La noche ya había llegado y, tal como se había prometido, al sentir el primer rayo de luna adentrarse en el agua todos empezaron a moverse hacia las tierras del hombre.
El camino fue silencioso, pero a paso firme.
Cuando llegamos a la orilla de la playa todos procedieron a iniciar su transformación y adoptaron una postura bípeda para poder avanzar y esconderse entre la maleza.
- Darya - Pushaq me llamó.
Giré hacía ella.
- Trae al pilar de la creación, trae al pequeño que posee la habilidad del aire, a su cuidadora y . . . a su protector - ordenó - nosotras decidiremos si es fidedigno lo que dice.
Asentí y salí a la búsqueda de ellos.
Corrí todo el camino sintiendo como el aire chocaba contra mi piel desnuda y sintiendo como desordenaba mi mojada cabellera. Cuando noté que delante de mí se extendía una gran muralla que protegía a una pequeña población entendí que había llegado a la manada del lobo rojo, a la manada donde estaba Marium, Ben y . . . Rowan.
Me acerqué lentamente y de pronto la voz de una chica se oyó.
- ¡Avistamiento! - gritó a todo pulmón.
De un momento a otro aparecieron varios arqueros, ante eso levanté mis manos a modo de paz y hablé.
- Soy Darya, hija del mar, mate del alfa de la manada Colmillo - respiré un poco - he venido aquí en son de paz y en busca de su Alfa: Rowan.
La misma chica que habló primero hizo un ademán y todos bajaron sus armas.
- Háganla pasar.
Inmediatamente las puertas se abrieron y dos mujeres armadas se acercaron a mí para escoltarme a la entrada.
- Buenas noches, Luna de Colmillo - me saludaron con una inclinación de cabeza.
- Buenas noches - saludé de vuelta.
Avanzamos entre varias casas, debía de admitir que el ambiente en este lugar se sentía muy ligero y familiar y también, por primera vez, no me sentí incomoda, ya que por más de que me encontraba completamente desnuda nadie me miraba despectivamente o decía algo al respecto.
- Llegamos - la chica que se encontraba a mi izquierda habló.
- Gra . . . - me quedé callada cuando noté que era Melissa, la chica de cabello bicolor que fue testigo de la imprimación de Tarim. - Gracias.
Ella se quedó un poco confundida por mi reacción, mas no dijo nada solo se retiró con la otra chica.
Miré por delante de mí y una puerta color caoba se alzaba en todo su esplendor, estaba a punto de tocarla cuando esta se abrió, dejándome ver al "peor" de los entes oscuros: Rowan.
- Darya - susurró mi nombre.
- Rowan - traté de sonar firme, pero algo me decía que mi tono de voz fue algo más parecido al anhelo.
- Estás bien - dejó de agarrar la puerta y se abalanzó hacía mí para abrazarme.
Sin dudar, también lo rodeé y me di la libertad de sentir su aroma, era tan adictivo, tan exquisito, de alguna forma, deseaba que quedara impregnado en cada parte de mí.
- Darya . . . - Rowan volvió a susurrar mi nombre - Yo ten . . .
- Da . . . Darya - la vocecita de Ben me sacó de mi burbuja y lo interrumpió - !Hermana¡
Rowan y yo nos distanciamos y me acerqué al cuerpito de Ben para abrazarlo también.
- Es un gusto volver a verte, pececito - acaricié su nariz suavemente a lo que él sonrió.
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La Limerencia Del Lobo
WerewolfSe supone que el destino ya está escrito y que es inmutable, pero ¿Qué pasaría si te dijera que es la mentira más grande que podrás escuchar? En el mundo no hay paz sin guerras, no hay oscuridad sin luz. Nadie hace nada sin pedir nada a cambio. ...