I-m-possibleღ -1º-2º-3° Temporada {נusтιи вιeвeя & tu} [Adaptada]

Capitulo 3: "Te... te echo de menos."

Distancia.

Una palabra. Un significado. Cientos y miles de corazones rotos por ella. Personas sintiéndose solas en este mundo por culpa de esa palabra.

Cuando piensas en la persona que más quieres en este mundo, pero te das cuenta de que no estas con ella y te separan miles de kilómetros, sientes impotencia. Y esa impotencia va creciendo mientras piensas más en la distancia.

Simplemente quieres salir corriendo para disminuir esos kilómetros que hay de separación entre tú y la persona a la que quieres. Escapar de donde estas, coger el primer avión que haya hasta el lugar en donde él o ella esta y abrazarle para nunca dejarle ir. Para nunca dejar que se vaya y que la distancia se vuelva a interponer entre vosotros.

"¿En que piensas?" La voz de Jason me sacó de mis pensamientos mientras comía algo para comer. Tragué la cucharada de yoghurt de grutas que tenía sobre una pequeña mesa sobre mis piernas y suspiré mirándole atentamente.

Me encogí de hombros. "Extraño estar con los chicos. Eso es todo." Le intenté quitar importancia con una leve sonrisa y volví a tomar otra cucharada. El me miró suspirando.

"Lo se, pero tienes que recuperarte antes." Se acercó a mi dándome un ligero apretón en mi hombro. Yo asentí.

"Lo se, pero..." El me interrumpió.

"Pero echas de menos a Justin." Me miró a los ojos. Me quedé en shock por su respuesta. El emitió una pequeña risa divertida al mirar mi reacción. "Tranquila, es normal." Sonrió tranquilizándome.

"Ayer no llamó." Me recosté sobre mi cama con la espalda contra la cama algo elevada. Suspiré y miré a la nada.

"Estabas durmiendo cuando llamó por la noche." Le miré rápidamente. Eso no me lo había dicho. "Le dije que no podías hablar y me comentó que te dijera que había llamado." Tragó saliva.

Fruncí mi ceño. "¿Pensabas decírmelo?" Le desafié con mi mirada. Estaba molesta por eso.

"Tranquila chica." Puso sus manos delante de él con diversión intentando aliviar la tensión que había crecido en tan solo segundos. "Acabas de despertarte, ni siquiera he tenido tiempo." Se excusó.

Yo suspiré. "Esta bien." Me disculpé agitando mi mano. "Lo siento yo--"

"No pasa nada. Se como te sientes." Me miró con comprensión en sus ojos.

"Llevo días en esta cama durmiendo, sin hacer nada y creo que hasta estoy olvidando como andar." Mordí mi labio. El rió divertido.

"_____, tranquila. No te vas a recuperar en dos días, esto lleva su proceso."

"Pues se podía dar prisa ese proceso." Dije con molestia y el rió de nuevo. "Estoy cansada." Lamí mis labios.

"Paciencia _____, esa es la clave." Me miró sonriente.

Suspiré. "Lo se." Tragué saliva y lamí mis labios poco después. "¿Donde están mis padres?" Pregunté con curiosidad arqueando mis cejas.

"Están en la cafetería comiendo algo, han entrado pero estabas dormida." Yo asentí con mi cabeza y justo en ese momento la puerta de la habitación se abrió. Apareció Adrián y sus ojos azules, por los que un día me quedé sin aliento.

Me sonrió mientras se aproximaba hacia mi. Jason me miró y yo le asentí con mi cabeza para decirle que nos dejara solos. "Nos vemos luego chicos." Jason comentó mientras Adrián asentía, caminando hacia la cama para quedarse de pie a mi lado.