Capítulo 18 🎤

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Lala se hallaba sentada en medio de su cama con el teléfono pegado a su oreja y sujetado por su hombro, eran cerca de las tres de la madrugada cuando recibió la llamada de Gaby, que atendió porque pensaba que sucedió algo importante

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Lala se hallaba sentada en medio de su cama con el teléfono pegado a su oreja y sujetado por su hombro, eran cerca de las tres de la madrugada cuando recibió la llamada de Gaby, que atendió porque pensaba que sucedió algo importante.

—¿Es en serio? ¿Le dijiste todo eso? —inquirió con sorpresa.

—Sí... me comporté como una cualquiera, ¿verdad? Ahora me siento avergonzada, pero en ese momento no podía pensar...

—No, creo que te comportaste como una mujer libre de prejuicios...

—El caso es que no puedo creer que le esté haciendo esto a Matías... —dijo con tristeza.

—Matías es un idiota que no te merece —zanjó Lala con decisión—, deberías dejarlo y revolcarte con el pianista guapetón —añadió.

—Si pienso en otro cuando estoy con él es que ya no lo amo, ¿cierto?

—Lo que tienes con él no es amor, Gabriela, y está lejos de serlo... Se llama dependencia, y algunas personas lo confunden con el amor —dijo con decisión—. Ya te lo he dicho un millón de veces...

—No puedo terminar con él...

—¿Por?

—Por mi carrera —susurró.

—Tu carrera es tuya, ¿no te das cuenta de que el poder lo tienes tú? Eres tú a la que las personas admiran y cuyo nombre gritan... eres tú la que tiene los millones de seguidores, la fama y la voz increíble. Él es quien se está valiendo de ti para ascender mientras te hace creer que lo necesitas y que es el salvador de tu carrera. Si terminas con él se puede quedar si desea, sobre todo si tú lo deseas... si no, se puede ir, productores y agentes no te faltarán, ¡eres Ágatha, por Dios! —zanjó.

—Dios... terminar ahora sería... un estrés más para mi vida, la gira, la universidad, mi poco tiempo...

—O te daría luz libre para aprovechar tu poco tiempo en la cama con un hombre que te complazca como el tonto de Matías no lo hará jamás, ¿no?

—¿De qué me serviría? No quiero sexo solo por sexo...

—Eso no es lo que decías recién...

—No estaba pensando... por eso —admitió ella.

—Al menos recorrer ese camino te ayudaría a conocerte más, a saber qué es lo que deseas, ¿no? Porque al final, hoy conociste a una nueva Gaby que no sabías ni que existía. ¿Qué tal si hay más Gabys dentro de ti que merecen ser descubiertas?

—No me ayudas —zanjó con un bufido.

—Porque quieres que te diga que olvides al pianista y sigas con Matías, eso es fácil y a mí no me gusta lo fácil. Sabes que yo jamás diré eso... Matías me cae mal y me molesta como te trata, el pianista al menos te hará alcanzar un agudo fuera de una canción —bromeó.

Un salto al vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora