La Transmigración del Maestro de Plantas Espirituales

Capítulo 40: Desintoxicación

Unos días después, Xiao Jingfeng regresó de Qingcheng, el veneno se disipó y se volvió mucho más despreocupado.

"Erge, has vuelto, ¿ya se ha eliminado el veneno?" preguntó Xiao Jingting.

Xiao Jingfeng asintió y dijo: "Está resuelto, gracias a ti, si no fuera por ti, este segundo hermano estaría realmente muerto esta vez". De hecho, el antídoto para el veneno era sólo cuestión de mil taeles de plata, el problema era que había sido expulsado del equipo de mercenarios, no había nadie que le prestara dinero, y la gente de la familia lanzaría piedras mientras estaba en el pozo, pensando en métodos para él abiertamente, pero tratando de hacerlo caer en secreto.

"Es bueno que erge esté bien, ¡me falta personal aquí!" Xiao Jingting dijo con algo de alegría.

"¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?" preguntó Xiao Jingfeng.

"Las plantas espirituales en mis mus de campos están empezando a madurar poco a poco, esos mus de campos están cerca de las montañas y los bosques, lo que atrae fácilmente a las bestias demoníacas en las montañas, antes, las plantas espirituales que planté eran de un grado inferior que era tolerable, en este momento, las plantas espirituales en esos mus de campos medianos están todas a punto de madurar, por lo que atraerán más y más bestias demoníacas, originalmente contraté a dos maestros de plantas espirituales para que los cuidaran por mí, recientemente hay más y más bestias demoníacas, ambos fueron espantados por ese flujo interminable de bestias demoníacas". Xiao Jingting dijo con frustración.

"Puedo ayudar a cuidarlo, también soy un maestro de plantas espirituales". Mu Shuyu titubeó un momento y dijo.

Xiao Jingting asintió y dijo: "Entonces molestaré al joven Mu".

Mu Shuyu sonrió un poco tímidamente y dijo: "No es ningún problema". Mu Shuyu observó con el rabillo del ojo a la persona que estaba a su lado y retiró rápidamente la mirada.

Xiao Jingting golpeó a Xiao Jingfeng con el codo y le dijo: "Erge, tienes mucho carisma que incluso secuestraste de regreso a un maestro de medicina que también es un maestro de plantas espirituales".

Mu Shuyu es un experto en el arte de la curación para las heridas venenosas de Xiao Jingfeng. Si Mu Shuyu no hubiera llevado a cabo los cuidados de emergencia de Xiao Jingfeng y no hubiera tenido la consideración de utilizar la medicina para retrasar el veneno de Xiao Jingfeng, Xiao Jingfeng no habría soportado tanto tiempo.

Al escuchar la conversación susurrada de Xiao Jingting y Xiao Jingfeng, Mu Shuyu no pudo evitar sonrojarse, Mu Shuyu estaba en el patio con la cabeza inclinada y sin saber dónde poner sus manos y pies.

"Bien, bien, no nos quedemos en el patio, comamos primero". Xu Muan apoyó a Mu Shuyu en el momento justo.

Sólo entonces Xiao Jingting respondió y dijo: "Sí, sí, sí, todos coman primero, coman una comida completa antes de tener fuerzas para trabajar".

Xiao Jingfeng entró en la casa y encontró a Xiao Xiaodong y Xiao Xiaofan ya sentados.

Al ver entrar a Xiao Jingfeng, Xiao Xiaodong asintió hacia él y le saludó amablemente: "¿Cómo estás, segundo tío, está bien el segundo tío?"

Xiao Jingfeng sonrió: "Ahora todo está bien".

Las manos de Xiao Xiaofan toqueteaban el cuenco de arroz, sus ojos miraban directamente a la mesa de comida, lamiendo sus labios de vez en cuando, Xiao Xiaodong pellizcó a Xiao Xiaofan que estaba a punto de babear, Xiao Xiaofan palideció por el miedo y dijo inmediatamente: "¡Yo no he robado la comida!"

Xiao Jingting lo escuchó y un hilo de pensamiento llegó, este pequeño hijo suyo realmente es......

"Está bien, muy bien, come, come". Xiao Jingting dijo sin alternativas.

Xiao Xiaofan se alegró inmediatamente al escuchar estas palabras.

Xiao Xiaodong le dio a Xiao Xiaofan una mirada feroz que cortaría la carne, y Xiao Xiaofan tomó un trozo de carne y se lo metió en la boca, mirando a Xiao Xiaodong con inocencia.

Xiao Jingfeng miró a Xiao Jingting y pensó: Sandi ha cambiado mucho, antes, continuamente llamó a Xiao Xiaofan un niño salvaje, nacido del adulterio de Xu Muan con su adúltero, él Xiao Jingting no tendría un hijo tan estúpido, cuando estaba en la familia Xiao, ambos niños aunque por nombre eran jóvenes maestros, no tenían una buena vida, volvió para verlos varias veces, ambos eran amarillos y flacos, ahora eran blancos y tiernos.

Xiao Jingfeng y los demás se sentaron a comer.

"¡Muan, el talento de tus manos es realmente bueno!" Dijo Xiao Jingfeng.

Xu Muan sonrió y dijo: "Todo es porque Jingting me enseñó bien". El arte manual de Xiao Jingting era extraordinario, sin embargo, Xiao Jingting estaba muy ocupado, así que cuando Xiao Jingting cocinaba, Xu Muan estaba a su lado para aprender seriamente, aunque no era tan bueno como Xiao Jingting, como fuera, ya era muy bueno.

"Sandi, tú también sabes cocinar". Xiao Jingfeng estaba lleno de sorpresa.

Xiao Jingting asintió y dijo: "Sé un poco, después de comer mucho, se puede saber hacerlo".

Xiao Jingfeng sonrió y dijo en secreto: También había comido mucha buena comida, pero, cuando se trata de cocinar, lo máximo que podía hacer era asar la carne, parecía haber subestimado a este hermanito suyo.

"Segundo tío, ¿tu cuerpo está bien?" preguntó Xiao Xiaofan.

Xiao Jingfeng asintió y dijo: "Ahora está bien".

"Genial, cuando estés bien, el segundo tío podrá tener bebés para que yo juegue". Dijo Xiao Xiaofan, lleno de emoción.

Xiao Jingting: "......" ¿Qué está pensando este tonto hijo suyo? ¿Qué gritas con "para que yo juegue"?

Xiao Jingfeng rió avergonzado y miró hacia Mu Shuyu, que estaba a su lado.

Mu Shuyu inclinó la cabeza y comió su comida, con la cara tan roja como un tomate maduro.

Xiao Jingting le dio a Xiao Xiaofan varios trozos de carne y le dijo: "Come rápido, come rápido".

Xiao Xiaofan sonrió alegremente a Xiao Jingting y dijo: "Gracias, papá".

Xiao Xiaodong giró la cabeza y le dirigió a Xiao Xiaofan una mirada para que permanezca callado, Xiao Xiaofan sonrió con orgullo y dijo: "Papi me da carne para comer, papi me quiere más".

Xiao Xiaodong: "......"