Rumor has it

Capítulo XIX

Deslicé el traje por mi cuerpo y con ayuda del encargado, un poco demasiado lindo, termine de quitarme el traje que exigía que usáramos en el campo de paintball. 

-Ya estás lista-me dedicó una sonrisa y sostuvo por mí el casco de protección. No pude evitar corresponderla y mirar sus claros ojos avellana. Sentí la mano de alguien apoderarse de mi cadera, no hacía falta voltear para saber quién era. 

-¿Todo bien, peque?-me susurró, podría derretirme entre sus brazos si seguía hablándome con ese tono. Giré para encontrar su rostro a escasos centímetros del mío. Hablando de morir. Bajé la cabeza, apenada. ¿En serio? ¿Iba a ponerme nerviosa justo ahora? Maldije por lo bajo, sintiendo mis mejillas arder y la risita de Chris. Recordé al encargado, que estaba junto a nosotros, lo que sólo ocasionó que me sonrojara aún más. Levanté la vista buscándolo, pero no estaba allí. ¿Tan incómodo se habría sentido? Joder. 

-Ainhoa-me giré para ver a ¿Victoria ó era Valery?, mierda, nunca podría recordar el nombre de esa chica, a pesar de que había pasado toda la tarde jugando junto a ella. Me observó extrañada y con una pequeña sonrisa escondida. Seguí la dirección de su mirada. Claro. Me alejé de Chris, obviamente incómoda. Lo escuché suspirar a mi lado-¿Quieres venir a comer algo conmigo y Valery, en un rato?. 

-Gracias, pero tengo otro planes-comenté apenada. Me despedí de ella y Thomas y subí a la camioneta con Chris, dispuesta a ir a casa y darme una buena ducha. Este juego me había dejado agotada. 

-¿Y...a dónde vamos?-Mierda. Mordí mi labio, sin saber que responderle a Chris. ¿De verdad creía que hablaba de él? ¿Que hay de Tiffany? 

-Yo...-intenté decir, pero las palabras no salían, había un nudo en mi garganta que no me permitía hacerlo-voy a salir con alguien más...-logré decir. Estaba asombrado, y herido, pero sabía que era más cosa de su orgullo. 

-Ah, que bien-Me encogí de hombros, rogando que no fuera a preguntar nada más-¿Es alguien que conozca?-¿Estaba celoso? Por supuesto que no, me respondí como cualquier loca. Asentí, esperando que captara la indirecta de que no quería contarle más nada-¿Quién?

Joder. 

-Daniel-Podría decir que sus ojos casi se salen de orbita, pero era exagerar. Se mostró serio y no me dijo nada más, por lo menos hasta que estuvimos frente a mi casa. Por su ceño fruncido podía intuir que estaba escogiendo bien sus palabras. Aguardé en silencio, no quería forzar las cosas.-¿Vas en serio con ese tipo?-su mirada se mostraba fría, como las noches de invierno, logrando así llevar escalofríos a mis brazos. 

-No lo sé. No es tan malo como parece ser...-murmuré. Suspiró y luego rió. ¿Qué demonios?. 

-Ya sabes lo que quiere, ¿no es así?-en su mirada había pura maldad. 

-Ya basta, Christian-le grité. No quería pelear con él, no después de haber pasado una tarde tan perfecta con él. 

-¿O qué, Ainhoa? Ya me cansé de repetirte lo mismo siempre-ahora estaba serio y subió su voz, logrando así estar casi gritando-No vengas a mí llorando después de que te haya tenido en el asiento trasero de un auto-Mis mejillas se encendieron y mi rostro se descompuso, ¿acaso pensaba que era una fácil?-Eso no fue lo que quise decir...-Sentí la adrenalina, junto con la furia recorrer mis venas y en un rápido movimiento le propiné un golpe en la mandíbula. Se mostró sorprendido, y molesto. Salí rápido de su camioneta y corrí a mi casa, sin darle tiempo de seguirme. 

Me senté en el frío suelo y no mostré resistencia alguna cuando Daniel puso su mano sobre la mía, me dedicó una sonrisa ladeada, que no perdía la soberbía, pero cada vez era más natural. Me pasó una lata de Coca-Cola y chocó la suya contra la mía. Señaló la vista frente a nosotros, un par de niños corrían, mientras se lanzaban un balón. Sonreí y me encogí de hombros. 

-Yo, vivía con un buen raspón en la rodilla-confesé. El se rió y negó con la cabeza. 

-Eres muy diferente a las demás...-Su oscura mirada observó mis labios con deseo.

-¿Qué te puedo decir? Soy única-me reí, intentando perder la seriedad en sus palabras. A pesar, de que me sentía muy atraída por él, en realidad, no quería besarlo. Poco a poco estaba descubriendo detalles de él y no quería arruinar eso. Una vez que le diera la oportunidad de poner sus labios sobre los míos sería sólo eso, algo me lo decía dentro de mí.

-No lo dudo-se burló. Le propiné un empujón y cayó de espaldas riendo. Rodé los ojos divertida y me levanté. Se estaba haciendo tarde.-¿Te veré el sábado, niña?-su mirada divertida me obligó a sonreír y asentir. No podía quejarme, estaba haciendo una gran esfuerzo, y yo sabía apreciarlo. 

-Sé que no puedes vivir sin mí-bromeé, me dedicó su más sincera sonrisa y luego se despidió. 

Golpeé repetidamente la bolsa frente a mí, estaba tan confundida, que no podía pensar con claridad. ¿De verdad valía la pena intentarlo con Daniel? Estaba siendo tan...diferente a como pensé que sería. Por otro lado, estaba Chris. ¿Cómo es que pensé conocerlo tan bien y ahora era un completo cretino cada vez que nombraba a Daniel?. Me descargué con el saco, lanzando golpes rápidamente. Suspiré agotada. No le había dirigido la palabra a Christian, a pesar de que hizo hasta lo imposible por hacerme sonreír. Seguía molesta, y no tenía ninguna intención en cambiar mi actitud con él. Recogí mis cosas, necesitaba pensar, así que caminaría, si no, iba a seguir descargando mi ira hasta lastimarme, y no quería volver a tener otra lesión en la mano, sólo aumentaría mi mal humor. Caminé silenciosamente, estaba oscuro, por lo que procuré ir rápido, no era muy lejos de casa, pero seguía asustada por la noche en la que Daniel fue mi "héroe". En menos de 5 minutos divisé mi casa. Las luces encendidas me daban a entender que mi padre estaba en casa. Abrí la puerta, sin intención de hablar con él. 

-Ainhoa, ¿quieres venir un segundo?-Escuché a mi padre gritar desde la sala. En realidad, no. Quise decir, pero me pareció sensato no hacerlo molestar. Caminé cansada hasta la habitación. 

-¿Pasa algo?-pregunté fastidiada. Tragué saliva al verlo sentado junto a mi padre, de verdad, no esperaba ver esto. 

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Hola, hola. Tarde pero seguro. 

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