Capítulo 4: La última película

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—Que el autocine cierre es un clavo en el ataúd de Riverdale —Exclamó Jug, enfadado y chispeante, ante su batido de crema. —Olvídate de Riverdale, se convertirá en el ataúd del sueño americano. Como le gusta decir a Quentin Tarentino, padre del cine independiente...

—Por favor, Juggy... —Rogó Kevin, alzando la mano —No más frases de Quentin Tarentino.

—¿Qué? Me cabrea ¡No solo por perder mi trabajo, el autocine debería significar algo para nosotros! La gente debería intentar evitarlo.

—Dime ¿En esta era de HBO y VOD la gente realmente quiere ver una película desde un coche? ¿Quién sigue yendo? —Preguntó Verónica.

—Los que quieren comprar droga —dijo Kevin.

—Yo no compro drogas y voy de vez en cuando —Intervino Daniel, mientras miraba de refilón a Betty, callada y expectante en un extremo de la mesa, sumida más en sus pensamientos que en la conversación. El chico se imaginaba que ya estaba atando cabos, que estaría empezando a sospechar sobre Grundy y Archie.

—Gracias, Danny. En fin, va a cerrar porque pertenece a la ciudad, pero no se invierte suficiente en él. Un comprador anónimo hizo una oferta por él y la alcaldesa McCoy no la rechazó.

—¿Comprador anónimo? —Verónica sonrió con sorna —¿Qué tienen que esconder? A nadie le importa.

—¡A nosotros sí! —Gruñó Jughead. —Deberíais venir a la clausura mañana por la noche. Estoy pensando en poner American Graffiti... ¿O es demasiado obvio?

—Yo pensaba en algo de Audrey Hepburn o de Cate Blanchett. —Propuso Verónica.

—O el Talento de Sr. Ripley ¿Qué decís vosotros dos? —Dijo Kevin.

—Pues... no lo sé, eh...

—Betty ¿Estás bien?

—Sí, Verónica. Solo estaba pensando.

Rebelde sin causa podría ser una buena opción —Dijo Danny, mientras intercalaba cada palabra con chupitos de su batido —Cuadra con la situación.

—Me gusta —Dijo Betty.

La camarera llegó, sirviéndoles algunas hamburguesas.

—Gracias, mamá. —Dijo Verónica.

—Gracias, señora Lodge.

—De nada, Daniel. Disfrutad, chicos.

Fue a cobrar a una mesa más allá, donde se sentaba Cheryl, junto con dos Vixens. Cuando Hermione Lodge fue a cobrar ella puso la mano sobre el dinero y la increpó, no se escuchaba desde su posición, pero Verónica fue a ayudarla, cosa que no fue necesaria pues su madre dijo algo que dejó plantada a Cheryl.

—Oh mierda —Maldijo Danny por lo bajo, cuando la puerta de la cafetería se abrió y entraron los dos Andrews, padre e hijo, y la señorita Grundy.

—Vaya, qué extraño grupo de personas —Dijo Kevin.

Betty también lo vio, y se levantó.

—¡Betty, espera, no, no...! —Jughead suspiró, mientras veía como Betty salía con Archie fuera.

—¿Cómo era esto antes de que llegara ella? —Preguntó Kevin, mirando a Verónica —Honestamente, no me acuerdo.

—Pues más aburrido, supongo —Murmuró Daniel. —Oye, tengo una idea ¿Y si imprimimos panfletos para promocionar la última noche del Twilight y la repartimos en el instituto? Sería una forma de que corriese la voz.

—Me gusta —Comentó Jughead, mientras se comía una galleta.

—Vale, yo los imprimo esta noche, mi hermano tiene una fotocopiadora para sus cosas de la uni.

Héroes de RiverdaleWhere stories live. Discover now