Capítulo 66: Mandarina

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Cuando Dodger salió del hospital, Daniel y FP comenzaron a ayudar a Archie para proteger su gimnasio, instalando detectores de metales y cámaras que habían sido salvadas antes de que derribasen el instituto South Side High, mientras que los Serpientes se preparaban para un posible enfrentamiento. Otra cosa, era la solicitud para Yale, esperaba la respuesta en cualquier momento, mientras que sus padres trataban de animarse mutuamente y hablarle como si le hubiesen aceptado en Princeton, algo obvio, pero que ellos no necesitaban saber en lo más mínimo.

Jughead lo llamó, muy contento.

—¡Es mío! ¡El contrato es mío!

—¡¿De veras?! —Preguntó Danny, con una sonrisa —¡Me alegro mucho por ti, Juggy!

—Gracias —Jughead suspiró —Pero antes de firmar, quiero hablar con Charles. Creo que él puede encontrar al abuelo. Quiero escuchar lo que tiene que decir antes de firmar.

—Vale... sí, me parece bien ¿Voy para allá o...?

—Te llamaré en cuanto sepa algo, te quiero.

­—Y yo a ti.

Así que, su novio iba viento en popa.

Verónica, por otro lado, había tenido problemas para poder hacer competencia a su padre en la nueva industria del ron que intenta levantar, contra la de los Lodge. Betty estaba sumida en un incidente de lo más horripilante, Polly agredió a una enfermera que se lalmaba como su hermana, y tras una llamada, su madre intentó hacer lo mismo. Daniel y Charles la ayudaron, y llegaron a una conclusión: La Granja hipnotizaba a sus lacayos, y una de sus líderes, Evelyn, seguía viva. Mientras ella hacía eso, Cheryl llamó a Danny al Pop's.

—He estado pensando en una cosa, hermano —Dijo, mientras jugaba con la cereza de su batido —Con el análisis que la doctora Burble sugirió, y con sus palabras, creo que tengo una idea. Julian no es un espíritu, solo es un muñeco, movido por alguien que quiere jugar con mi mente.

—¿E-estás segura? ¡¿Quién?!

—Puede que lo sepa, pero necesitaré tu ayuda para una actuación de gran teatralidad y difícil ejecución.

—Dime.

Cheryl le contó el plan. En efecto, era muy teatral, cualquiera diría que era justamente el tipo de actuación que a ella le gustaba.

Fueron a las ruinas de Thornhill, a un cobertizo apartado.

—¿Eso son máscaras de gas?

—Sí, los trabajadores las usaban cuando fumigaban la casa ¡¿A que son monas?!

Las máscaras parecían gatos, pero con el respirador y los dos grandes orbes opacos en su parte superior, daban un poco de mal rollo.

­—Vale ¿Eso es el gas?

—Sí, dejaría inconsciente a toda la comisaría, es muy fuerte. Tú no te dejes ver.

Fueron hasta Thistlehouse, y Cheryl entró, mientras que Danny se quedó oculto en el hueco de la puerta. El cuerpo de Jason y el muñeco de Julian estaban en el sillón, a ambos lados, mientras que Cheryl, Cheryl comenzó a repartir los botes de gas por distintos lados de la casa, hasta dejar el último encima de la mesa, sentándose en medio del sillón.

—Jason, Julian. Gracias por acompañarme, hermanos. —Cheryl comenzó a sollozar —Por fin ha llegado el día. Hoy pongo fin a nuestra desgracia colectiva. Las bombas contra cucarachas dignas de Chernóbil que he repartido por todo Thistlehouse despiden una toxina lo suficientemente fuerte como para matar a cualquier bicho entre estas paredes. —Cheryl tomó la mano de Jason y de Julian —Nací entre veneno, y moriré entre veneno.

Héroes de RiverdaleWhere stories live. Discover now