Ya no (Parte II)

477 54 66
                                    

Evan estaba harto de que siempre acabase apartándolo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Evan estaba harto de que siempre acabase apartándolo. No podía soportar más que, cada vez que tuviese un problema, se encerrase en ella misma sin querer recibir la ayuda de nadie. Ni siquiera la suya. Y lo peor era que todavía no se daba cuenta de que aquel tipo de actitudes solo hacían que dañarla más. Así había ocurrido cuando pasó lo de Eric y se alejó de todo el mundo, y no terminó nada bien para ella.

Sí, estaba enfadado, pero no tanto con ella si no con esa parte casi autodestructiva que hacía que una y otra vez intentase aislarse. ¿Qué era lo que no entendía de que él tan solo quería estar a su lado para todo, tanto para lo bueno como para lo malo?, se cuestionó Evan. ¿Por qué siempre acababa dudando de él y de sus sentimientos?

Evan se paró, deteniendo los nerviosos y casi desesperados movimientos de los que ella no había perdido detalle, encarándola para observar esa perdida mirada a punto de estallar que no quería que se sumergiera en la oscuridad nunca más.

—Claire... Creo que tú y yo nunca hemos sido solo amigos —comenzó—. Sinceramente, dudo de que podamos serlo, porque cuando te miro y pienso que no estamos juntos o que quieres apartarme de tu lado otra vez, duele —explicó con sinceridad, agarrándose el pecho con cierta rabia—. Así que no me pidas que siga intentando ser tu amigo porque no puedo.

—P–pero es... es lo que quiero —intentó rebatirle.

En realidad, ni ella misma sabía por qué le había respondido aquello; por qué, incluso con lo que acababa de decirle, trataba de alejarle. Le habían encantado aquellas palabras y había sentido una cálida sensación en su pecho al escucharlas, pero había algo oscuro y frío dentro de ella que no le permitía ser feliz; que no creía merecer que alguien como Evan la quisiera y se preocupase por ella del modo en el que él lo había hecho siempre.

—Me da igual lo que quieras, Claire. Lo respetaría si supiese que no sientes nada por mí, teniendo que joderme por saber que la única chica que de verdad me ha gustado en la vida me rechace, pero sé que no es así. Soy consciente de cómo me miras, de cómo te sonrojas cuando estamos cerca o de las ganas con las que me besas. Y sé que lo único que existe ahora mismo para que quieras apartarme es esa cabezonería que tienes de querer pasar los malos tragos tú sola. Y no pienso dejar que lo vuelvas a hacer nunca más. Ya no.

—Pero... Yo... No estoy preparada pare tener algo contigo ahora y... —hablaron el miedo y la inseguridad por Claire, ya con lágrimas en los ojos.

—No te estoy pidiendo que seamos nada concreto, Claire. Pero tampoco pretendas que nos engañemos fingiendo que somos solo amigos, hablando de cosas de amigos y comportándonos solo como tal. Sabes tanto como yo que hay algo más. Respetaré sin pensarlo el ritmo que tú nos marques. No voy a presionarte para que pase algo que no quieras, que avancemos más o menos o que incluso le pongamos nombre a lo que podamos tener, pero no me pidas que me aleje de ti con la excusa de querer ser solo amigos porque no me la trago.

Siete vueltas al solWhere stories live. Discover now