la venganza es dulce

Extraño tu cuerpo Summer

-Esa nube tiene forma de auto- exclame apuntando al cielo. Nos encontrábamos acostados en el césped admirando el cielo y la forma de sus nubes, ya hacia dos horas que habíamos llegado y ni rastros de irnos.

-Si, esta genial pero mira esa de allá- apunto la nube- tiene forma de un gran pene- musito divertido, voltee a mirarlo con el ceño fruncida y se echo a reír.

-Eres asqueroso-musite y este me miro burlón- ¿No puedes disfrutar sin hacer referencia a el sexo?, por favor…

-Oye Tiene forma de eso, yo no puedo hacer nada- se defendió- a demás no es como que no hayas visto ya uno- se burlo y golpee su brazo- Lo siento, solo jugaba contigo- me dio una mirada de perrito y gire los ojos divertida.

-Estas loco- le dije, y este se giro apoyando la cabeza de su mano para poder verme mejor.

-Loco por ti- canturreo, con una sonrisita perversa.

-No me atribuyas  tu locura, ya eras así cuando te conocí.

-Si bueno, pero .. Me volviste aun más loco- su mano se poso en mi abdomen, la camisa quedaba por encima de mi ombligo, mire su mano fijamente- sin hacer mucho esfuerzo logras seducirme- lamio sus labios, y me sentí desfallecer.

-Just..-me calle cuando sin darme cuenta su cara estaba a centímetros de la mía, trague en seco al sentir su respiración tan cerca.

-Extraño tu cuerpo Summer- me confeso en un susurro, respire profundo para tratar de controlar mi respiración- ¿No tienes nada que decir?- abrí la boca pero nada salió, negué- ¿No?-repitió y negué, sonrió-  Pues yo si, y ya que es primera vez, lo soltare sin  filtro- Me Gustas- lo mire con una ceja enarcada.

-¿Mucho o poquito?

-Mucho es poquito cariño- sonrío coqueto mostrando los hermosos hoyuelos de sus mejillas- me gusta todo de ti, incluso hasta la manera en que te molestas conmigo, la forma en que me miras, en que me hablas, tu olor, es que es tan…-suspiro cerro sus ojos sonriendo- no se como explicarlo, y lo que produces en mi cada vez que te veo, va mas allá de un simple tirón de estomago, se siente como una avalancha.

-Si sigues así…-comencé a decir pero me interrumpió. Necesitaba parar este repentino ataque de sinceridad.

-¿Si sigo así que?- me pregunto desafiante- lo siento no puedo evitarlo Summer, yo no tengo la culpa de que me gustes. La culpa la tienes tú, por tener todo lo que me encanta. Como esa expresión que haces cuando te acaricio- rozo con la yema de sus dedos la piel de mi abdomen, cerré instantáneamente los ojos- a eso me refiero.

-¿A que me muero por que me toques?- solté sin pensarlo, lleve una mano a mi boca avergonzada y molesta por mi diarrea verbal, no debía salir si yo no lo había ordenado, ¿ok mentensita?, ok.

-Soltó una carcajada- En realidad me refería a que me encantas y ni se que somos, pero hay que seguir siéndolo, porque me hace feliz, me hace sentir mas vivo, como si pudiese comerme el mundo, en fin quiero estar contigo, no ahora ni en un rato, ni siquiera varias horas. Quiero estar contigo así de simple, así de siempre- me confeso, y todo en mi interior estaba hecho un caos, mi corazón estaba que salía de mi pecho sin contar en que debía forzar a mis pulmones para que respiraran porque ni eso querían.

El color carmesí de sus mejillas fue colirio para mis ojos, acaba de expresarme todo lo que jodidamente sentía, sin limitarse nada, con las mejores intensiones, y yo lo único que hacia era verlo, sin decir palabra alguna con el rostro neutro. Y paso. Le sonreí como si nunca me hubiera hecho daño, olvidando por ese momento mi pasado.

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- ¿Crees que sea conveniente hablar con mi padre?- me pregunto. Conducía de nuevo a la ciudad, su mano en ningún momento soltó la mía.