5. Un regalo de Caos

3.9K 334 92
                                    


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Una marcha militar entonada por varias trompetas me despertó en la madrugada. Mis ojos apenas estaban acostumbrándose a la oscuridad cuando sentí dos manos cubriendo mis mejillas, intentando despertarme. Nate sabía cuan dormilona podía llegar a ser, mi parte más marmota, y ese día mi cuerpo se aferraba a las sábanas como si la vida dependiese de ello. No quería levantarme, tampoco ir a clase. Quería seguir durmiendo, seguir soñando. Era en el interior de mi mente, cuando cerraba los ojos y escapaba de la realidad, que podía volver al pasado y revivir los momentos que tanto añoraba y que estaban escondidos por el miedo que sentía al estar tan cerca de Caos. Pero esos bonitos recuerdos eran en realidad una trampa que me arrastraba más y más, y por alguna extraña razón, no oponía resistencia y dejaba que mi propio miedo me condujera a mi tumba, hacia Caos.

Ambos estábamos conectados por algo sobrenatural, por algo que ninguno de los dos comprendía.

Las manos heladas de Nate bajaron por mi cuello y se posaron en mis hombros. Le escuché suspirar y maldecir mi sueño antes de que me zarandeara en un último intento. Después, oí sus pisadas y las puertas del armario que compartíamos abrirse de par en par. Supuse que estaba cambiándose mientras me despertaba, pero luego sentí algo caer sobre mi rostro haciendo que abriese los ojos. Mi uniforme.

—Vamos, dormilona —dijo, al tiempo que se subía los pantalones—. Servirán el desayuno en unos diez minutos, calculo. Cámbiate y bajamos.

Puede que ayer fuese el primer día, pero las clases comenzaban esa misma mañana. Nate había sido asignado al grupo A mientras yo estaba en la lista de la clase C, lo cual nos venía bastante bien. ¿Lo bueno de estar separados? Ocuparíamos más terreno que en el caso de que ambos estuviéramos en la misma clase. De esa manera, podríamos buscar a Caos entre más alumnos. Pero la clase B quedaba sin vigilancia... Tendríamos que pensar un plan para inspeccionarla.

Si Caos estaba haciendo de las suyas, no se arriesgaría a mostrar su cuerpo. Utilizaría alguno de los que tuviese disponibles en su gran arsenal para ocultarse entre los alumnos. Eso, o había cambiado de estrategia para sorprendernos.

—Tengo un mal presentimiento —murmuré.

—No te tortures —Nate se sentó en la cama y apoyó una mano en mi cabeza—. Hemos pasado por cosas peores y vamos a salir de esta.

—¿Vivos?

—Sí. Y pronto nos reuniremos con esas locas que nos esperan fuera. Queda un mes para que podamos bajar al pueblo. Solo llevamos un día así que debemos aguantar. Pienso que hacer lazos con el equipo de baloncesto es una buena idea para pasar desapercibidos. Solo hay cuatro alumnos de nuevo ingreso en cuarto. Si Caos llega a sospechar, primero revisará a las chicas. Por el momento, siendo realistas, debemos ser buenos estudiantes e ir buscando poco a poco pistas que nos lleven hasta lo que buscaba Carmen.

CaosWhere stories live. Discover now