en la cintura, así que, mientras se frotaba la cintura, preguntó: "¿Ha estado bien esta vez?"

El director Cheng era un hombre que siempre perseguía la perfección, así que, tras un momento de silencio, dijo lentamente: "Hagámoslo de nuevo, aún no está del todo bien".

Al final, el director Cheng no dejó pasar la escena hasta que Ruan Tian hizo cuatro tomas. Para entonces, tenía la cintura dolorida y los hombros doloridos, pero no dijo ni una palabra de queja.

Después de terminar el rodaje, el director Cheng miró a Ruan Tian bajo una nueva luz. Realmente sentía que había encontrado una buena semilla esta vez.

Realmente tenía un talento increíble para la actuación y también un aura que mucha gente no sería capaz de imitar incluso después de décadas de entrenamiento.

Pero lo más importante era que era muy modesta y estudiosa. Trabajaba muy duro y no se limitaba a confiar en su pequeño talento para hacer lo que quería, y no tenía miedo de soportar las dificultades.

El director Cheng le dio una palmadita en el hombro: "Bien hecho. Ven aquí un momento, vamos a hacer una foto".

Ruan Tian, que sostenía un pequeño ramo de flores enviado por el equipo, asintió con una sonrisa y dijo: "De acuerdo".

Después de terminar de hacerse la foto con el director, Ruan Tian miró a los miembros del personal que la rodeaban y realizó una cortés reverencia: "Gracias por sus atenciones, han trabajado mucho".

"Está bien, no ha sido difícil. No ha sido difícil". Los empleados corearon.

Pero entonces Qin Yu, que había estado sentado en la oscuridad, se levantó de repente y se acercó a ella y puso sus fríos dedos en su hombro.

El cuerpo de Ruan Tian se puso rígido y su expresión se congeló.

En su mente, se debatía entre maldecirle y contenerse.

En su corazón, seguía meditando las palabras "Da un paso atrás", "Para vivir, debemos tener la mente abierta", "Soy un loto", y "No tengo temperamento" para suprimir el repentino impulso asesino que se apoderaba de su corazón.

La voz baja de Qin Yu sonó entonces en su oído izquierdo: "En, bien hecho. Hazte una foto conmigo también".

Ruan Tian: Me haré una foto con tu madre.

¿Acaso la palabra "sin querer" no estaba garabateada en su cara de forma suficientemente obvia?

Pero Qin Yu, sin tener en cuenta su estado de ánimo, la agarró por la fuerza de la muñeca y la levantó para hacerse unas cuantas fotos con ella antes de soltarla con una sonrisa.

El rostro de Ruan Tian estaba gris y apagado, parecía marchito y sin ánimo.

Incluso ahora, no entendía a este Qin Yu. No podía entenderlo.

A veces loco, a veces normal.

No estaba menos loco que un perro salvaje, y siempre existía la posibilidad de que la mordiera cuando la atrapara.