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SOPHIA SUSPIRÓ, CRUZANDO sus brazos mientras observaba a su tío dejar otro mensaje furioso para Bella en su celular, igual que había estado haciendo desde que ella desapareció con Alice el día anterior.
Sophia estaba usando un vestido de tubo negro junto a unos tacones negros, se sentía un poco extraña sin Mia en sus brazos pero había dejado a la infante con una vecina ya que no podía traerla al funeral.
"Phia" Paul murmuró, frenando junto a su impronta. Él observó a Charlie, quien se encontraba caminando de un lado a otro, sintiendo un poco de pena por él.
Sophia sonrió mirando a Paul, debía admitir que le gustaba cuando Paul la llamaba así; todos los demás la llamaban Soph, así que era lindo que él tuviera su propio sobrenombre para ella.
"¿Cómo está él?" Paul preguntó, parado junto a su impronta. Toda la manada estaba alrededor y se sentía un poco mejor ahora que podía ver a Sophia por sí mismo.
No había sido suficiente para él el enviar a Jacob para chequearla, había odiado que Sam no le permitiera acercarse a Sophia o Mia mientras la Cullen estuviera alrededor.
"Furioso" Sophia murmuró, aún observando a su tío. Sintió su estómago girar, sabiendo que cuando Bella volviera habría problemas.
Sophia no tenía dudas de que cuando su prima regresara a Forks, no estaría sola; había una fuerte chance de que todos los Cullens volvieran con ella.
"¿Has oído de algo?" Paul preguntó cuidadosamente, sabiendo que la manada entera estaba esperando a ver que sucedería; a ellos realmente no les gustaba como Bella se había ido así con Alice.
Sophia negó, ofreciéndole a Paul una sonrisa pequeña. Se movió más cerca de él al ver el coche fúnebre estacionarse, sabiendo que había llegado el momento.
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"SIENTO MUCHO TU PERDIDA"Sophia susurró, observando a Sue. Ella realmente no estaba segura de que más podría decir mientras se encontraba parada junto a su tío.
Sophia había pensado que el servicio había sido hermoso y solo podía desear que hubiera alguna forma de traer a Harry de vuelta.
Leah se encontraba lejos de su familia y se veía completamente perdida. Estaba observando sus manos mientras usaba un hermoso vestido negro, sin que nadie se acercara a ella para ofrecerle palabras de consuelo.
Seth se encontraba junto a su madre, intentando consolarla. Los últimos días habían sido cansadores para la familia y habían sido destrozados ante la repentina muerte de Harry.
"Gracias" Sue contestó, ofreciéndole a Sophia una sonrisa débil. Observó otra vez a su hija, sabiendo que Leah se culpaba a sí misma por lo que le había ocurrido a su padre; ella no quería otra cosa que aliviar su mente.
