- Buenas noches, Luna, me complace encontrarme con usted.
- Alfa Estefano - saludé confundida - el placer es mío.
Me tomó de la cintura y de la mano, como había hecho Lucien momentos antes.
Giré mi cabeza para buscarlo y vi que estaba a mi derecha bailando con otra chica, sentí un poco de incomodidad, mas era solo un baile y esa chica de ahí no veía que tuviera intenciones de coquetear; aparte, ya me había presentado como su pareja, respiré profundo y traté de enfocarme en seguir los pasos del Alfa.
- ¿Primera vez que baila? - llamó mi atención.
- Ah . . . Sí - de reojo miré a Lucien - ¿Por qué cambiamos de pareja?
No pude evitar preguntar.
- Es parte del baile, seguiremos intercambiando parejas hasta que terminemos con la que empezamos. - resolvió mi duda - veo que no es de su agrado el ver a su pareja con alguien más.
Abrí mis ojos por su afirmación.
- No estoy acostumbrada - no iba a negar lo que era obvio - por un tiempo solo hemos sido solo él y yo, verlo con alguien más es un poco incómodo, mas no quiero prohibirle verse con otras chicas, sería raro.
- Comprendo - seguíamos moviéndonos de lado a lado - y es normal sentir esos celos, poco a poco aprenderás a controlarlo, yo también era así cuando encontré a Luciana - sonrió - Los primeros meses no permitía que otras personas estén cerca de ella, odiaba verla sonriendo con alguien más.
Se río como si hubiese contado algún tipo de chiste.
- Hasta que ella me encaró y me hizo darme cuenta de la tontería que estaba haciendo - empezamos a avanzar dando brincos alrededor del círculo en el que nos encontrábamos - desde entonces comencé a controlarme y entender que no podía obligarla a que se aleje de otras personas, es parte del ser humano el socializar, si seguía así podría haberla lastimado.
- Gracias, por decirme esto, me siento más tranquila - nos detuvimos y volvimos al vai ven - solo es cuestión de control, es todo.
- Y de confiar - agregó él y me dio una vuelta - nuestro tiempo está por terminar, fue un gusto hablar con usted.
Me dio la última vuelta y cuando volví a mirar a su sitio ya había otro hombre.
- Buenas noches - saludó.
- Buenas noches - respondí por su saludo.
El proceso fue el mismo y, por más de que se repitió por un buen par de veces, debía admitir que era muy agradable: el girar, saltar y dar vueltas era totalmente divertido.
Después de un buen par de vueltas vi de reojo que Lucien ya se encontraba cerca y no pude evitar sonreír por saber que ya estaba a escasa distancia.
Volví a dar una vuelta y cuando miré a mí delante me quede por un momento parada.
- Buenas noches, pequeña piraña, hace tiempo que no te veo.
- Rowan - pronuncié su nombre lentamente.
- Te ves más hermosa desde la última vez que te vi en esa tienda.
Guardé silencio.
- ¿No piensas bailar?
Extendió su mano, en una clara invitación.
Miré a mí alrededor y todos ya se encontraban pegados a sus respectivas parejas mientras comenzaban a moverse.
Regrese mi vista hacia su mano que aún estaba extendida y sin pensarlo más acepté.
Apenas nuestras manos estuvieron en contacto, él me apego a su cuerpo y me tomó por la cintura.
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La Limerencia Del Lobo
WerewolfSe supone que el destino ya está escrito y que es inmutable, pero ¿Qué pasaría si te dijera que es la mentira más grande que podrás escuchar? En el mundo no hay paz sin guerras, no hay oscuridad sin luz. Nadie hace nada sin pedir nada a cambio. ...