Desde que Summer llego puso mi mundo de cabeza.

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Me senté junto a Steph el cual deposito un sonoro beso en mi mejilla, sonreí en modo de saludo y comencé a comer lo que quedaba de mi pizza.

-¿Y como ha estado tu día?- pregunto en su intento de parecer interesado pero toda su atención esta puesta en su comida.

-Bien- solté en mi intento de creerme mi respuesta.

-No te creo- musito Austin, levante la vista y este me miraba fijamente con una ceja enarcada- Por alguna razón se cuando una chica miente, su voz suena un tanto chillona cuando no dicen la verdad- sonrío provocando que también lo hiciera

-Dinos que te pasa- Diego me apunto con su papa rizada, negué.

-¿Por qué no quieres decirnos?- me pregunto Stephen esta vez viéndome a los ojos.

-Porque no se que me pasa- me encogí de hombros- las chicas somos así, a veces estamos bien, otras veces estamos mal- trate de no darle importancia.

-Ósea que prácticamente son unas bipolares- dijo Austin, asentí intentando no reír.

-Exactamente así- murmure llevando a mi boca el ultimo trozo de pizza.

-Lo mejor de mi día es ver tu sonrisa, y si ésta esta ausente es un día perdido- susurro suavemente en mi oído, cerré los ojos aguantando el suspiro que amenazaba con salir, y conté hasta tres para girar mi cabeza, su mirada color miel se posaba en mi como si fuese la única del lugar, y esa sonrisa que me volvía loca estaba presente dejándome sin respiración, sonreí como una idiota y este se mordió los labios. Llevaba una camisa negra que se apegaba a su ejercitado cuerpo, vaqueros rasgados, tenis de marca y una gorra que derrochaba mucho flow, y en su intento de parecer desarreglado era un experto, solo el sabia como lucir una simple ropa, sus manos que estaba tras su espalda dejaron al descubierto un ramo de rosas blancas, la extendió hacia mi y sonrió como un niño pequeño, creo que hasta pude ver sus mejillas ruborizadas, las tome muriéndome por dentro y este se dejo caer a mi lado con la mirada de toda la cafetería en el, no exagero cuando digo toda la cafetería.

-Aclaro su garganta y tomo una papa de la bandeja de Diego- ¿Qué hay chicos?- musito como si nada hubiese pasado, como si no acabara de matarme.

-¿Qué clase de brujería le hiciste a Justin?-me pregunto Stephen con la boca abierta, sentí el calor en toda mi cara.

-¿Podrías dejar de hacer siempre tus preguntas incomodas?- le dije y este negó.

-¿Te sientes bien hermano?- dijo Diego colocando su mano en la frente de Justin, este aparto la cara incomodo.

-¡Dejen todos de actuar como estúpidos!- exclamo Austin- es obvio que Justin le trajo flores porque están en una especie de relación, todos sabemos que eso iba a pasar en cualquier momento, tienen todo mi apoyo chicos- Austin nos sonrió y yo solo quería que la tierra me tragase.

-¿Por qué estas triste?- Justin me dedico toda su atención ignorando a todos en la mesa, y lo peor fue que no negó lo que dijo Austin.

-No lo estoy- mentí.

-No mientas cariño, lo veo en tus ojos- tomo mi mentón- no están brillando siempre lo hacen y hoy no.

-No se de que hablas- aparte la mirada- estoy como siempre- sonreí falsamente.

-Casi logras convencerme, a esto de hacerlo- hizo una seña con sus dedos- pero no fue suficiente- abrí la boca para hablar pero este me callo- ¿Cómo te saco la respuesta?, ¿a besos o a cosquillas?, tu decides- sonrió coqueto y no pude evitar reír- esa si es mi Curvas- exclamo rodeándome con su brazo, los chicos nos miraban raro.

-Esto definitivamente es que se aproxima el fin del mundo- exclamo Diego.

-No seas estúpido Diego, el fin del mundo fue en el 2012 y ya estamos al 2014 y seguimos vivos lo que significa que eso no existe, es un tonto rumor que inventaron los incas para hacerse los interesantes- farfullo Steph provocando que todos en la mesa carcajeáramos.

-¿Qué paso con lo de no caer antes los encantos de una chica?- pregunto Austin y Justin se encogió de hombros.

-Fui un idiota, estaba totalmente equivocado- volteo a mirarme y sonrió- desde que Summer llego puso mi mundo de cabeza- musito y toda la cafetería suspiro, nos miramos todos sorprendidos.

-¡Aquí todos son unos chismosos, búsquense una vida!- exclamo Stephen como un viejito amargado, le sonreí y este me correspondió.

-¿Y que, ya son novios?- pregunto Austin provocando que me ahogase con la soda, seque mi boca con la manga de mi camisa.

-¿Ven?- grito Steph- no soy el único que hace preguntas incomodas.

-Cállate- Exclamo Diego- Deja que hablen, esto se volvió interesante.

-Pues..-comenzó a decir Justin- a decir verdad- lo interrumpí.

-Tengo que irme a mi clase, el profesor es un enojón y no quiero terminar con un reporte de 50 hojas- mentí tomando mi mochila- Nos vemos después chicos- exclame besando rápidamente la mejilla de Justin y deslizándome entre las mesas evitando la mirada de todos que pasaba de las rosas a mi cara.

la venganza es dulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora