Capítulo 13

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Karla

Tomo una respiración profunda para calmar mis nervios, termino de acomodarme la chaqueta de cuero negra, nunca había entendido el por qué, las chicas cuando se meten en asuntos de la mafia se visten de negro y cuero.

Ahora lo hago

Ciertamente, sientes como el poder recorre tus venas, sabes cuál es tu posición y estás dispuesto a hacerles saber hasta dónde llegar tal poder, con tal de que te respeten.

Eres la puta ama del lugar

Miro mi reflejo en el espejo, los nervios de que algo vaya a salir mal mi invaden pero me obligo a tranquilizarme, ¿qué tanto problema puede ser?

Ya asesiné a un hombre

Esto debe ser pan comido, ¿no?

-¿Dea?- escucho la voz de Enzo- ¿Estás bien?-

-Si...- respondo- en un momento salgo-

-Tomate el tiempo que necesites, no hay prisa-

Asiento, aunque no pueda verme. Tomando una última respiración profunda, salgo del vestidor, veo a Enzo, sentado en la orilla de la cama con las piernas colgando. Me mira de arriba abajo desde mis piernas hasta mis pechos que están enfundados en la camisa de seda. Sonríe.

-Los pantalones de cuero se convertirán en mis favoritos- dice- te resaltan ese hermoso trasero que tienes, dea-

-¿Cómo me veo?-

-Como la ama y señora de la mafia que eres, Karla-

-Estoy nerviosa- admito- sé que esto debe ser algo fácil, digo...-comienzo con mi parloteo- ya le rebané el cuello a un hombre...-

-Y le rompiste un brazo a otro- agrega.

-También eso- froto mis manos ligeramente sudadas- ¿Cómo te sentiste cuando hiciste todo esto por primera vez?-

Mi esposo arquea sus cejas con sorpresa, parece que no esperaba que le preguntara eso, pero necesito saberlo.

-Bueno, ¿la verdad?- asiento- estaba aterrado, era la primera vez que empezaba hacer esto- señala a su alrededor- pero también sabía, que si cometía un solo error todo se iría al carajo- asiento- cariño, es normal tener miedo y nervios. Ven-

Me hace una seña para que me acerque, con cuidado de no lastimar su pierna me siento en su regazo, sus brazos me envuelven rápidamente dándome calidez y refugio. Besa mis labios rápidamente.

-Sí, hay algo que sí puedo decirte- asiento- muéstrate segura, no dejes que ellos vean el miedo en tu mirada. Demuéstrales, que eres la Dama de la mafia Italiana y el por qué te has ganado ese derecho-

-Está bien-

-Te van a cuestionar, te van a preguntar- me mira- pero no estás en obligación de responder y si lo haces, hazlo de manera única- sonríe- ya sea con palabras o con balas, no me opongo a ninguna de la dos-

-Que pueda cerrarles la boca-

-Exacto- acaricia mi mejilla- aparte, no estás sola- besa mi mejilla- Flavio y los demás estarán para socorrerte en caso de que sea necesario, incluso yo estaré cerca de ti- señala mi anillo de bodas- como quiera, ellos saben que si no quieren sufrir las consecuencias de sus actos, será mejor que respeten a mi esposa-

Enzo, me da palabras tranquilizadora junto a pequeños cariños, sonrío al sentirlo besar mi cuello hasta mi escote, engancha uno de sus dedos en el cuello de la camisa y mira dentro.

-Maldita sea, te pusiste el corsé negro con encaje- masculla- vas a volverme loco, dea-

-Oye, dijiste que tenía ir con estilo-

Dolce amoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora