Rumor has it

Capítulo VIII

Abrí mis ojos, soñolienta. Me dolía mucho la cabeza, y no había bebido ni una sola gota de alcohol. La imágen de Chris furioso, alegre, juguetón, y muchas caras más aparecieron en mi mente. Demasiadas emociones para una noche. Fuí hasta el baño, a darme una ducha de agua fría. Ya habían pasado 7 días, hoy no tenía porque cumplir con la apuesta. 

Tome unos jeans, de los más viejos que encontré en mi armario y una camiseta de fútbol. Luego me observe frente al espejo. No pude evitar emitir una gran y sonóra carcajada. Me veía totalmente ridícula. No sé si era por el hecho de que mi pantalón más que colgar en mi cadera, estaba siendo arrastrado. Y la camiseta era demasiado grande, podría jurar, incluso, que le quedaría a Chris. No entiendo porque ahora me daba cuento de esto. Me desvestí y tome un jean y una camisa un poco holgada, del montón de ropa que había comprado junto a Jessica. Desenredé mi cabello y lo dejé suelto. Tomé mi mochila y la eché sobre mi hombro, no tenía hambre, así que salte el desayuno y salí por la puerta principal.

-Ver para creer-Chris me sonrió desde su camioneta. Idiota. Lo ignoré y seguí caminando. El auto se movió despacio, a mi lado, de una forma que mi amigo pudiera verme-. Pensé que ibas a devolver todo.

-Cállate-espeté y seguí caminando. 

-No seas ridícula, Ainhoa. Sube al auto-Seguí mi camino, como si no fuera conmigo. Escuché la puerta del auto abrirse y luego cerrarse. Antes de que pudiera girarme, Chris sujetó mis rodillas y me levantó sobre su hombro, como si de un saco saco de papas se tratase. Maldije por lo baje y comencé a golpear su espalda. Abrió la puerta y me sentó allí. Lo fulminé con la mirada.

-Te estas volviendo un verdadero dolor en el trasero-me crucé de brazos, y observé hacía el asiento del piloto.

-Y tú, una verdadera malcriada. Haz esto más fácil para ambos-enarcó un ceja, desafiándome con la mirada. Maldita mirada encantadora. Suspiré derrotada. Escuché una pequeña risita y luego Chris depositó un largo y sonóro beso en mi mejilla.

-Te odio-murmuré. Su sonrisa se amplió aún más. 

-Seguro-Me guiñó un ojo y se fue hacía el lado del conductor y subió rápido a la camioneta. 

Me encontré a mí misma, observando el salón vacío, sentía que había olvidado algo, pero no podía recordar bien qué era. Sacudí la cabeza, me estaba volviendo loca. Me adentré en el estrecho pasillo, que estaba repleto de estudiantes, que corrían a ver no se qué afuera. Decidí seguirlos, a lo mejor era alguno de los chicos. Corrí lo más rápido que pude, entre el montón de adolescentes. Suspiré agradecida, luego de ver a 2 alumnos de primero. Seguí caminando, alejándome de ese desastre. Miraba el suelo y como el día había sido casi tranquilo y perfecto. Tropecé con alguien, subí la mirada, para encontrarme con Tiffany, casi podría jurar que ví miedo en sus ojos. Me reí y pase por su lado, golpeando su hombro en el camino. Ni una sola palabra salió de su boca. Seguí caminando, victoriosa de aquel encuentro. Creo que le había dejado bien en claro lo que pasa si te metes conmigo. Había estado buscando por años el momento perfecto, lejos de Chris, que siempre se entrometía en mis peleas, como si fueran las de él.  Cerca del estacionamiento estaba Thomas con...¿la pelirroja?. Los saludé a ambos y seguí mi camino, creo que había interrumpido una sesión de besos. 

Me acosté sobre la hierba, respirando lentamente. Cerré mi ojos, ya que la luz del sol me molestaba un poco en la vista. La suave brisa golpeando mi rostro. Escuché las hojas crujir bajo las pisadas de alguien. Decidí ignorar de quien se tratase, estaba muy a gusto. 

-¿Cómoda?-La voz de Vince eliminó el completo silencio en el que me encontraba. Abrí un sólo ojo y le sonreí-¿Puedo?-señaló el lugar a mi lado. Asentí. Se acostó y observó el cielo-¿Qué le ves de interesante a esto?-murmuró aburrido.

-¿Has considerado el quedarte callado por más de 1 minuto, por primera vez en tu vida?-dije irritada. Podría haber cambiado mi imagen, pero mi humor seguía siendo el mismo.Una pequeña carcajada salió de su garganta. Rodé los ojos y volví a mirar hacía el azul cielo.

-¿Qué vas a hacer esta tarde?-aún había una sonrisa en sus finos labios, y estaba apoyado en su brazo, logrando una visión completa de mi rostro. 

-Creo que nada, ¿por qué?

Se encongió de hombros, algo que me pareció bastante difícil en la posición en la que se encontraba.

-¿Te gustaría ir conmigo al cine?-sus ojos huyeron de mi mirada. Me quedé en silencio. Eramos amigos, una salida al cine era algo normal.-ó tal véz a comer un helado ó...

-El cine esta bien-lo interrumpí. Sus ojos brillaron y se levantó de un salto. Extendió sus manos hacía mí, supongo que para ayudarme a levantar. Lo ignoré y me levanté por mis propios medios.

-Pasaré por ti a las 6-besó mi mejilla y se alejó corriendo. Raro. Negué con la cabeza y camine hacía el edificio, sólo quedaba una clase por el día de hoy.

Estaba tirada sobre mi cama, mirando el techo. La puerta de mi habitación se abrió dejando ver a un sonriente Chris, como siempre. Fingió casi caer sobre mí y se echó a mi lado, como cuando eramos niños. 

-¿Qué haremos hoy?-su alegre voz hizo que me diera un vuelco en el estómago. Lo miré avergonzada, por alguna extraña razón.

-Vince me invitó al cine, ¿Quieres ir?-pregunté inocente. Frunció el ceño.

-¿Vince?-preguntó como si aún no pudiera aceptarlo. Asentí- ¿Te pidió que fueras al cine con él?- Volví a asentir. Gruñó y luego negó con la cabeza.

-¿Qué?-inquirí molesta, ¿ahora que mosco le picó? 

-Nada-respondió a la defensiva, pude notarlo. Quería golpearlo, insultarlo y luego sacarlo de mi habitación. Idiota. Me levanté de la cama y avancé hacía la ventana, dándole así la espalda-¿Sigue en pie la invitación?-susurró en mi oído. Me quedé helada al sentir sus labios tocando mi oreja. 

-S...sí-dije mientras me alejaba. Chris se quedó un par de minutos mirando por la ventana. 

-Perfecto-dijo al girar, con una sonrisa matadora, de esas que te hielan la sangre. Suspiré-¿Vince va a pasar por ti?-asentí-¿Te molesta si espero aquí contigo?-negué con la cabeza. Sonrió y se lanzó sobre mi cama, cruzando los brazos detrás de su cabeza. Su camisa se levantó un poco, dejando ver la perfecta curva que iba desde su abdomen hasta más allá de sus pantalones. Mordí mi labio. Chris carraspeó, lo ví y fruncía el ceño-¿Cuantás veces debo decirte que no hagas eso?-lo observé confusa. Él negó con la cabeza, y dejó de mirarme.

Escuché el timbre, suspiré pensando si debía levantarme a abrir yo misma ó esperar a que Shellby fuera. Escogí la segunda opción. Estaba demasiado cómoda, mi cabeza descansaba en el regazo de Chris, y el resto de mi cuerpo en el cómodo sofá negro. Vince apareció con una gran sonrisa, luego vió a Chris, frunció el ceño y podría jurar que ambos se estaban retando. 

-¿Estas lista?-dijo Vince, sin quitar la mirada de Chris.

-Claro. Chris vendrá con nosotros, ¿no hay problema, cierto?-le sonreí. Negó con la cabeza y todos fuimos hasta su auto. Me senté en el asiento del copiloto y Chris detrás. El camino al cine fue silencioso e incómodo. Quería bajarme y devolverme a mi casa. Este día se estaba volviendo de tranquilo a insoportable. En la fila para comprar las entradas parecían par de niños, discutiendo por lo más mínimo. Les propiné un buen golpe a ambos, comenzaban a ser ridículos.

-Me voy-dije, aún discutían. Ni siquiera me miraron cuando comencé a caminar hacía la salida. Idiotas. Ya me las arreglaría para volver a casa, así fuera caminando. Apenas crucé la puerta una ráfaga de viento muy fría envolvió mi cuerpo. Lamenté enseguida el haberme puesto esos cortos shorts y la ligera camisa. Miré a ambos lados de la calle, ante de cruzarla. Estaban un poco vacías para ser miércoles. Me esperaba un larga caminata hasta mi casa, teniendo en cuenta que había llegado hasta aquí en auto.

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Holaa, gracias a los comentan y votan. Por favor no dejen de hacerlo porque así sé que si la leen y no estoy perdiendo el tiempo hablando sola, bueno escribiendo. 

Besosss.