Neutral [+18] [COMPLETA] [LIBRO #1 BILOGIA DECISIONES]

Washington



Estados Unidos me recibe con mucho calor, me trueno la espalda al bajar del avión por el largo vuelo, tomo mis maletas cuando las veo en la cabina. Me coloco mis lentes de sol y me cuesta acostumbrarme a la constante luz que este Estado posee. Voy a broncearme definitivamente.

Me pongo algo nerviosa ante el hecho de tener a Abel frente a mi luego de tres largas semanas, yo me quedaré con él en su última semana de pasantia. Me emociona tener posibilidades de compartir con él. Me pregunto si el hecho de no vernos nos habrá afectado en algo.

Bajo las gradas eléctricas y cuando llego a la entrada lo busco entre la gente, hasta que lo veo, en una esquina junto a una limusina negra. Su esmoquin perfectamente planchado y su barba ya está un poco más larga, me recibe sumamente feliz con un ramo de rosas. Corro hacia él sin perder tiempo y me lanzo encima rodeando sus caderas con mis piernas obligándolo a cargarme, se ríe en mi oído por la bienvenida que le brindo.

-¡Cariño! Estás aquí, te extrañé muchísimo. Por un momento creí que no vendrías-menciona completamente feliz.

-Como lo siento Abel-me disculpo honestamente-, mi vida...ha sido un poco caótica en estos días. -<<casi me follo a tu hermano por ejemplo>>-Tuve que ordenarla un poco.

-¿Todo bien?

-Ahora todo está perfecto.

Nos subimos a la limusina negra, me rio un poco ante la tremenda incomodidad que carga con su traje, a cada instante se afloja la corbata porque está demasiado apretada. Me acerco a él sentandome a su lado y pongo mis manos alrededor de su cuello aflojando la corbata. Me ve con suma atención rehaciendo el nudo para que se amolde a su cuello sin asfixiarlo.

-Lo gracioso es...-comienza riendo-que parecemos un matrimonio en estos momentos.

Me limito a reír con él y terminar mi trabajo. Cuando por fin la veo perfecta, solo la aliso un poco y me separo un poco de él nuevamente. Abel me toma del brazo de nuevo atrayendome a él. Me sube sobre su regazo. Paso las manos por su rostro notando las pequeñas diferencias en él solamente en un mes, se nota cansado. Acarició las raíces de su cabello y luego paso a sus hombros trazando círculos sobre ellos, bajo hasta su pecho para depojarle su zaco. Sus manos trazan una linea recta desde lo espalda baja hasta mi cuello.

Su rostro esta cerca, lo suficiente como para acercarme y darle un beso. Sus labios recorren los míos con paciencia, tan lento que el estómago comienza a hacerme cosquillas. Sus manos se esconden en mi cabello atrayendome más cerca a él, mis manos se encuentran con su camisa y desabrochan los primeros tres botones. Mi mano juega con el vello de su pecho, y la suya estruja mi trasero remarcando la ya crecida ereccion de sus pantalones. Gracias al cielo la cabina de la limusina está arriba.

Comienza a desesperarse por la lentitud de nuestras acciones y mete una mano por el frente de mi blusa.

-Pero que sorpresa-murmura con voz ronca.

-Pensé que te estorbaria el sujetador.. -susurro.

Vuelve a besarme, está vez con más urgencia, un gemido sale del fondo de lo garganta cuando me estruja un pecho. Comienzo a frotarme en busca de calor. Pero el claxon de la bocina tenía diferentes planes.

La bocina nos hace pegar un salto del asiento a ambos indicándonos la llegado. Me toco el pecho como señora dramática. Veo a Abel frustrada arreglandose el pantalón y la camisa. Inevitablemente me rio.

-Ríete cariño, no eres tú la que está con una ereccion dolorosa.

-Podemos arreglar eso más tarde.