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SOPHIA PASÓ SUS DEDOS POR su cabello mientras observaba a Paul, ella odiaba que él estuviera exhausto por el entrenamiento vampiro en medio de las noches.
Los Cullens le estaban ofreciendo ayuda para entrenar a la manada pero las horas que había escogido eran tan ridículas que ellos no tenían en cuenta que la manada realmente necesitaba dormir aunque ellos no.
"¿Cómo estás?" Sophia preguntó mientras sostenía a Mia contra su cadera, ella acaba de estar con su hija en el parque y estaba segura de que Paul se dormiría luego de la escuela y antes de que tuviera que ir a entrenar.
Paul pestañeó mientras miraba a su impronta, él no había esperado que ya llegara a la casa y no podía evitar sonreír mientras se levantaba cuidadosamente del sofá y caminaba hacia su novia.
"Estoy mejor ahora que estás aquí" Paul murmuró mientras besaba sus labios, él haría lo que fuera para asegurarse que ella estuviera bien; los últimos dos días habían sido una pesadilla y Paul no estaba seguro de cómo iba a terminar aquello cuando llegara la batalla con los nuevos vampiros.
Sophia sonrió suavemente, respondiendo el beso. Ella estaba segura de que todo iba a estar bien; ella asesinaría a su prima si algo malo sucedía y si perdían a alguien de la manada.
"¿A qué hora es el entrenamiento?" Sophia preguntó mientras Mia chillaba y aplaudía con sus manos un poco mientras Paul la tomaba de los brazos de su madre; Paul la acurruco mientras observaba a Sophia, iba a ser otra noche larga para él.
Sophia se dirigió hacia la cocina mientras pensaba en la cena, ellos habían estado comiendo mucho en lo de Emily en los dos últimos días desde que la manada se enteró que el ejército vampiro estaba viniendo.
"Alrededor de las once" Paul contestó mientras seguía a Sophia. Él odiaba tener que pasar su noche lejos de ellas y él no estaba seguro de cuánto ayudaría estar exhausto durante la batalla.
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FIONA SONRIÓ DÉBILMENTE MIENTRAS se adentraba a la casa, ella ya casi estaba viviendo con Jacob y su padre; ella amaba estar alrededor de su novio y él la necesitaba tanto en esos momentos con todo lo que estaba sucediendo.
"Odio esto" Fiona murmuró mientras dejaba a Austin en el corralito. Él aplaudió, emocionado de ver a Mia; los dos eran grandes amigos ya que pasaban mucho tiempo juntos.
Sophia asintió estando de acuerdo mientras terminaba de lavar los platos. Ella no sabía que estaba sucediendo y la estaba matando; ella ni siquiera estaba segura de si realmente era un blanco para el ejército de recién nacidos.
La rubia no confiaba en los Cullens y tenía el presentimiento de que harían lo que fuera para salvar sus propias espaldas; ella solo esperaba que no estuvieran usando a la manada para su propio beneficio.
