Capítulo 35: Un mundo feliz

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El sacrificio de Jughead solo sirvió para que los Serpientes encolerizasen y fuesen a la carga, a la batalla a la que les dirigió FP. No perdieron a nadie, pero los Espectros eran más y les expulsaron. Danny luchó, peleando por uñas y dientes por lo que Jughead creía, pero no sirvió de nada, lo único que podía hacer era estar en el hospital, y esperar a que abriese los ojos. La muerte de Fangs fue otra mentira, otra estratagema de Hiram Lodge, el chico estaba vivo y coleando, unas habitaciones más allá que Jughead. Daniel pasó dos días enteros frente a la cama, hasta que sus padres le dijeron que saliese a tomar algo el aire. Sus amigos habían ido y venido esos días, solo se quedaban con él todo el rato Toni y Cheryl. George iba del hospital a casa de Betty, para consolarla por el hecho de que su padre sea Capucha Negra.

En ese momento Daniel sentía ira, una ira inmensa, quería ir al sur y matar a cada Espectro al que echase mano, tirotearlos uno a uno, a cualquiera que hubiese tocado a Jughead, especialmente a esa zorra de Penny Peabody, quería hacerle lo mismo que ella le hizo a su Juggy, y verle la cara al gritar.

Su madre y Cheryl se acercaron.

—Danny —Dijo Helen, con tono cuidadoso —Jughead ha despertado, quiere verte.

Él asintió, y se encaminó a su habitación. Entró lentamente por la puerta, casi con miedo de ver a su novio despierto. Jughead giró la cabeza, y le sonrió. Estaba cubierto de parches y puntos, especialmente en la cara, y el resto del cuerpo estaba lleno de moratones, y de algún que otro tuvo conectado con las máquinas del hospital. FP salió de la habitación, tocando el hombro de Danny antes de cerrar la puerta. Danny se colocó frente a la cama de Jughead, y lloró.

—Tenía tanto miedo.

­—Ven —Susurró Jug. Danny se secó las lágrimas y se sentó en la cama, para luego acostarse muy despacio y con cuidado sobre el pecho de Jughead, intentando no hacerle daño. Él le acarició el pelo. ­—Cuando me estaban dando la paliza, pensaba en ti. Eso me ayudó a resistir cada golpe.

—Juggy, te juro que si veo a esa Penny Peabody otra vez la mataré.

—Shhh, tranquilo —Jug le atrapó unos mechones y jugó con ellos ­—Estoy vivo, que es más de lo que pensé cuando fui a ese lugar. Solo siento que no sirviese para nada, pero ahora solo quiero tenerte conmigo.

—Te quiero, Juggy. —Danny se estiró, y besó repetidamente las mejillas de Juggy, para luego depositar un casto beso sobre su labio roto. Se recostó de nuevo sobre él, y lloró nuevamente.

—Supongo que no nos presentaremos a la presidencia del consejo estudiantil —Dijo él, casi con desasosiego.

Cheryl llamó a Betty, Archie y Verónica para que lo fuesen a visitar.

Su madre llegó poco después.

—¿Cómo te sientes, Jughead?

—Cansado y pesado, señora Blossom.

—Mañana te daremos el alta —Ella le dedicó una sonrisa tranquilizadora, se acercó y le pasó la mano por el pelo ­—Tienes huesos de acero, como tu padre. Esa paliza habría matado a otro cualquiera. Me alegro que estés bien.

—Gracias.

—Danny, échale un ojo.

El pelirrojo asintió.

—He oído que has sido mi enfermero personal —Jughead sonrió en un gesto doloroso —¿He sido un paciente muy difícil?

—Solo un poco testarudo, tardaste en despertar. —Danny se levantó hasta su mochila y sacó el gorrito de Jughead —No puedes dejar que te vean en público sin esto.

Héroes de RiverdaleWhere stories live. Discover now