Capítulo VI

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Día 7. 

Me observé frente al espejo, mi cabello parecía imposible de dominar. Por lo que me metí bajo la ducha fría, el agua acarició mi piel y y engulló mis pensamientos, como si fuera una piedra dentro de un papel. Lavé mi cabello con más fuerza de la necesaria, y repetí el proceso como 5 veces. Desenrede mi cabello y deje que se formaran las suaves ondas, me vestí con lo primero que encontré dentro de las bolsas. Pensaba devolver todo luego, no quería recordar esta catastrófica semana. Descendí por las escaleras, y me senté frente a mi padre, como de costumbre. Comí mi cereal en silencio, totalmente consciente de las miradas entre Shellby y mi padre. 

El camino a la escuela fue aún más tortuoso, sola y en silencio. Una gran camioneta negra se detuvo a mi lado, la ventana del pasajeroo bajó y una media sonrisa de parte de Chris apareció. Me subí sin siquiera pensarlo. Me cruce de brazos, sin apartar la vista del camino, cosa que mi amigo no hacía. Carraspeé un poco irritada, esperando que él se diera cuenta. 

-Estoy orgulloso de ti-dijo rompiendo el silencio, y debo admitir, que liberando la tensión que se había creado entre ambos. Lo mire atónita y confusa-. Hoy es el día 7, al principio, pensé que no aguantarias ni 3 días-aclaró. 

Sonreí, no me sentía ofendida, sabía que estaba bromeando.

-Cierra el pico, McGiven

-Oye, ¿qué dijo tu padre de la pelea de ayer?

-Oh, nada del otro mundo. Que no era raro, y esperaba que algo así ocurriera-me encongí de hombros. 

No era del todo cierto, pero él no tenía que saber la versión completa.

-Por cierto, te ves muy linda-sonreí y mire mi ropa, exrañaria este tipo de cosas. 

-Despidete de ello. Mañana en la tarde, devolveré todo-dije seria. Chris se puso serio y se orilló para poder detenerse. 

-¿Qué? ¿Por que?-Me encongí de hombros, sin ánimos de responder esa pregunta-¿Te sientes incómoda con esta ropa?-Negué con la cabeza. Sólo una vez, en la fiesta, pero fue por la forma en que miraba el idiota de las cervezas-Entonces, no te entiendo. ¿Cuál es la diferencia? Nhoa, tu eres...Dios, ¿No lo entiendes, cierto?-Comenzó a reír. ¿Era qué? Maldita sea. Primero se confundia al decirme hermano, luego me pide que haga esto. 

-¿Soy qué?

-Nada, eres una tonta. Haz lo que quieras-dijo aún con sonrisa en sus labios. ¿Estaba loco? Iba a considerar pagarle un par de visitas al psicólogo a Chris. Me encongí de hombros.

Entré a mi última clase del día. Los insensantes murmullos no paraban, no podía fingir que no me importaba, porque estaba vez rayaban en lo crítico. Supuestamente había casi matado a Tiffany por celos, que estaba enamorada de Chris y por eso había cambiado. Otro era, que Tiffany me había ayudado a cambiar y como no podía verme tan bien como ella, por envidia la había golpeado. Lancé mi bolso sobre el pupitre y me senté en ultimo puesto, incapaz de reunir más paciencia de la que ya había conseguido hoy. Antes de que llegara el profesor, entró Tiffany, con un gran rasguño en su mejilla y un pequeño moretón en la barbilla. ¿Yo hice eso? No pude evitar sonreír. Le entregó un papelito al profesora y me fulminó con la mirada. 

-Tome asiento, Señorita Hamilton-El Sr. Burn hizó una mueca al ver el rostro de Tiffany. Tuve que morde mi labio para evitar soltar una carcajada. El resto de la clase pasó lenta y aburrida. Casi me quedó dormida, pero justo sonó el timbre, que indicaba el fin de este asqueroso día. Tomé mi mochila y casi corrí a la puerta. 

Camine al estacionamiento, esperando encontrar allí a Chris. Como supuse, se encontraba allí, junto con Vince y Thomas. Les sonreí y troté hasta alcanzarlo. Los 3 me recibieron con un gran abrazo, suprimí la mueca que seguro tendría en el rostro. Ellos aprovechaban cualquier oportunidad para molestarme. 

-Oye Nhoa, ¿Algún chico del que quieras hablarnos?-preguntó Vince, de brazos cruzados. Estaba un poco serio, pero en su mirada pude vislumbrar un brillo juguetón.

-No que yo recuerde-dije bajito. ¿Un chico? Sólo los trataba a ellos 3, a qué venía esa preugnta.

-Daniel Rizotti. Se graduó el año pasado-dijo Thomas, que aún conservaba la sonrisa en su rostro-, ha estado haciendo preguntas de una chica en la fiesta de Vince. Morena, ojos grises, con un carácter del demonio y pequeña. ¿Conoces a alguna chica así? 

¿Qué demonios? 

-El chico de la cerveza-murmuré, un poco más alto de lo que hubiera preferido. Chris frunció el ceño en cuanto me escuchó.

-¿Entonces?-exigió Vince, esta vez estaba un poco más serio. 

-No lo conozco, quizá lo ví el viernes-espeté seria. Chris rodó los ojos, como si dudara de lo que decía-. EStuve casi todo la noche contigo, Vince-lo acusé. 

Pareció recordar algo y luego se sonrojó. 

-Ya no importa, Nhoa. Sube al auto-Chris rodeó la camioneta y abrió la puerta de piloto. Lo obedecí, sólo para que dejaran de hacerme preguntas del tema. 

Me crucé de brazos, esto era lo que me faltaba. Un trío de adolescente, que se creían detectives.

Rumor has itHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin