cap. 3 Metedura de pata numero uno

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DRACO P.V.O

¡Mierda, mierda, mierda! Mi plan numero uno ha fallado. Después del tiempo que he tardado en desarrollarlo, se ha ido al traste. ¡Debí elegir a otra y no a esa tonta de Katie Bell!

Eso y el dineral que me he dejado en Borgin y Burkes por culpa de ese collar. Era idóneo. La maldición que tiene es mortal. Un solo roce y te retuerces de dolor mientras ves las cosas más espantosas que tu mente puede crear. Si te lo pones.... Despídete de este mundo. Tras comprarlo, he esperado a nuestra primera salida a  Hogsmeade. Zabini  ha ido en mi lugar, pues está al tanto de parte de mis planes (no me dejan contarle todo, por si acaso. Mi padre dice que podría tener tentaciones de matar él mismo al director y llevarse la gloria ante el Señor Tenebroso. ¡Toda suya si quiere! No lloraría por ello) y yo estaba castigado por no entregar los estúpidos deberes de Transformaciones. Ha recogido el collar en la tienda y se ha metido en las Tres Escobas. La camarera (que está bastante buena) ha sido facil de dominar. Un imperius y la tenía danzando al son desu música. Estaba tomando una cerveza de mantequilla cuando por la ventana ha visto a Potter y compañia. Menos mal que había dejado  el paquete en el baño de chicas mucho antes. Zabini controlaría a Rosmerta para que diese el paquete a la primera chica de Hogwarts que entrara en el baño. Mientras esperaba, pudo oír cómo daba berridos Potter. ¿Acaso no le han enseñado modales? 

No tuvo que esperar mucho. Katie Bell entró en el baño. Zabini movió la varita y la camarera entró en el baño detrás de la chica. Le dió el paquete con las instrucciones de entregarlo a Dumbledore y sin decir ni pío a nadie. Cuando salió, su amiguita y ella se  marcharon. Potter, Cabeza de zanahoria y Granger han salido justo detrás. Zabini ha esperado un poco y les ha seguido. ¡Menuda procesión! Todo iba bien hasta que la amiguita de Katie ha intentado husmear en el paquete. y mientras peleaban el papel se ha roto y la muy tonta lo ha tocado. Lo que siguió es de imaginar. San Potter al rescate, el gigante bobalicón llevandose a la chica y el collar requisado. Por la cara que ha puesto Potter, fijo que sospecha de mí.

Cuando han llegado al colegio han ido directamente a hablar con la profesora de Transformaciones. Como ya había terminado mi castigo les he seguido discretamente, por curiosidad, ya que mi plan no ha dado resultado. Y cómo no, Potter corriendo a inculparme. No he oído muy bien lo que decían, pero creo que Granger me ha defendido. ¡Oir para creer!  Además, Potter ha quedado como un lunático cuando la profesora McGonagall les ha contado lo de mi castigo. ¡Habría dado oro por verle la cara!

Cuando han salido no me he molestado en seguirlos. Tengo muchos deberes que hacer y también tengo que planificar un asesinato. ¡Menudo curso!

UNAS HORAS MÁS TARDE.

Ya no aguanto más. Si pudiera me cambiaba de casa. Pansy se está volviendo paranoica. Ve cuernos donde no hay nada. Si sigue así voy a tener que ir con los ojos cerrados para no mirar a ninguna chica. He vuelto al lago por si me encontraba con Granger. Tengo ganas .... no de meterme con ella, sino de charlar un poco con una persona normal.... si se le puede llamar así a esa sangre sucia. Cuando he llegado allí estaba, abrigada hasta las orejas, rodeada de un encantamiento térmico que  mantenía a raya la ventisca. Cuando me he acercado (pisando ruidosamente para que se enterara de mi llegada) ha dejado a un lado la pluma y  ha cogido la varita. Pero cuando se ha dado cuenta de que era yo, ha vuelto a sus tareas. ¡Cielos! Ya no me tiene  miedo ni Granger. Me he sentado a su lado y he esperado pacientemente a que terminara.

HERMIONE P.V.O

Después del numerito de Harry en el despacho de McGonagall he decidio salir al lago a hacer todos los trabajos que tengo pendientes. No me importa que nieve. El otro día encontré un encantamiento muy util que mantiene la nieve y el frio a raya. Y estaba en ello cuando alguien se ha acercado a mí. He cogido la varita. Después del ataque a Kattie toda precaución es poca. Pero para mi sorpresa, me he topado con Malfoy.  He dejado la varita a un lado y he continuado con lo mío. Se ha sentado a mi lado y ahí se ha quedado, en silencio, mirando cómo hago los deberes. No he podido contenerme.

-¿No tendrías que estar haciendo tus tareas, Huroncito?

-Ya las he terminado. Dos horas de castigo han sigo un buen aliciente.

-¿Qué haces aquí?

-Escaparme.

Me dejó descolocada. ¿Un Malfoy escapando? ¿De qué? Malfoy me miró y contestó a mis silenciosas preguntas.

-Pansy. Tiene celos de todas las chicas del colegio. Me ha prohibido mirar a cualquier cosa que lleve falda -Puso los ojos en blanco. Resulta gracioso cuando hace eso.

-Pues vas a tener que aprender a andar con los ojos cerrados -¡Cielos! Estoy bromeando con Malfoy. Se rió por lo bajo. Me sorprendió de nuevo, pues era una risa auténtica, de diversión.- Creí que nadie le decía al gran Draco Malfoy lo que tiene que hacer.

Se ha quedado serio de repente. Si no fuese tan pálido, juraria que se ha quedado blanco. Me ha mirado unos segundos y luego ha sonreído tristemente.

-Más quisiera yo.

El tono de su voz ha sido como una descarga eléctrica. ¡Cuánto sufrimiento en tres palabras! Nunca creí que vería a Draco así, vulnerable. Mi mano avanzó hacia él. Antes de llegar a tocarlo, me he refrenado. ¡Hermione, no!. Que tengas a Draco a mano, hecho papilla no quiere decir que un lustro de desprecio mutuo se esfume de repente. Malfoy se ha puesto de pie, me ha dedicado una de sus miraditas intentas (¡Por las barbas de Merlín! Ójala dejara de hacer eso.) y se ha marchado sonriendo, dejándome como una tonta. ¡¿Por qué tiene que tener esos ojos tan bonitos?! 

¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora