Capítulo 30

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*Capítulo narrado por Lucien entre el 28 y 29*

Se estaba yendo, se la estaban llevando; a pesar de la distancia, que a cada segundo crecía más, podía sentir el dolor que le había causado mi acción y esa maldita revelación, no había sido una verdad completa, pero ella no es tonta había entendido cada maldita palabra. Lo que ella estaba sintiendo era simplemente devastador . . . y no la culpaba, podía ser un hijo de puta cuando me lo proponía.  

Debía admitirlo, cuando la encontré ya había ejecutado el plan; tenía todo calculado, con un par de meses que estuviera a mi lado era más que suficiente para que él se debilitara y sería ahí cuando comenzaría la acción, sería ahí cuando me desharía de todos mis obstáculos, pero con cada hora, cada día, cada semana que pasaba me sentía más apegado a ella, sentía que empezaba a sentir algo por ella y cuando menos lo esperaba ya estaba perdidamente enamorado de ella, cuando menos me lo esperaba . . . ya quería absolutamente todo de ella. 

El verla reír, jugar, bailar, nadar, el simple hecho de verla despertar a mi lado cada mañana y sentir su calor, sus besos, sus caricias, me estaba volviendo loco, me hacía sentir que . . . la quería, que la amaba, que . . . la adoraba.

Phoenix se encontraba delante de mí, una inefable furia se apoderaba de cada parte de mi ser.

- Tú le dijiste - No pregunté, sólo lo confirme.

Ella recorrió sus labios con el dedo índice, era evidente que la situación la divertía.

- Puede ser que sí, puede ser que no - sonrió maliciosamente.

- ¿Por qué?

- Ella tiene algo que quiero - se encogió de hombros. - pero la necesito débil, confundida, alterada y, bueno, me facilitaste las cosas al reaccionar como un neandertal - se tapó la boca con su mano ocultando una sonrisa de burla. 

Cuando dejó de burlarse hizo un gesto con su mano y algunas flores se enredaron entre mis piernas deshaciendo el hielo que me había tenido retenido.

- Ya estás libre - se dio la vuelta y decidí aprovechar esa oportunidad para avanzar por donde él se la había llevado, pero las lianas me volvieron a sujetar y me apretaron con más fuerza - Pero esa dirección no es la que debes tomar.

Elevó sus dos manos y un muro de tierra se formó entre ella y yo.

Una pequeña porción de ese muro se formó como una puerta del tamaño justo para ella y se abrió dejándola pasar.

- No iras por ella, no hoy - sentenció.

- ¿Acaso crees que puedes detenerme? - tome una posición de pelea

- Sí - toda la tierra empezó a temblar a nuestro alrededor - por más de que uses tus habilidades aquí no servirá, no hay algo que puedas usar en mi contra y recuerda - puso un dedo sobre su cabeza - la tierra me cuida, me protege de potentes amenazas. 

Enfurecido mande una bola de fuego en su dirección, pero una roca se interpuso en el camino.

- Me quedaría a derrotarte, pero tengo cosas más importantes que hacer, Lu - me mandó un beso volado y traspaso la muralla de la misma forma en que entró, cuando desapareció me quede como un idiota parado delante de ese muro de tierra.

Mire mis manos que aún tenían llamas de fuego y recuerdos de aquel día en el que recurrí a ella buscando apoyo para llevar acabo mi plan llegaron a mi mente.

***

Me adentre en la zona prohibida del bosque, en el lugar donde ninguna otra especie se había aventurado a ingresar porque sabían que era lo que les deparaba si ponían un solo pie: la muerte.

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