Invitación (Parte I)

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De camino al trabajo, Evan se encontró un cuaderno en el ascensor del edificio

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De camino al trabajo, Evan se encontró un cuaderno en el ascensor del edificio. Parecía la típica agenda de una adolescente organizada; a quien le encantaba el lettering y apuntarse todo lo que debía hacer durante el día. En cuanto abrió la primera página se dio cuenta de que era de Claire. Tenía la misma letra redondeada y clara que había tenido siempre y el nombre de su empresa en uno de los apartados del cuaderno le confirmó sus sospechas, sonriendo.

Desde la mañana del día anterior, cuando se encontraron mientras él volvía de una dura operación y ella de fiesta, no habían vuelto a verse o a hablar. Pensó en numerosas ocasiones acercarse a su puerta y llamar al timbre en cuanto escuchó que estaba despierta, pero algo le impedía hacerlo. Tampoco quería agobiarla después de su descarado tonteo.

La escuchó aspirar el apartamento, poner dos lavadoras y hasta salir de casa en un par de ocasiones, pero prefirió que su encuentro volviese a ser casual como lo habían sido hasta entonces. Después de todo, siendo vecinos no era tan complicado y aquel cuaderno acababa de convertirse en la excusa perfecta para verla, aunque fue incluso antes de lo esperado.

Cuando pasó frente al bar en el que trabajaba Maddie, la amiga de Claire, la vio hablando con otra joven que no supo quién era. Claire se había levantado aquel día más pronto de lo normal para tener una reunión con Bethany, la becaria que le estaba ayudando con la preparación de la gala de presentación de la sede el Londres, antes de comenzar la semana. La gala era aquel mismo viernes y, aunque al principio dudó en si delegar tal responsabilidad en alguien con tan poca experiencia, no podía estar más contenta. A ella una vez también le dieron una oportunidad y Bethany la estaba sabiendo aprovechar, pues lo tenía todo perfectamente planificado y con numerosos planes si algo no les salía bien.

—Y por eso creo que tu discurso debería ser durante el cóctel, para que después el ambiente sea más distendido —comentaba Bethany.

—Perdona, Bethany. ¿Cuándo dices? Estoy todavía algo dormida y no me ha quedado claro —preguntó con gracia Claire, aunque lo que la mantenía despistada no era el sueño si no la nota que había encontrado en su buzón aquella misma mañana.

En ella, pese a no haber ni destinatario ni remitente, se leía un «Sé lo que sucedió en tu pasado» que le puso la piel de gallina. Su lado más racional creyó que seguramente sería una equivocación o una simple broma, pero aún así no pudo quitarse de la mente todo lo que ocurrió tantos años atrás.

—Durante el cóctel que se hará tras la bienvenida —aclaró Bethany—. No te gires, pero hay un chico guapísimo acercándose hacia aquí con una sonrisa de infarto.

Claire se giró, pero lo hizo al escuchar su nombre justo cuando Bethany acabó su frase. Evan se acercaba a ellas con una sonrisa impecable que a cualquiera le extrañaría ver a aquellas horas de la mañana, pero él era así. Se puso algo tensa al verle allí, dejando a Bethany boquiabierta al saber que se conocían, pero ninguno de los dos reparó en la descarada mirada de la rubia. A Claire tan solo le preocupaba que no se la viese alterada por su presencia, sobretodo después de la situación tensa e incómoda que compartieron la mañana anterior. Solo consiguió que una boba sonrisa se instaurara en su rostro.

Siete vueltas al solWhere stories live. Discover now