Capítulo XXVII

716 42 6
                                    

Entré en el club nocturno, destrás de Chris. Dentro nos encontraríamos con Vince, Thomas, Val y Tiffany. La última era una molestia, pero le había prometido a mi amigo que iba a ignorarla y ser toda una dama ejemplar, sólo por esta vez. No era mi costumbre hacerle caso, pero quería arreglar las cosas por definitiva con él, y debía poner de mi parte, si eso iba a suceder. El club estaba a oscuras, y la máquima de humo no facilitaba la vista. Un mar de personas nos empujaba, haciendo casi imposible el caminar, ni siquiera sabía cómo era posible que bailaran con tanto cuerpo apretado. Me escondí detrás del gran cuerpo de músculos que era Chris, él deslizo una de sus manos hacía atrás y como pudo me situó delante de él, puso sus manos sobre mis caderas y me fue guiando hacía donde se supone estarían nuestros amigos, y la arpía.

-¡Allí están!-casi gritó, mientras señalaba a una mesa al fondo. Lo que más llamó mi atención fue Tiffany, que vestía un corto vestido rosa de lentejuelas, era como una discoteca andante. No era tan feo, si le agregarás un poco más de tela en la zona de las piernas y el escote frontal fuera un poco más recatado, pero le daba crédito, no podía negar que se veía decente. Sacudió su rubio cabello desteñido y lanzó sus brazos hacía Chris, me quite de en medio justo antes de ser arrollada por ella. 

Gruñí. Eso no había sido un accidente. Le sonreí a Val, que estaba rodeada del gran brazo de Thomas. Me devolvió el gesto y se acercó para envolver mis hombros en un cariñoso abrazo.

-Ese vestido te queda increíble-elevó la voz lo suficiente para poder ser escuchada. Observé mi vestimenta, Shellby había insistido en que usara uno de sus vestidos nuevos, estaba segura de que lo había comprado para mí, no era una coincidencia que se hubiera equivocado de talla. Era lindo, azul celeste y se abrazaba a mi silueta, hasta llegar a la mitad de mi muslo. Murmuré un rápido "Gracias". Y me senté junto a Vince, quien me recibió con una gran sonrisa, pasó su brazo sobre el espaldar de mi silla, pero algo me decía que ya le había quedado bien claro que entre él y yo no habría nada más allá de la amistad que ya teníamos. 

La música inundaba el lugar, y yo sólo observaba a mis amigos bailar, me había negado a bailar con alguno de ellos, sobre todo Chris, de quien Tiffany reclamaba atención cada 3 segundos. Había optado por ignorarlas, aunque era lo más difícil, considerando su chillona voz y sus comentarios a cada cosa que decía. Aunque había disminuido su intensidad al ver como su querido "novio" se molestaba cada vez más. 

-Oye, te prometí que te divertirías...-Observé a Chris, las gotas de sudor descendían de su frente, y su camisa se pegaba a su cuerpo, dejando notar su abdomen escultural-Baila conmigo-Tomó mi mano, pero me negue, no habría forma en que yo bailara con él. Todo estaba demasiado bien, no necesitaba arruinarlo confundiendo a mi cabeza con sentimientos no correspondidos. La chica de vestido llamativo casi chilló reclamando la atención de Chris, era algo natural. Sabía que no tardaría demasiado en venir tras él, y 5 minutos fue su límite. Era extraña la manera en que ambos parecían intercambiar miradas y comentarios, y cómo no. Estaban discutiendo. Suspiré. No quería ser la razón de una mala noche para mi amigo, más aún cuando sabía lo molesta que se volvía Tiffany. 

Ninguno se dio cuenta cuando me levanté de mi asiento y caminé hacía la barra. Un trago sería muy bienvenido en mi sistema nervioso. Algo me decía que hoy me emborracharía como nunca antes. En cuanto estuve cerca de la repisa de mármol me hice espacio como pude, esquivando a chicas considerablemente más altas que yo y chicos que, a decir verdad, eran repugnantes. El chico tras la barra enarcó una ceja hacía mí. Bien. Hora de prácticar lo enseñado por Val. Mordisqueé mi labio inferior mientras batía mis pestañas repetidas veces, el chico emitió una carcajada y enseguida se dirigió hacía mí.

-Espero no arrepentirme de esto. ¿Qué puedo ofrecerte, preciosa?-Más de cerca pude notar las pequeñas líneas que surcaban al borde de sus oscuros ojos. Bastante mayor. 

Rumor has itWhere stories live. Discover now