Capítulo 23

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Cuando llegue a la casa que se utilizaba como punto de reunión para hacer aviso de las decisiones que se habían tomado para asuntos importantes me di cuenta que ahí ya estaba Lovanna junto a Tarim, lo que menos quería en ese momento era verlos, pero me tragué esa sensación de querer correr lo más lejos posible y me acerqué para actuar como si nada hubiese pasado. 

- Chicos - los saludé

- Darya - ambos me nombraron apenas llegue.

- ¿Qué pasó? ¿Por qué de pronto todos nos reunimos? - no dejaba de mirar a todos lados tratando de encontrar a Lucien.

- No lo sé - Tarim respondió mientras abrazaba a Lou por sus hombros. - Esto nos tomó por sorpresa a todos.

- Sí, Aslan entró como alma que lleva el diablo a la casa diciendo que Lucien nos estaba convocando - Lovanna explicó los hechos.

- A mí me aviso Ragnar - me cruce de brazos, aún buscando a Lucien.

- Ellos están allá - Lovanna señaló hasta el otro lado de la habitación, donde pude divisar a los hermanos.

- Vamos con ellos - Tarim nos tomó a las dos de las manos y avanzamos entre toda la gente hasta llegar a donde ambos se encontraban.

- Aslan, Ragnar - el peli blanco los llamó y ambos voltearon a verlo.

- Hermano - Aslan se acercó y le palmeo la espalda - Chicas.

- Lou, Darya - Ragnar nos saludo.

- ¿Qué está pasando? - me estaba empezando a preocupar un poco la situación y la incomodidad no me ayudaba para nada a calmar mis nervios. 

- Hasta donde sabemos nada grave, pero eso lo confirmara Lucien cuando empiece a hablar. -  Aslan empezó a ver por todo el ambiente - Allá está Lucien - señaló hacia la entrada y ahí estaba él, ingresando recién al lugar.

Mientras entraba miraba por toda la casa, como di buscara algo o a alguien. Se detuvo por un momento y hablo fuerte:

- ¡Silencio! - las charlas a todo volumen y los cuchicheos se detuvieron, el avanzó y sólo se escucharon sus pasos por todo el salón.

Sus ojos se encontraron con los míos y una suave sonrisa se dibujo en sus labios, desvió rápidamente su vista y se concentró en mirar a todos, pero sin quedarse mirando a algún lugar en específico y comenzó a hablar. 

- Los he reunido aquí esta noche para darles el aviso de que tendremos una nueva integrante en nuestra manada.

¿Ah?

- Ella ya ha formado parte de nosotros antes, pero por motivos personales tuvo que retirarse por un tiempo y hoy, al fin, ha regresado.

Dejó de hablar y todos seguían manteniendo un sepulcral silencio.

- Phoenix - pronunció el nombre de la desconocida claro y fuerte - pasa, por favor.

- ¿Phoenix? - Aslan y Ragnar hablaron al unísono sorprendidos, eso me hizo sentir la piel de gallina.

Las puertas se abrieron sin ser tocadas y de ellas surgió una persona que usaba una capa y capucha de color azul noche, de tal forma que su cara quedaba escondida en sombras.

Camino demostrando total elegancia y cuando quedó delante de todos se posicionó al lado de Lucien.

Él le susurró algo al oído y ella movió sus brazos hasta que sus manos tocaron delicadamente la capucha y lentamente la retiro dejando a la vista parte de su cuerpo. Lo primero que se vio fue una cabellera roja y abundante, poco a poco fue retirando toda la capa y logre ver que su piel era blanca sin llegar a ser pálida, estaba usando un vestido largo que parecía antiguo, pero que, debía admitir, solo aumentaba más esa elegancia que ya de por sí desbordaba, subió lentamente su rostro y sus facciones eran finas, pero lo que más llamó la atención fueron sus ojos.

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