📚C I N C U E N T A Y D O S📚

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F I N A L

Año nuevo al fin había llegado, y los Weasley esta vez sí que la festejaban en grande, a pesar de que Teddy no se encontraba allí con ellos ya que la pasaría con su abuela. Todos parecían niños, Ron, Hermione, Ginny y Harry corrían por todo el campo con sus varitas despegando chispas mientras George y Heather miraban desde el medio teniendo una gran vista, Molly y Arthur estaban en la cocina observando todo desde la ventana conservando el calor. Fleur, Bill y Charllie —Este último apenas llegando de su trabajo— llevaban lo que parecía una conversación seria pero no molesta, pues conservaban una pequeña sonrisa que indicaba que todo estaba bien.

Al rededor de las once de la noche George alzó la varita dejando escapar de ella un fuego artificial amarillo, Heather seguía riendo hasta que la bulla de los demás también se detuvo.

Ambos se pararon de entre medio de la nieve siendo rodeados por los chicos que ya estaban cerca y los adultos que salieron a paso rápido apenas vieron la señal.

—¿Qué está sucediendo? —La rubia trató de no sonar asustada.

—Pues... —Hermione y Ginny rieron divertidas. Poco a poco la Smith se dió cuenta de que no solo ellas sonreían así, todos lo hacían.

—George... —El mencionado rió ante la reacción de su novia.

—Tranquila, cariño, esto te va a gustar —Rodeó con su brazo libre a su novia mientras volvía a alzar la varita. Otro fuego artificial, pero esta vez en una forma muy curso de corazón. Heather se sonrojó un poco.

—Es muy lindo —Alcanzó a balbucear.

—No pierdas la vista del cielo —Nego con la cabeza haciéndole caso.

Está vez Ron fue quien lanzó un fuego artificial en forma de estrella. Poco a poco todos comenzaron a lanzar sus propios fuegos artificiales de colores y formas diferentes deleitando la vista de Heather.

Nuevamente George tomó su mano abrazándola de la espalda pero está vez para acomodar su varita en manos emocionado a Heather. Ella sabía que no podría producir magia con ella, pero aún pudiendo no hubiera intentado hacer algo con esa varita. Era la primera vez que la tocaba, estaba rasposa y parecía tener algunas astillas. George levantó la varita aún en manos de Heather al cielo y ayudó a su novia a ponerla en el ángulo justo.

—A la cuenta de tres sosténla con todas tus fuerzas y por nada del mundo quites la mirada del cielo —Le susurró al oído logrando estremecer a la más baja por el calor producido con el aliento del pelirrojo sobre su cuello. Ella solo alcanzó a asentir. —Uno, dos... Tres.

Heather sostuvo con fuerza la varita y aún cuando sintió la vibración provocada por la magia de George solo la sostuvo más fuerte y no quitó la mirada del cielo cuando los demás de la familia lanzaron un destello al cielo al mismo tiempo, tardó unos segundos, al menos unos tres o cuatro, antes de que la frase.

«¿Quieres ser mi señora Weasley?»

Apareciera en el mapa nocturno de estrellas. Heather se paralizó unos segundos ¿Acaso ya se había quedado dormida y este era una especie de sueño? Porque entonces no quería despertar.

Sin embargo su atención está vez recayó en la mano que había tomando la suya para bajarla y que dejara de apuntar al cielo. Era su pelirrojo nuevamente, pero está vez, ya no estaba detrás, sino frente a ella con una mano tomando la suya y la otra en el bolsillo.

En definitiva no estaba soñando.

Heather Elizabeth Smith, desde el día en que te cruzaste en mi camino aquella vez en el café, jamás pude dejar de pensar ni un segundo en ti —La voz del más alto sonaba nerviosa, pero divertida, lo que hacía sentir a la nombrada que algo iba a explotar dentro de ella. —Fuiste el rayo de luz en mi oscuridad, cuando creí que me habían arrebatado el sentido de la vida llegaste tú a sacarme de ese oscuro pozo sin fondo, no hay nada ni nadie que pueda hacerme arrepentir del paso que voy a dar, y... Espero que todo salga como lo planeé. —No fue hasta el momento en que George plantó una rodilla al piso que las lágrimas de Heather se desataron cuál cascadas, con pequeños hipidos. George sacó de su bolsillo una cajita de terciopelo rojo, y dentro descansaba un precioso anillo de oro, con pequeñas piedrecitas decorando la joya. —Heather Smith ¿Quieres casarte conmigo y cumplir la promesa de los gemelos?

Ella quería responder, mover la cabeza, ALGO, pero su cuerpo se negaba a actuar. Fue hasta que vió el pánico en los ojos de su pelirrojo que su cuerpo reaccionó y su boca soltó un fuerte.

—¡Sí!

Y entonces quién se shockeó ahora fue George.

—¿C-cómo?

—¡Sí!¡Sí quiero casarme contigo! —Se abalanzó sobre su chico llenándole de besos la cara hasta que él la detuvo para poder ponerle su anillo. Luego de asegurarse de que le venía bien ella se lanzó a besarlo, fue un beso largo que ambos disfrutaron, ambos sientieron esa pequeña carga eléctrica en sus pechos que conectaban a través de sus lenguas en aquel beso profundo. Únicamente se separaron cuando toda la familia empezó a aplaudir y gritar, Heather había olvidado completamente que ellos estaban allí; la familia Weasley. Su familia.






Aún falta nuestro epílogo ;)
La segunda parte de esta aventura ya está en mi perfil, no te olvides de estar al pendiente, luego de subir el epílogo publicaré la presentación UwU

—Stell✨🧃

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍| 𝚐𝚎𝚘𝚛𝚐𝚎 𝚠.Where stories live. Discover now