📚T R E I N T A Y C I N C O📚

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—¿A dónde vamos exactamente, Georgie? —Inquiere Heather mientras admira el paisaje.

—Vamos a visitar a alguien —La rubia abre los ojos con sorpresa mientras repasa su atuendo.

—¡George! —El chico la mira asustado. —¡Vine con unos jeans desgastados! —Se queja.

El pelirrojo ríe. —No te preocupes, no va a juzgar tu ropa —Asegura.

Ella intenta estar más tranquila pero le cuesta un poco, los nervios son tantos que no duerme en todo el camino, pero comienza a comprender todo cuando paran frente a un gran terreno y frente a ella el nombre del lugar.

Sin decir nada baja del auto junto a George y se adentran a lugar, ella se aferra al brazo de su novio y deja que la guíe en medio de tantos senderos hasta llegar a donde ella ya sabía lo que vería. La tumba de Fred Weasley.

Al principio en realidad no sabía que decir, no sabía si abrazar a George o darle un poco de espacio, pero entonces él la miró y le sonrió levemente mientras tomaba su mano y depositaba un beso en esta.

—Hola, hermano —Inició. —Perdón por no haber venido antes, pero estaba enojado con la vida —Él parecía que en serio hablaba con una persona frente a él, y a Heather se le llenaron los ojos de lágrimas. —Vine hoy, porque decidí que mañana sería un buen momento para la reapertura de nuestra tienda, así celebraré nuestro aniversario, hermano —Heather sintió como se le puso la piel de gallina, nunca se preguntó la fecha de cumpleaños de su novio, para nada tenía idea de que ese día sería mañana, se recompuso pensando que no era momento para pensar en un regalo sorpresa. —Y te traje a la responsable de que todo esto regresara a la vida, incluido tu hermano —Jala a la rubia para que se posicionara enfrente de la tumba. —Ella es Heather, es una muggle, pero creeme, hay más magia en su corazón que en todo Hogwarts. La quiero, hermano, a mamá le agrada y estoy seguro de que a ti también te hubiera caído bien, y perdiste, Fred, la conquisté aún sin una oreja —Bromea.

Heather se aferró al torso de su novio mientras le sonreía como lo único que podía hacer.

—Bueno hermano, eso es todo, sólo quería que no te pierdas de nada —Le hace una seña a Hesther para que comenzaran a alejarse pero ella lo detiene, ganandose una mirada confundida de George.

—Hola, Fred —Comenzó a ella. —Mmm... Tal vez no te conocí, ni tú a mí, pero por lo que George me cuenta, sé que nos hubieramls llevado bien, tal vez seríamos buenos compañeros de bromas a Georgie —El nombrado le dedica una mala mirada y ella sólo le sonríe. —Sólo quiero asegurarme de que sepas, que me encargaré de que George sea feliz, y de su bienestar, aprenderé a cocinar sus comidas favoritas y como promesa, nuestro primer varon se llamara Fred —Suelta una risita que provoca mil mariposas en el estomago de George. —En serio espero ser la novia que esperabas para tu hermano, sólo llevamos un mes juntos, pero por mi cuenta corre que se vuelva una vida entera, y tendremos muchos hijos como Molly —Vuelve a reír. —En serio espero que entre todos los planeados hayan unos gemelos, porque sino voy a llorar mucho.

—Oh, no cariño, lo intentaremos hasta que lleguen los gemelos.

—¡George! —Le regaña Heather sonrojada y el pelirrojo solo ríe. —Cómo decía... —Resopla mirando de nuevo al pedazo de roca dónde se graba el nombre del gemelo Weasley mayor. —No te preocupes por George, yo lo cuidaré ahora.

George no puede evitar abrazar a su novia por la espalda y apretujarla entre sus brazos hasta que entienda lo mucho que la adora.

—Sé que tú me la envíaste a mi vida, hermano, y en serio te lo agradezco —Dejó un beso en la frente de su novia y dejó el ramo de flores que Heather no supo de dónde sacó y ambos se despidieron de Fred y regresaron al auto en total silencio, pero un silencio agradable, de esos que disfrutas mientras caminas a lado de la persona que quieres.

—Gracias, por traerme, al final sí escogí el atuendo correcto —Susurra la rubia muy cerca del rostro de su novio para luego dejar un corto beso en sus labios.

—Gracias a ti por lo que hiciste allí, cada día confirmo que tengo a la persona correcta a mi lado, y no la pienso dejar ir —Le devuelve el beso de la misma manera.

—No pienso irme jamás de tu lado Georgie, lo prometo —George le sonrió y luego besó la frente de su chica. —Ahora vayamos a casa mientras me explicas porque no me dijiste que cumplías mañana.

El pelirrojo sólo soltó una carcajada.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍| 𝚐𝚎𝚘𝚛𝚐𝚎 𝚠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora