cap. 38 De nuevo Hogwarts

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HERMIONE P.V.O

La primera noche en Hogwarts ha sido memorable. Ninguno de los que hemos vuelto siendo mayores de edad nos esperábamos esto. ¡Nos han construido una torre para nosotros solos! el problema es que estamos las cuatro casas mezcladas. Y todos sabemos de dónde van a venir los problemas: Montague y compañía. Nuestra torre es preciosa. Tenemos la sala común más grande de la historia, con una biblioteca privada, mesas de estudio y una chimenea que ocupa la mitad de una pared y  parte de la otra (es la primera vez que veo una chimenea-rinconera). Los dormitorios están repartidos en cuatro plantas, ocho habitaciones y dos baños comunes por piso. Draco y Yo hemos sido elegidos como prefectos de nuestra torre (no lo hemos buscado. Sólo estamos rodeados de personas que escapan de la responsabilidad en cuanto la huelen) por lo que tenemos la última planta de la torre para nosotros solos. Después del reparto de habitaciones, que McGonagall hizo por sorteo para evitar que nos dividieramos de nuevo por casas, cada mochuelo se fue a su olivo. Draco se tumbó en uno de nuestros sofás, agotado.

-Si hoy ha sido una locura, mañana ni me lo quiero imaginar -se quitó la túnica, que lanzó por encima del respaldo del sofá- Primera clase, pociones, doble transformaciones, historia de la magia y encantamientos. Una mañana digna de grandes magos como nosotros.

-No te quejes, huroncito -me dejé caer a su lado- ¿Crees que habrá problemas esta noche?

-¿Por qué lo dices, leoncita? -me sonrió con  malicia- Si quieres hacemos una ronda para mantener el orden. 

-¿Lo dices en serio? -hice pucheros. Me abrazó y se levantó.

-Tengo ganas de fastidiar a unos cuantos.

-Eso suena a venganza -le dí la mano mientras bajábamos por la escalera.

-y de las gordas, leoncita, y de las gordas. 

DRACO P.V.O

Nuestra primera parada fue en el cuarto piso. Susan Bones nos saludó con la mano. Tenía mala cara. Herm se acercó a ella.

-¿Te encuentras bien, Susan?

-Si por bien te refieres a tener a Goyle y Montague de vecinos, sí, estoy magníficamente bien. -Mierda, habíamos olvidado que casi toda su familia había muerto a manos de los mortífagos. Miré a mi alrededor y vi a Higgs camino de su cuarto. Le llamé y se acercó a nosotros.

-Draco, Herm, Susan...

-¿Te importaría vigilar a Goyle y Montague por nosotros, Higgs? -mi amigo asintió, mientras miraba de reojo a Susan- Así ella se sentirá más tranquila.

-Sin problema. De todas formas tenía pensado hacerlo.... -se volvió hacia Susan con una sonrisa- ¿Te apetece jugar una partida de cartas con Daphne y con  migo? Jugar dos es bastante aburrido.

-Gracias. Dejo esto y voy -Susan se despidió de nosotros moviendo la mano y entró en su cuarto. Higgs se nos quedó mirando.

-¿Qué?

-¿Creeis que tendremos problemas con ellos? 

-No lo sé, no creo que sean tan estúpidos -Herm y él me miraron con cara de "¿te estás dando cuenta de lo que dices?"- Vale, son estúpidos. Fijo que traman algo.Pero al menos están separados.

-Pondré un hechizo immobulus cuando estén todos acostados. El que salga de su cuarto a deshora quedará paralizado en el pasillo hasta que yo deshaga el encantamiento. Avisa a todos menos a esos dos. Quiero ver si de verdad traman algo -Herm sonrió con malicia. Me encanta cuando hace este tipo de cosas.- Vamos abajo.

El siguiente piso no nos iba a dar muchos problemas: cinco de Gryffindor, una Hufflepuff, un Ravenclaw y Vaisey como única serpiente. Fuimos hasta la habitación de Neville, que leía un tocho enorme de herbología.

-¡Hola chicos! ¿Controlando que nadie se tire al cuello de nadie?

-Más o menos -Herm le contó lo del hechizo y Neville asintió.

-Se lo diré a los demás. ¿Doy por sentado que Vaisey no tiene que saber nada?

-Exacto, Longbotton -los tres sonreímos como verdaderas hienas. Si nuestros queridos amiguitos tenían pensado hacer una reunión clandestina esta noche, mañana amaneceríamos con unos cuantos adornos la mar de interesantes en los pasillos.- Nosotros nos vamos.

-OK. Mañana nos vemos.

Nada más bajar por la escalera nos encontramos con la primera pelea. Harper y Zabini tenían inmovilizado a Davis contra la pared. Éste lucía un bonito ojo morado. En el lado opuesto estaba Annete, sujetando a Cho. Ernie la ayudaba, pues la chica intentaba lanzarse al cuello de Davis.

-¡Eres un maldito cerdo,Davis! Te juro que te voy a arrancar el corazón, malnacido. -Davis no dijo nada. Se había quedado pálido y sudaba como un cerdo- ¡Soltadme que lo voy a matar con mis propias manos!

-¿Se puede saber qué narices pasa aquí? -no levanté la voz, pero todos guardaron silencio inmediatamente. Harper sornió.

-Davis insinuó cierta cosa ,que no voy a repetir por respeto a las chicas, sobre la hermana pequeña de Cho. Y ella le ha dejado el ojo morado. Si no llegamos a separarlos, tendríamos un alumno menos este año.

-¿El daño ha sido grave? -Herm había logrado calmar a Cho, que permanecía apoyada en la pared, lanzando miradas asesinas a Davis.

-No. -Davis se soltó de Harper y Zabini y entró en su cuarto. 

-Bien, ahora todos a dormir. Y no salgais durante la noche -Herm les avisó del encantamiento.

-¿A Davis ni una palabra? -Harper se lo estaba pasando bomba. Él y Davis siempre se han odiado y verlo en esta situación debía ser toda una fiesta para nuestro amigo.

-Eso mismo. Ala, a la cama, niños -recibí unos cuantos golpes en el brazo.- Son como críos.

-Anda, tira para abajo que nos queda una planta.

En el primer piso estaban ya todos en sus habitaciones. Flinch asomó la cabeza un momento por la puerta.

-¿A quién han matado?

-A nadie, Flinch. Duermete.

Una vez comprobado que todos estaban donde debían estar, volvimos a nuestra sala. Según subíamos, Herm lanzaba el encantamiento. Una vez arriba, cada uno fuimos a nuestra habitación. Me despedí de ella con un beso.

-Mañana nos vemos, leoncita. -la abracé con fuerza- Estoy molido. No se yo si llegaré a la cama o me caeré a mitad de camino. Aunque no me importa. Incluso el suelo me parece un buen sitio.

-Duerme bien, huroncito. Mañana pienso despertarte muy pronto. -me lanzó una mirada pícara y se metió en su cuarto, riendo. ¡Cielos! Pero que mala puede llegar a ser.

¿Quién conoce realmente a Draco Malfoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora