Me encanta que quieras marcar tu territorio.

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Vi a Justin aparcarse por lo que hice lo mismo, gire la palanca de cambios y apague el motor. Me miraba en el espejo con las mejillas enrojecidas, el cardenal era notable y no tenia como ocultarlo puesto que a la playa no se va con maquillaje, talle mi rostro con fuerza y respire profundo. “tranquila, quizás nadie lo note”  me dije a mi misma tratando de convencerme de algo que era imposible, me gire para tomar la mochila y abrir la puerta, pero ya Justin se me había adelantado y extendía su mano para ayudarme a salir, le sonreí agradecida y tome su mano.

-¿Todo bien?- me miraba con expresión curiosa, su mano aun sujetaba la mía.

-Asentí lamiendo mis labios antes de fijar mi vista en un punto fijo.

-¿Enserio?- enarco una ceja para dedicarme una mirada sarcástica.

-Resople aburrida- Ok no, no lo estoy. ¿Cómo estarlo teniendo esto a la vista?- señale el chupetón y este sonrío mostrando su perfecta dentadura.

-¿Ese es el motivo?- me pregunto y asentí- pensaba que te estabas arrepintiendo de haber venido- me dijo y me mordí los labios instantáneamente.

- Nada de eso Justin- abrace su cuello y bese la punta de su nariz- No me hagas caso, solo estoy exagerando- musite y este me dedico su hermosa mirada color miel.

-Quizás me pase un poco con las demostraciones de afecto- acaricio suavemente el pequeño hematoma y cerré los ojos a tal contacto de su piel con la mía-Pero si te sirve de consuelo, también tengo unos cuantos- abrí los ojos para ver el cardenal violeta en su clavícula, este estaba acompañado de dos mas pequeños en su cuello, sonreí sintiendo como me ruborizada y una seductora risa salió de sus labios.

-¿No te molesta?- le pregunte y este negó con rapidez.

-Me encanta que quieras marcar tu territorio, sabes para que sepan que soy tuyo- bromeo, lo mire risueña y golpee suavemente su brazo.

-Nunca dejas de ser un idiota- solté divertida y este sonrío.

-¿Te hago reír no es cierto?.

-Claro que si.

-Entonces vale la pena- acuno mis mejillas entre sus manos- Me vuelve loco cada vez que te veo reír o sonreír, veo eso muy atractivo en ti, curvas- susurro sobre mis labios antes de besar estos con lentitud.

Su mano se deslizo hasta la parte baja de mi espalda atrayéndome mas a su cuerpo, sonreí a tal acto y sorbí su labio para luego morder este con delicadeza, rompió el beso pegando su frente a la mía enviado un suspiro el cual amortiguo mis labios.

-No es bueno contar el dinero frente a los pobres- el tono destilaba diversión, Justin se puso a mi lado y sonrío al ver a Lockie frente a nosotros.

-Siempre interrumpiendo los mejores momentos- bromeo Justin chocando los 5 con el rubio musculoso, este carcajeo y se encogió de hombros.

-Así soy yo hermano- sonrió coqueto y volteo a mirarme- ¡Summer!.

-¡Lockie!- musite en el mismo tono extraño que el había utilizado, bese su mejilla y le di un pequeño abrazo.

-¿Así que.. todo bien entre ustedes no?- pregunto moviendo las cejas de arriba abajo.  Me mordí los labios para no explotar en carcajadas y Justin solo resoplo incomodo.

-¿No le hagas caso si?- Justin rodeo mis hombros con su brazo- solo lo hace para molestar.

-Es cierto Summer, solo me gusta ver sus gestos y lo incomodo que ponen- sonrío de lado- es simplemente divertido.

-Divertido va a ser cuando te demuestre quien es el rey del Surf- musito juguetón a lo que no pude evitar carcajear.

-Si eso lo veremos- reto Lockie mirándolo con ojos entrecerrados y una sonrisa desafiante.

-Si bueno, mientras ustedes tienen su guerra de miradas yo me cambiare.

-¿necesitas ayuda?- pregunto pícaramente Justin y negué divertida.

-Puedo sola, igual gracias por preocuparte- me burle, deje un beso en su mejilla y me aleje hasta el vestidor mas cercano.

Mis pies se enterraban en la arena provocando que trastabillara al caminar, sentía que de un momento a otro perdería el equilibrio y terminaría con la cara contra la el suelo, era eso, o probablemente me insolaría por la falta de bloqueador, a lo lejos divise el pequeño cubículo, camine como pude hasta el, y en minutos ya me encontraba lista, con un perfecto bikini que marcaba mi figura, tome mi bolsa y salí del incomodo lugar en el que estaba para ir en dirección a una tienda pero en un cerrar de ojos mis pies se enredaron con algo que sobresalía del suelto, cerré los ojos para sentir el impacto pero algo o mas bien alguien lo detuvo, aturdida abrí un ojos solo para encontrarme la imagen de un hermoso Derek sin camisa, sosteniendo mi cuerpo para que no callera.

la venganza es dulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora