Capítulo 54: Teme a la Parca

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Cuando volvieron a casa de los Jones tras interrogar a Kurtz, la partida ya había empezado, y los tres lo supieron de inmediato. Los tres encontraron una carta sobre la mesa.

­—"Os invitamos a jugar a Grifos y Gárgolas, de cuyo resultado dependerá el destino de la princesa Jellybean" —Leyó Daniel, tirando luego la carta sobre la mesa y sobándose las sienes con molestia.

—¡Eh! —Gritó Gladys, mientras entraba —¿Por qué está la puerta abierta? —Pero al ver que nadie se giraba, de inmediato hizo la siguiente pregunta obvia: —¿Qué pasa? ¿Dónde está JB?

—S-se la han llevado —Respondió FP.

Jughead cogió la carta y se la dio a su madre.

—El Rey Gárgola, y su fiel sirviente, Kurtz —Dijo, caminando hacia el salón al tiempo que se quitaba su gorro, para poder coger aire.

—Tenemos que encontrar a ese hijo de puta —Respondió Gladys.

­—Lo tenemos en la parte de atrás del coche patrulla —Respondió Daniel. FP asintió y se marchó en busca del Gárgola.

Lo sentó en una mesa del salón, y sin esperar el más mínimo segundo, Gladys se abalanzó sobre él como una fiera, y comenzó a golpearlo repetidamente, hasta que la sangre brotó de las heridas como el agua de una fuente.

—¡¿Dónde coño está mi hija?! —Gritó, mientras le zarandeaba y pegaba —¡Dímelo o te mato aquí mismo!

—¿Dónde la tienes, Kurtz? —Preguntó FP, con tono amenazante.

—Con un asociado, que está cuidando muy bien de ella.

—No nos lo va a decir —Afirmó Jug.

Kurtz le miró y sonrió.

—Aceptad la invitación de jugar, a ver si podéis traer a Jellybean a casa.

Los cuatro fueron hacia la cocina y FP lo señaló con desprecio.

—Está loco ¿Cómo vamos a creer nada de lo que diga?

—Llevo jugando a esto lo suficiente como para saber que los tipos como Kurtz están completamente consagrados al Rey Gárgola y a sus reglas —Dijo Jughead.

Daniel asintió.

—Mucho me temo que, si queremos encontrar a JB, lo único que podemos hacer es... seguir el puto juego.

Se acercaron a Kurzt.

—Jugaremos.

—Por supuesto que lo haréis. ­—Lo desataron y trajeron el ejemplar de Grifos y Gárgolas que Jughead guardaba. Todos se sentaron en torno a la mesita de café del sillón, y Kurtz frente a ellos, como Maestro de Juego —Primero, los avatares. El señor Jones será el tirador, como en el instituto, Jughead, tú seguirás siendo el nigromante, Daniel, tú serás el explorador... y la señora Jones será la alquimista. Tirador, tú primero —Comenzaron a jugar. FP tiró los dados y movió ficha —Esta es fácil, se llama "Cartas sobre la mesa". Dentro de estos cuatro saquitos hay una piedra blanca y una negra, quien tenga la negra, debe revelar un secreto.

—Llámalo como quieras —Dijo FP, con desprecio —Llevamos jugando a secretos y pecados desde el instituto.

—Alquimista... ¿Por qué no empiezas tú? —Jughead miró a su madre, mientras ella llevaba la mano hasta uno de los sacos y lo abría, por supuesto, la suerte, siempre bien perra, o incluso siendo una maniobra calculada de Kurtz, la piedra negra brilló en la mano de Gladys —Sé honesta. El Rey ya conoce tus verdades más oscuras.

—No tengo secretos.

—¡Mamá, la vida de Jellybean está en juego! —Respondió de inmediato Jughead. —Si no dices algo, lo haré yo.

Héroes de RiverdaleWhere stories live. Discover now