la venganza es dulce

Viendo porno mientras "agitas la leche"

   Dios como amaba dormir, era la segunda cosa más maravillosa del mundo, la primera obviamente era comer, eso no cabe duda. Con recelo me puse de pie, ya era domingo, lo que significaba para mía un día insignificante en donde el tiempo pasa tan velozmente que sin darte cuenta ya es lunes, me deslice escaleras abajo hasta la cocina, y opte por el desayuno mas rápido que conocía, cereal, después de llenar mi tazón me deje caer en el sofá y con el dedo gordo del pie oprimí el botón ON del control de la televisión.

   Lo próximo fue 3 horas seguidas de caricaturas, apague el televisor y me puse de pie, mi trasero estaba entumecido y acalambrado por tanto tiempo inmóvil en el sofá, deje el tazón en el lavado y subí a mi habitación para darme una corta ducha, había decidido ir a ver a David, mi musculoso mejor amigo David. Con jeans ajustados, camisa holgada y una cazadora que hacia juego salí de mi departamento, sin auto puesto caminar algunas veces no me sentaba mal.

   Al llegar toque el timbre, había olvidado lo hermosa que era su casa con ese estilo tan campestre y rustico que me encantaba, acomode mi cazadora y en minutos la puerta se abrió, Maya, la madre de David me recibió y me mostro una gran sonrisa al verme, me dio un cariñoso abrazo y beso mi mejilla.

-Cariño que linda estas- exclamo pellizcando dulcemente mi mejilla- ¿Vienes a ver a David? - me pregunto sin dejarme hablar- Claro que vienes a verlo, Esta arriba en su habitación, se pondrá contento al verte, ya sabes la segunda puerta a la derecha- me dijo, haciéndome caminar hasta las escaleras, y así era la madre de David Dulce pero siempre estaba acelerada. Divertida camine hasta su habitación y cuando estuve frente a su puerta, toque.

-Adelante- se escucho dentro de la habitación, tome el pomo de la puerta y lo gire abriéndola, asome mi cabeza, David sonrió en mi dirección y me hizo señas de que entrara, cerré la puerta detrás de mi.

-¿Por qué no me avisaste que vendrías?- me pregunto, abrazándome fuertemente, bese su mejilla.

-Quería darte una sorpresa- le explique rompiendo el abrazo- Llevaba puesta una camisa sin mangas que le hacia justicia a sus musculosos brazos, bermudas y tenis, el era guapo- Pero temía que la sorpresa me la llevase yo, sabes .. Tu.. Encerrado en tu cuarto.. Haciendo cosas..-sonrió burlón- Pensé que te encontraría viendo porno en tu computadora mientras “agitas la leche”- murmure burlona, una carcajada salió de su parte.

-Claro que no- negó con el ceño fruncido pero con una sonrisa- Soy de la vieja escuela, nunca lo haría con un video, para eso están las revistas y la imaginación- bromeo y arrugue la nariz asqueada, alargue una risotada.

-Que asco de personas somos-musite sentándome en el extremo de su cama- ya había olvidado lo ordenado que eres- le dije. Y era así, todo en su habitación estaba perfectamente ordenado, me dio vergüenza, mi cuarto en estos momentos era un lio.

-A diferencia de ti- se burlo, lo fulmine con la mirada- Tenemos tantas cosas que hablar Summer-vocifero y asentí- ha pasado muchas cosas..

-Muchas- concorde- y ahora mi vida es mas complicada que te mentiría si te dijese que a veces no tengo ganas de huir e irme a Miami- suspire cansada llevando apoyando mi cara de mi mano.

-Tengo algo que te calmara esa ansiedad que tienes-musito. Y camino hasta la pequeña despensa que tenía en la esquina de su habitación y tomando dos cervezas de mantequilla camino hasta mí extendiéndome una, la tome gustosa-Ahora suelta todo lo que tengas que contarme.

-Pues siento que estoy volviéndome a enamorar de Justin- susurre, con los ojos cerrados porque no quería ver su reacción, al cabo de un momento me obligue a abrir un ojo, David seguía igual- ¿no me dirás nada?- le pregunte extrañada, negó.