Capítulo 14

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- Buenas noches, Luna, me complace encontrarme con usted.

- Alfa Estefano - saludé confundida - el placer es mío.

Me tomó de la cintura y de la mano, como había hecho Lucien momentos antes.

Giré mi cabeza para buscarlo y vi que estaba a mi derecha bailando con otra chica, sentí un poco de incomodidad, mas era solo un baile y esa chica de ahí no veía que tuviera intenciones de coquetear; aparte, ya me había presentado como su pareja, respiré profundo y traté de enfocarme en seguir los pasos del Alfa. 

- ¿Primera vez que baila? - llamó mi atención.

- Ah . . . Sí - de reojo miré a Lucien - ¿Por qué cambiamos de pareja?

No pude evitar preguntar.

- Es parte del baile, seguiremos intercambiando parejas hasta que terminemos con la que empezamos. - resolvió mi duda - veo que no es de su agrado el ver a su pareja con alguien más.

Abrí mis ojos por su afirmación.

- No estoy acostumbrada - no iba a negar lo que era obvio - por un tiempo solo hemos sido solo él y yo, verlo con alguien más es un poco incómodo, mas no quiero prohibirle verse con otras chicas, sería raro.

- Comprendo - seguíamos moviéndonos de lado a lado - y es normal sentir esos celos, poco a poco aprenderás a controlarlo, yo también era así cuando encontré a Luciana - sonrió - Los primeros meses no permitía que otras personas estén cerca de ella, odiaba verla sonriendo con alguien más.

Se río como si hubiese contado algún tipo de chiste.

- Hasta que ella me encaró y me hizo darme cuenta de la tontería que estaba haciendo - empezamos a avanzar dando brincos alrededor del círculo en el que nos encontrábamos - desde entonces comencé a controlarme y entender que no podía obligarla a que se aleje de otras personas, es parte del ser humano el socializar, si seguía así podría haberla lastimado. 

- Gracias, por decirme esto, me siento más tranquila - nos detuvimos y volvimos al vai ven - solo es cuestión de control, es todo.

- Y de confiar - agregó él y me dio una vuelta - nuestro tiempo está por terminar, fue un gusto hablar con usted.

Me dio la última vuelta y cuando volví a mirar a su sitio ya había otro hombre. 

- Buenas noches - saludó.

- Buenas noches - respondí por su saludo.

El proceso fue el mismo y, por más de que se repitió por un buen par de veces, debía admitir que era muy agradable: el girar, saltar y dar vueltas era totalmente divertido. 

Después de un buen par de vueltas vi de reojo que Lucien ya se encontraba cerca y no pude evitar sonreír por saber que ya estaba a escasa distancia.

Volví a dar una vuelta y cuando miré a mí delante me quede por un momento parada.

- Buenas noches, pequeña piraña, hace tiempo que no te veo.

- Rowan - pronuncié su nombre lentamente.

- Te ves más hermosa desde la última vez que te vi en esa tienda.

Guardé silencio.

- ¿No piensas bailar? 

Extendió su mano, en una clara invitación.

Miré a mí alrededor y todos ya se encontraban pegados a sus respectivas parejas mientras comenzaban a moverse.

Regrese mi vista hacia su mano que aún estaba extendida y sin pensarlo más acepté.

Apenas nuestras manos estuvieron en contacto, él me apego a su cuerpo y me tomó por la cintura.

La Limerencia Del Lobo Where stories live. Discover now