Cap. 54 La promesa del Hurón a la Pelirroja.

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   HERMONE P.V.O

        Cuando llegó el amanecer aún estaba despierta. Me vestí a desgana y bajé a la sala común de la torre. El panorama no podía ser más desalentador. Allí estaban todos sentados, las caras serias y algunos ojos rojos por haber estado toda la noche llorando. Montague y los suyos no estaban. Me acerqué a Harry y éste me tendió la mano.

-¿Has podido dormir algo? -negué con la cabeza- Ninguno lo hemos hecho. ¡Vaya grupo de apoyo que estamos hechos!

   Sonreí un poquito ante su intento de animarme. Busqué un sitio donde sentarme y acabé entre Cormac y Daphne, que hablaban en voz muy baja.

-Hola chicos. -Me saludaron con un cabeceo. Busqué con la mirada a Draco, pero no lo encontré.

-Si buscas a Malfoy bajó a desayunar con esas ratas -Ron era el único que no mostraba signos de cansancio. Incluso le veía demasiado bien para estar pasando lo que pasaba. Neville le lanzó una mirada dura, cosa rara en el chico. Me levanté y le cogí del brazo, extrañada por su actitud.

-¿Qué te sucede, Neville?

-No puedo entender cómo puede estar tan tranquilo -señaló a Ron, que leía un ejemplar atrasado del Quisquilloso- ¡Se trata de su hermana!

-¿Por qué estás tan enfadado con él? -no conseguía entenderlo del todo.

-Ha dormido a pierna suelta toda la noche. Le oímos roncar todos. Y luego, esta mañana, ha bajado a desayunar como si tal cosa. -Neville había hablado lo suficientemente alto para que todos los allí presentes le oyeran- Es como... si Ginny no le importase.

-Ya os lo dije: no-tengo-hermana. -Ron nos miró a todos de manera desafiante- Si eligió a esas serpientes como amigos, bien. Y si decidió andar enredada con el hurón sarnoso, mejor para ella. Ahí está la prueba. Yo no veo a ninguno de los supuestos espías aquí, con nosotros.

           El sonido del guantazo restalló por toda la sala. Luna estaba delante del pelirrojo, los ojos rojos por haber llorado y el rostro contraído por la furia. Nos quedamos helados. Nadie jamás había visto a Luna Lovewood enfadada, ni tan siquiera molesta. Y verla allí, encrespada por la furia, temblando de rabia e impotencia, nos sorprendió a todos.

-Esos supuetos espías han hecho en unos meses más que tú en toda tu miserable y vacía vida, Ronald Bilius Weasley -Levantó la mano y el pelirrojo retrocedió.- Theo y Draco han arriesgado su vida por mantenernos informados. Draco ha renunciado a su felicidad por todos nosotros, sus "enemigos". Y Ginny.... -hizo una pausa para coger aire y evitar llorar de nuevo- Ella está dispuesta a perder su alma por unos niños que ni siquiera conoce. A eso se le llama Valor, Sacrificio y Amistad. Tres cosas que jamás comprenderas porque eres incapaz de sentirlas, Ronald. Y si no te ves capaz de disculparte con ellos, ya te puedes ir marchando. 

-Creo, Weasley, que acabas de dar un nuevo enfoque al término "traidor a la sangre" -Blaise se había situado detrás de Luna, sujetándola por los hombros en un intento de tranquilizarla- Nosotros podremos estar equivocados con lo de la pureza de la sangre, pero sólo se trata de un concepto abstracto. Tú has renegado de tu propia sangre de la manera más cobarde y vil que se haya visto. Eso, mi no querido amigo, es ser un traidor a la sangre. Y ahora lárgate antes de que sea yo el que te rompa esa cara de comadreja que tienes.

                Ron nos miró a todos de uno en uno, buscando apoyo. Cuando llegó a Harry, éste se limitó a girar la cara, incapaz de mirarlo a los ojos. Se sentía avergonzado de su amigo. Él estaba furioso con Ginny por haberle dejado para ir con Draco. Pero lo que iba a hacer la chica borraba cualquier error. Y Harry, que anteponía la familia a cualquier situación, no podía comprender a Ron. Éste, al ver que ninguno hacía gesto alguno para apoyarlo, salió de la sala común en silencio. Permanecimos en silencio, incapaces de decir o hacer nada. Y así nos encotraron Theo y Draco cuando entraron en la sala.

¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora