Solo eres un mujeriego que vaga por la vida sin amor

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PDV de Justin

Summer beso mi mejilla con rapidez y se deslizo hasta la salida, fulmine con la mirada a los chicos ya que por su imprudencia ella había escapado y empuje la silla para ir tras ella, pero unas delgadas manos me detuvieron, Lindsay me agarraba el brazo con fuerza hincando sus uñas rojas en mi piel, la mire mal y me solté de su agarre bruscamente, ella junto sus finos labios en una línea recta.

-¡Tenemos que hablar Justin!- farfullo con la mano en su cintura en una pose que no le lucia.

Solté una carcajada sin gracia y esta abrió la boca para decir algo pero la interrumpí.

-Tu y yo no tenemos nada de que hablar- musite desinteresado.

-Claro que si osito-abrazo mi cuello- ¿o es que acaso olvidaste lo bien que la pasábamos?- dijo antes de morderse el labio inferior cosa que no me pareció nada sexy, respire profundo y desate su agarre de mi cuello colocando sus manos a sus costados.

-Primero que nada Lindsay mi nombre es Justin, sabes que odio los apodos estúpidos- hizo un puchero- segundo, pensé que te había quedado claro que lo nuestro fue de solo una noche, en realidad nunca hubo un nosotros, tu te me insinuaste y en un momento de embriaguez yo acepte, lo que fue un error ya que te inventaste una historia entre nosotros que ni sucedió ni sucederá nunca.

-¿Cómo puedes decir eso después de las noches que pasamos?, Justin yo te amo, y yo se que con el tiempo tu también me amaras a mi- su maquillaje se deslizaba sobre sus mejillas a causa de las lagrimas que surgían de sus ojos azules, sentí pesar por ella pero no podía hacer nada mas.

-Eso no tiene sentido- tome sus hombros- mira Lindsay, tu eres una chica muy linda y cualquiera estaría encantado contigo, pero yo, yo no, solo tengo ojos para una persona, ya creo que quedo claro- murmure y entrecerró sus ojos con enojo secando sus lagrimas con agresividad

-Todo esto es por la idiota de Summer Evans- escupió con ira- Ella no es nada comparada conmigo, ¿es que acaso no te das cuenta?- grito provocando que toda la cafetería se fijara en la escena que comenzaba a formar.

-De lo único que me doy cuenta es que cometí uno de los peores errores de mi vida al pasar la noche con alguien como tu- Gruñí- y estas equivocada, Summer es todo comparado contigo, solo eres una chica despreciable que envidia la felicidad de los demás- y al decir esto me envió una bofetada que resonó por todo el lugar, en otro momento me hubiese dolido, pero ahora no sentía nada, solo lastima.

-Nadie me habla así- apunto gritándome- y nadie es mejor que yo, ¿me entiendes?.. Solo estas cegado porque esa zorra te metió cosas a la cabeza, cosas que no eres, te conozco Justin, eres solo un mujeriego que vaga por la vida sin amor porque tu madre nunca te quiso, y ahora te la das del chico de buenas costumbre, se que todo es una mentira y que solo buscas acostarte con ella porque no es tan fácil como otras, ¿eso es?, ¿una patética actuación?

-Piensa lo que tú quieras, al fin y al cabo siempre haz echo eso, y ultima vez que insultas  a Summer, porque la próxima vez que te escuche reaparecerá mi lado malo, y no sabes de lo que soy realmente capaz- la amenace.

Tome la gorra de la mesa para salir de la cafetería a grandes zancadas, estaba enojado por la actitud de Lindsay pero más que todo, porque aun no sabía porque Summer estaba tan rara, debía encontrar alguna forma de hacerla sentir bien.

Vi a mi hermosa castaña en los alrededores hablando por teléfono, esta parecía enojada puesto que gesticulaba cada palabra encolerizada, colgó la llamada y metió su teléfono con agresividad en su bolsillo, algo malo había ocurrido, trote hasta ella y me detuve hasta tenerla al frente, ella era un poco mas baja que yo por lo que tenia que subir solo unos centímetros la cabeza para poder verme, su ceño estaba fruncido y sus ojos entrecerrados ya que la luz del sol chocaba contra ellos, me quite la gorra y la acomode sobre su cabeza, se veía realmente sexy.

-Gracias por eso- murmuro con una mueca.

-No es nada, se te ve mejor a ti que a mi. Oye lamento como los chicos se comportaron allá dentro, se que a veces hacen unas preguntas muy intensas, te aseguro que no intentaba incomodarte en lo absoluto- le dije y esta me dio una media sonrisa.

-Lo se Justin, yo lamento no haberte agradecido por las flores, te juro que me encantaron- musito con una hermosa sonrisa que hizo que la mía apareciera.

-Es un gran alivio oír eso, no sabía cuales eran tus flores favoritas así que temí equivocarme- confesé y esta se mordió el labio tiernamente.

-Son las Dalias, pero me fascinan las rosas, el hecho de tengan un escudo para protegerse es lo que me atrae, a veces la hermosura ciega.

-¿a que te refieres?- le pregunte curioso.

-No es nada- se encogió de hombros- Te hacía en la cafetería.

-Es que me dejaste preocupado gracias a tu dramática salida- bromee y este solto una pequeña risita.

-Solo no quería estar allí, todos nos miraban muy extraño, no me gusta la atención de mas- me explico.

-Entiendo, eso responde el hecho de que hayas escapado, pero aun queda una cosa, y esa es lo extraño que haz actuado desde que llegaste- la mire a sus hermosos ojos grisáceos.

-Ya te he dicho que no es nada Justin.

-Y yo ya te he dicho que no te creo, ¡Vamos Summer!, ¿dime que pasa? … porque acabo de verte hablar por teléfono y no parecías muy feliz- sonrió sin ganas.

-Es solo que.. Discutí con mis padres Justin, ellos no entienden el hecho de que necesito de su compañía, que es mas importante su familia que su trabajo- me confeso en un murmullo, sus ojitos cristalizados me rompieron el corazón, odiaba verla así, abrí mis brazos para luego atraparla en un abrazo, ella apretó mi cuerpo con sus brazos y dejo caer su cabeza en mi cuello, su nariz rosaba mi piel por lo que me estremecí contra ella, una risita salió de sus labios.

-¿Qué?- le pregunte al no entender porque reí.

-No sabia que provocaba en ti eso- se alejo un poco solo para verme a la cara, me guiño un ojo coqueta.

-No se de que hablas- me hice el desentendido.

-No te hagas, temblaste en mis brazos.. – se burlo a lo que solté una sonora carcajada.

-No exageres, tu nariz me hizo cosquillas- me defendí.

-Aja si, échale la culpa a mi nariz- musito divertida.

-Es una linda nariz- le dije depositando un pequeño beso en la punta de esta.

-Para ti toda yo soy una lindura- giro los ojos sonriendo- el exagerado aquí eres tu.

-Yo no tengo la culpa, tu belleza me ciega.

-Ventaja muy mala Justin.

-Querrás decir muy buena, me tienes loco por ti, tu encanto me esta matando- murmure.

-De eso no soy culpable, no hago nada con intención a no ser que seducirte lo sea – su mentolado aliento choco contra mis labios, estaba peligrosamente cerca de mi, unos centímetros mas y …..

la venganza es dulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora