23 Sobre cómo tener sexo en la oficina

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Hola a todos, aquí Coco, quien al fin está agarrando pulso en este año que inicia, y decidió hacerlo trayendo un nuevo cap de su historia favorita ^u^ Espero que les esté llendo muy bien en este 2022, que guste mucho el nuevo ciclo que empieza,y sobre todo, que el amor, melizabeth y bendiciones sigan colmando su casita ^3^ Les debo una pequeña disculpa, no me dió tiempo de terminar Mi Diosa Luna (que fue la ganadora del concurso de Karaoke), pero no importa >u< Sé que me perdonarán con esta nueva entrega de la historia que ganó la votación, vamos con todo en este año, fufufu. Ya saben qué hacer UwU ❤️

***

Eran exactamente las tres de la tarde, y como siempre, Meliodas llegó puntual a su cita médica. Llevaba su impecable camisa planchada, su gabardina negra favorita, y tenía una expresión relajada. Un sobre color manila reposaba bajo su brazo, y tenía en la cara una sonrisa de profunda satisfacción profesional. Nada en su apariencia indicaba que aquella consulta fuera algo especial, solo otra asesoría, una reunión laboral con su consultor experto en la materia. Llegó al impecable negocio cuya decoración interior ahora armonizaba con la estación primaveral, y saludó a la asistente con una inclinación de cabeza.

—Buenas tardes, Mela.

—Buenas tardes señor Demon. ¿Quiere que lo anuncie con la doctora?

—Sí, por favor. Avísale que ya llegué. —Una sonrisa cortés, un par de botones en su teléfono, y al instante la médico se enteró de que su paciente favorito estaba por subir las escaleras. Nada en aquella charla indicaba que pasara nada fuera de lo extraordinario, nada. Excepto tal vez, la expresión cómplice que mostró la pelimorada mientras lo acompañaba a la escalera. En cuanto el rubio se quedó sólo subiendo los peldaños, casi soltó una risa al pensar en cuánto habían cambiado las cosas.

La primera vez que fue ahí, Gowther prácticamente lo había llevado arrastrando. Las veces posteriores fueron menos difíciles, aunque igual, él siempre se había sentido al borde del ataque de nervios. Ahora, a varios meses de la primera vez que visitó la sexshop, no solo se sentía cómodo en ella, sino que anhelaba que llegaran los momentos de sus revisiones. Tres toques a la puerta, dos segundos de silencio, y entonces la voz más angelical del mundo le dio entrada.

—Adelante.

—Buenas tardes doctora.

—Que alegría verlo, señor Demon. Pase, pase. —Agradeciendo con una nueva inclinación de cabeza y tras sentarse frente al escritorio, el feliz ojiverde le pasó el sobre manila con una expresión de profunda satisfacción en el rostro.

—Lo conseguimos doctora. El borrador del capítulo doce fue aprobado, oficialmente llegamos a la mitad del texto. Ahora, el contrato para su publicación es un hecho.

—¡Eso es estupendo! ¿Me regalará esta copia?

—Claro. Además incluye las correcciones que usted me hizo y que resultaron todo un éxito. En las últimas hojas vienen las dudas que aún tengo sobre el tema. —La bella ojiazul levantó una ceja con una expresión curiosa y apretó los labios, como si estuviera tratando de contenerse de mostrar una sonrisa. Sacó los lentes de lectura de su bata, se llevó un dedo a los labios, y leyó con interés mientras su paciente esperaba a su evaluación.

—Maravilloso —concluyó—. Veo que al final se decantó por incluir una escena de sexo en el baño.

—Sí. Según la investigación que me mandó, acciones como comer, dormir y bañarse juntos refuerzan el concepto de ser una pareja sólida. Justo lo que espero para mis protagonistas. —Una mirada fugaz llena de fuerza, una sonrisa de dos segundos, y luego la albina se aclaró la garganta para continuar.

Letras y SexoWhere stories live. Discover now