La Limerencia Del Lobo

Capítulo 27

- ¿Qué?

- ¿Por mí?

Preguntamos las dos totalmente confundidas.

- Sí, por ti - confirmó mientras la seguía señalando.

- ¿Por qué? - Lovanna cuestionó.

- Sé lo que quieres y, claramente, yo te lo puedo dar - Phoenix movió en un sutil, pero muy sensual movimiento su cabellera roja para un lado.

- Tú no sabes lo que quiero - Lovanna negó.

- Ay, linda, claro que sí - respondió - Deseas ser la pareja destinada de Tarim, lo sé y yo puedo ayudarte - le tendió la mano - lo único que tienes que hacer es tomar mi mano.

Lovanna se quedó estupefacta en su sitio, guardando silencio.

En ese momento sentí un pavor sobrehumano apoderarse de mí.

- ¡Mientes! - grite hacia ella y voltee hacia Lovanna - No la escuches - la agarre por los hombros y la hice mirarme - no hay fuerza en el mundo que pueda hacer eso - mire a Phoenix de reojo - Lou, ella miente.

Phoenix mostró cierto enfado.

- Podré ser muchas cosas, Darya, pero una mentirosa jamás - aseguró.

Dirigí mi mirada a la de Lou y note como una lagrima rebelde se escapaba de su ojo izquierdo.

- ¿Cómo? - preguntó.

Solté si cuerpo asombrada por lo que Lovanna estaba pensando hacer.

- No . . . - murmure.

- Eso es lo de menos - Phoenix sonrió - lo único que tienes que hacer es venir conmigo y yo podré hacer lo que tanto deseas realidad, no tendrás que temer ningún día más - Lovanna dio un paso hacia ella.

- ¡Lovanna, no! - grite y me dispuse a correr hacia donde ella estaba, mas mis piernas no obedecieron, no pudieron.

Al bajar mi vista note que mis piernas estaban pegadas al suelo, la tierra las había envuelto con fuerza y lo siguió haciendo hasta que alcanzó mis caderas y, posteriormente, mis brazos.

- Shhhhh - Phoenix puso un dedo sobre sus labios, estaba por gritar, pero las enredaderas que me sostenían me silenciaron - Lovanna - la llamó y estiró su mano hacia ella - estás tan cerca de estar con él hombre que amas, sería muy tonto dejar ir esta oportunidad, ¿desaprovecharas esta oportunidad que te estoy dando?

- Pero y su pareja . . . - Lovanna murmuró - si la pierde podría morir o salir lastimado . . . yo no quiero que le pase nada.

- No, pequeña - Phoenix siguió endulzándole el oído - eso no pasará, yo no lo permitiré - argumentó - hazme caso, solo eso, y créeme que no tendrás que volver a temer nunca más, estarán juntos para toda la eternidad.

Lovanna se tapó la cara con sus manos y lloró, quise decir algo, gritar algo, pero no podía, estaba totalmente cubierta de tierra y mis manos estaban aprisionadas lo que me impedía usar mis habilidades.

- Lovanna - Phoenix la llamo una vez más - El amor, a veces, es egoísta.

Dejó de llorar y lentsmente se quito las manos de su rostro y la miró entre las aberturas de sus dedos.

- El amor es egoísta - repitió y empezó a caminar, de tal modo que poco a poco alcanzó la mano de Phoenix.

- Sí, eso es - la pelirroja la agarro y la apego a ella. - Vámonos, linda, es tiempo de hacer realidad tu sueño.

Ambas avanzaron hacia el portal rojo y yo desesperadamente traté de liberarme, pero mis manos estaban inmóviles.

- ¡Noooo! - grité con todas mis fuerzas, mas no era escuchada, apostaba que lo único que se podía percibir eran murmullos ininteligibles.