la venganza es dulce

¿Son novios?, ¿No han considera ser novios?

Aparco el auto frente a una gran mansión de ladrillos, desde su confesión ninguno de los dos había tenido el valor de hablar sobre el tema así que supuse que el me estaba dando mi tiempo para asimilar lo que había dicho, aunque en realidad yo solo quería olvidarlo. después de rodear el auto y ayudarme a salir como ya estaba acostumbrado, Justin me condujo hasta la entrada de su casa, el hermoso pórtico estaba adornado tan delicadamente que me daba pesar entrar, se apoyo de una columna y me dio una mirada dándome a entender que ya era hora de entrar, pero no me atrevía, desvié la mirada y comencé a mordisquearme el labio inferior incómoda, tomo mí mano y tiro de ella para hacerme pasar dentro de la casa, la cual estaba tan bien decorada que me encantaba.

-  ¿Ves que están despiertos? - me miro sonriente.

Todas las luces estaban encendidas

- Si, pero aun es tarde para visitas- hice una mueca y este paso una mano por su sedoso cabello.

-No para mi familia- sonrió- somos noctámbulos. Ahora deja aun lado la vergüenza, estas en tu casa ¿estas bien?- asentí siguiéndole la corriente- lo que es mío es tuyo, esto abarca todo- me miro perverso y gire los ojos divertida.

- Respeta la casa de tus padres- exclame y este soltó una risita.

- Solo estoy bromeando- se encogió de hombros con una sonrisa.

La puerta al fondo se abrió de golpe y la viva imagen de Justin pero con unos 20 años mas se asomo con una sonrisa cálida portando una pijama que lo hacia ver serio, su cabello castaño oscuro estaba cuidadosamente peinado y las arrugas que se formaba en sus ojos debido a la sonrisa que traía era una cualidad raramente sexy; se acerco hacia Justin y lo atrapo en un fuerte abrazo el cual Justin le correspondió, beso su frente y se separaron.

-No te esperaba hasta mañana, pero primero que nada preséntame a tu amiga- sus ojos se posaron en mi y sentí mis mejillas arder, su padre era guapo y muy joven.

-Esta señorita de acá es Summer Evans- musito con una sonrisa y yo extendí mi mano para que luego el padre de Justin la estrechara con suavidad.

-Un gusto Summer, yo soy Jasón, el hermano mayor de Justin- bromeo y no pude evitar soltar una risita, a la cual Justin giro los ojos.

-Papa por Dios nadie te creería eso- se burlo y Jason lo miro mal.

-Un gusto conocerlo señor, Justin me ha hablado mucho de usted pero no me había dicho que era tan joven- murmure y este sonrió abiertamente mostrando se dentadura.

-Es que mi hijo me envidia- bromeo a lo que los tres carcajeamos- no, hablando enserio, gracias por el alago, la verdad es que no todo los días me recuerdan lo joven que estoy, y no me digas señor Summer, dime Jason o no se Jay Jay, como desees cariño- comenzaba a amar a este hombre, era definitivamente un payaso- Justin también me ha hablado mucho de ti- mire a Justin y desvió la cara rascando su nuca. 

-¿bien o mal?- pregunte con una mueca en la boca.

-bien, obviamente- le envió un guiño a Justin provocando que el sonriese cómplice-espera, hay alguien que también quiere conocerte- soltó y lo mire confundida cuando el padre de Justin asomo su cabeza en la habitación de donde había salido y se hacia aun lado para dejar salir a una hermosa mujer de cabello rubio, era hermosa y joven, su sonrisa creció cuando vio a  Justin y luego me vio a mi, acomodo el albornoz que traía puesto y se deslizo hasta nosotros, beso dulcemente la mejilla de Justin y luego se acerco a mi.

-Summer ella es mi esposa Katherine- sonrió enamorado, los dos se veían realmente enamorados, ella sonrió aun mas y me atrapo en un pequeño abrazo dejando dos besos en mis mejillas, era muy dulce.