-De acuerdo - dije cuando contestó su teléfono.
-¿Quién habla? - preguntó confundida.
-Valer... aamm... Acepto tu oferta - me limité a decir - Quiero que me ayudes a irme de aquí.
-¡Ah! ¡Señora Styles! - respondió de mala gana - Un gusto escucharla tan pronto...
-Déjate de juegos, Felicity - advertí - ¿Vas a hacerlo o no?
-¿Cuando quiere irse, señora? - pregunto, satisfecha con mi interés.
-Hoy mismo - sentencié y sin más por decir terminamos la llamada telefónica.
Eran las 8:30 p.m. cuando llamaron a mi puerta.
-Señora, soy yo, Felicity - anunció y yo corrí a abrirle - Harry acaba de regresar, yo que usted me reunía con él para cenar, ya sabe, para que no sospeche nada...
-¡Pero ni siquiera me has dicho como vamos a lograr que yo me vaya! - le recordé.
-Bueno, después de la media noche, cuando todos estén dormidos yo voy a venir por usted, la sacaré del hotel y tendrá que caminar un poco, hasta esta dirección - me dijo dándome un papel con una dirección anotada - ¿Sabe las calles de Paris, no? - Preguntó y yo asentí nerviosa - Bueno, pues allí la va a estar esperando un auto que la llevará hasta el aeropuerto de Lille...
-¡¿Qué?! ¡Eso es casi llegar a Bélgica! - dije angustiada.
-Lo sé, lo sé, pero así es más seguro, será más difícil rastrearla - me explicó - Aquí tiene un boleto a Alemania, y a partir de allí usted decide que quiere hacer.
La miré dudosa durante un buen rato, pero la verdad es que sus instrucciones tenían sentido... Tomar el vuelo aquí mismo en Paris era demasiado evidente, además que el lugar estaría repleto de fotógrafos esperando a los demás chicos, sería un blanco fácil para cualquiera; además que volver a Londres era algo estúpido, allí me buscarían primero. Ya en Alemania me las arreglaría para contactar a Luke y buscar un punto neutral para reunirnos.
-¿Entendió todo? - preguntó, obligándome a salir de mis pensamientos.
-Sí, sí... Todo está muy claro - afirmé.
-De acuerdo... ¿Va a salir a cenar? - preguntó.
-No, dile a Harry que me siento mal, que me duele la cabeza o invéntale algo... - expliqué - Lo que quieras, con tal de que no se le ocurrirá venir a molestarme.
Cuando me dejó sola busqué una pequeña bolsa para guardar únicamente lo básico, no me arriesgaría con la maleta otra vez...
No me tomó demasiado tiempo, así que el tiempo que restaba hasta la media noche me la pasé pensando y dándole vueltas a ese penoso asunto, estaba a un par de horas de recobrar mi libertad, pero... ¿A qué precio?
Y de pronto el tiempo simplemente se me fue de las manos, antes de que yo me diera cuenta, Felicity ya estaba tocando suavemente la puerta, cuando le abrí y la jalé para que entrara a la habitación me entregó un abrigo rojo que me llegaba debajo de la rodilla. "Para que no la reconozcan" dijo y yo accedí a ponérmelo. Se asomó por el pasillo una última vez antes de indicarme que la siguiera, ese era el momento.
Me guio por las escaleras hasta la cocina y sin que a nadie le importara demasiado que estuviéramos allí nos escabullimos por la puerta de atrás, y listo, ya era libre, le sonreí a manera de agradecimiento y me dispuse a continuar mi camino por mí cuenta.
-Espera... - me gritó cuando cruzaba la calle - Antes de que te vayas quisiera saber.... ¿Por qué te casaste con Harry? Es más que obvio que tú no lo quieres...
-Eso a ti no te importa - respondí - Pero sea como sea, te agradezco que me ayudes a irme de aquí, obviamente sé que no es por mí, desde el primer momento en que te vi supe que estabas interesada en Harry...
-¡Yo sí lo amo! - me respondió sin ninguna vergüenza - Lo amo con todo mi corazón.
-Como sea... Ya tienes el camino libre.
La deje con la palabra en la boca y me di la vuelta, cuando di la vuelta a la esquina me eché a correr tan rápido como pude. Necesitaba irme, si no lo lograba, tendría que resignarme a ser la señora de Harry Styles para siempre.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Narra Harry
Necesitaba aclarar las cosas con ella. Todavía no sabía de donde habían venido esas palabras hirientes que le solté "puedo acostarme con cualquiera", ni siquiera sabía de donde había venido tal cosa... Mi madre me dijo alguna vez que no importa lo grande que fuera la discusión, nunca deberías irte a la cama molesto con tu esposa... Así que finalmente me decidí a tragarme mi ego y caminar hasta su habitación.
-Val, sé que es tarde... - dije cuando llamé a su puerta - Pero creo que tenemos que hablar...
Nadie respondió a la primera llamada, pero la verdad es que eso no me sorprendió en lo más mínimo, para la mala suerte de Valery la conocía a la perfección y sabía de sobra que estaba molesta conmigo, y por supuesto que no la culpé.
-"Cariño..." Déjame entrar - insistí - Val... en serio, tenemos que hablar...
Aguardé unos segundos más antes de entrar sin su permiso, supuse que estaba durmiendo.
No, no lo estaba. Cuando abrí la puerta me encontré con una habitación totalmente vacía. Mi esposa no estaba.
-¡Valery! ¡Valery! -grité mientras la buscaba por todos lados. Era más que obvio que no estaba allí.
Salí corriendo de la habitación gritando su nombre, Lou y Tom salieron al instante.
-¿Qué pasa? - preguntaron preocupados.
-¡Valery! ¿¡Dónde está mi esposa!? - pregunté furioso.
-No lo sé, no la he visto desde media tarde... Pero no salió a cenar, debe de estar durmiendo - respondió Lou - ¿Por qué gritas así? ¡No es como si se hubiera escapado de prisión!
Ignoré los comentarios sarcásticos y bastante atinados de Lou y seguí prácticamente corriendo hasta el elevador, donde me encontré a Felicity regresando al piso, noté la sorpresa en su rostro cuando nos topamos de frente.
-¿Dónde está mi esposa? - pregunté sin ninguna delicadeza.
- Ha-Harry, son la 1 a.m., ¡No lo sé! ¡Seguramente está durmiendo! - respondió muy nerviosa.
-Felicity, si sabes algo, ¡Más te vale que me lo digas ahora! - estaba como loco, lo aceptaba.
-¡Yo no sé dónde está esa maldita mujer! - dijo, furiosa, y yo no entendí por qué me estaba respondiendo de esa manera.
La hice a un lado y me metí al elevador con Lou y Tom detrás mí, Paul se nos unió antes de que las puertas se cerraran, escuchó mis gritos por todo el piso, afortunadamente aún éramos muy pocas personas las que habíamos llegado al hotel, sino se hubiera desatado un escándalo.
El descenso hasta el lobby fue un viaje que me pareció eterno, pero lo aproveché para pensar en todas las posibilidades de donde podría encontrarla: el aeropuerto, estación de tren, la de autobuses... Eran un sinfín de posibilidades... Y si no la encontraba rápido, estaba bastante seguro que no volvería a saber de ella nunca.
Cuando las puertas se abrieron y me dispuse a correr fuera del hotel me detuve de golpe. Frente a mí tenía a Preston, con Valery inconsciente en brazos.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Narrador
-¿Qué fue lo que pasó? - gritó Harry.
-Metete a ese ascensor y no hagas ninguna escena - indicó Preston, lo más calmado que le fue posible.
-¡No! ¡Dime que le paso a mi esposa! - insistió Harry mientras Paul lo tomaba de los brazos y lo metía de nuevo al elevador, Preston entró junto con él, dejando a Paul, Lou y Tom esperando el siguiente.
-¡Dime que fue lo que pasó! - insistió, por tercera vez, la angustia de verla inconsciente en los brazos del equipo de seguridad era mucho peor que el desconocer su paradero.
-Se tropezó y se golpeó la cabeza - respondió finalmente.
-¿Va a estar bien? ¡Hay que llamar a un doctor! - preguntó preocupado el muchacho.
-Estoy bastante seguro que en unas horas estará como nueva, pero se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento - respondió - Tranquilo, ya llamé al médico, seguro no pasará del golpe... Pero necesito que estés tranquilo.
-¿Cómo quieres que esté tranquilo? ¡Llevas a la mujer que amo en brazos e inconsciente! - gritó, desesperado, estaba dándose cuenta que realmente amaba a esa mujer.
-No pensé que la situación entre ustedes fuera tan... complicada - dijo Preston, observando a la chica con algo de lastima.
-¿Có-cómo la encontraste? - preguntó Harry finalmente, temeroso de las respuestas que pudiera obtener, lo que más temía era que se hubiera encontrado con Adrián (Luke) y estuviera a punto de alejarse para siempre.
-Estaba afuera revisando lo de las vallas de seguridad para las fans cuando vi a alguien correr por el callejón de la cocina, quise revisar simplemente por precaución... Llevaba un abrigo rojo, pero la reconocí de inmediato, cuando comencé a seguirla para ver a donde iba a esa hora y sin avisarle a nadie... De repente empezó a correr más de prisa, cuando se dio cuenta de que alguien la seguía creo que entro en pánico y siguió corriendo - le explicaba al chico mientras el elevador continuaba el camino hasta su piso - no vio por donde iba y tropezó, parece que se golpeó la cabeza con la punta de la acera...
-Bromeas, ¿No? - preguntó Harry, casi se río por lo cómico de la situación.
-Me encantaría que fuera así - admitió - Lo que más me preocupa, es que estoy seguro que estaba con alguien más en el callejón de la cocina...
-¿Qué quieres decir? - la preocupación de encontrarse con el exnovio de su esposa regresó de inmediato.
-Que alguien la estaba ayudando a irse... - concluyó.
El elevador finalmente se abrió y ambos se encaminaron hasta la habitación de la chica, Preston la recostó sobre la cama y salió dejándolos solos por un instante. Harry pudo observar finalmente a su esposa, tenía una evidente contusión en la frente y el cabello hecho un total desastre, pero eso únicamente la hacía verse más frágil y delicada, provocándole a Harry una mayor necesidad de protegerla a pesar de todo.
-¿Por qué insistes en huir de mí? - preguntó Harry, quitándole los cabellos de la cara - Demonios, Val... ¿Cómo es posible que estés hecha un desastre y me sigas pareciendo la mujer más hermosa de la tierra? - Sabiendo que no podría rechazarlo, se inclinó sobre ella y la besó suavemente en los labios antes de que la puerta se abriera nuevamente.
Preston volvió a la habitación acompañada de Lou, Paul y un hombre que por su apariencia, Harry concluyó que era el médico.
-¿Qué le ha pasado a esta encantadora jovencita? - preguntó el doctor cuando se acercó hasta donde estaba Valery.
-Tropezó en el baño - dijo Paul de repente - Tropezó cuando se alistaba para salir...
-Una pena que la noche se haya arruinado, ¿no? - comentó al aire, sacando la lámpara del bolsillo de su bata.
Todos observaron atentos como el doctor examinaba cuidadosamente a Valery, lo vieron examinar sus reflejos y aplicar algunos antiinflamatorios en el sitio de la lesión, el mismo dijo que no podía permitir que una chica tan bonita se viera opacada por el golpe de un accidente. Y cuando estaba despidiéndose de los espectadores y dejándoles algunas indicaciones para el cuidado de Valery, ella sola estaba comenzado a despertarse.
-Val, val, ¿Cómo estás? - preguntó Harry de inmediato.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
-Val, val, ¿Cómo estás? - escuché preguntar a Harry, pero lo escuchaba en la lejanía; cuando abrí los ojos me lo encontré a escasos centímetros de mi rostro.
-Ha-Harry... ¿Qué-que pasó? - pregunté confundida, mi cabeza comenzó a punzarme enseguida.
-Sshhh... Calma, calma - me pidió Harry, acariciando mi mejilla con suavidad - Te caíste en el baño.
-¿En-en el baño? - repetí, eso no me sonaba para nada. Y acompañado de un dolor brutal todo regresó de repente: Preston apareció de repente en la calle detrás de mí, no tuve otra opción más que aumentar la velocidad, tan pronto como llegara hasta el auto nadie podría alcanzarme, no sé en qué momento perdí la coordinación y la vista en el camino... lo último que recuerdo es que estaba cayendo.
-Tranquila - repitió Harry - El doctor te revisó, todo va a estar bien... Lo prometo.
Comprendí que nadie quería que se supiera que yo estaba intentando escapar, de allí venía la idea de que me había tropezado en el baño... No quise desmentir a nadie y me limité a quedarme callada, sabía perfecto que estaba metida en graves problemas.
Cerré los ojos nuevamente mientras escuchaba como despedían al doctor y él mismo daba algunas indicaciones sobre mis cuidados próximos. Pronto todos se despidieron de mí cuidadosamente y sin que yo pudiera objetar nada me quedé con Harry.
-El doctor dijo que no te quedará ninguna marca - comentó después de un largo silencio - Aparénteme tu rostro seguirá siendo perfecto...
-Suerte para ti... Así no ensuciaré tu imagen - respondí sarcástica.
-Cálmate, Valery... - advirtió - O tendrás un fuerte dolor de cabeza... ¿Qué te parece si resolvemos este problema como adultos?
-¿Te refieres a mi tropezón en el baño? - respondí.
-¿Quieres decirme que estabas haciendo afuera a la 1 a.m.? - preguntó finalmente.
-Paseo nocturno, necesitaba aclarar mis ideas...
-¿Qué tan estúpido crees que soy? - preguntó - ¿Cuál era tu plan? ¿Tomar un taxi al aeropuerto, y conseguir un boleto de regreso a Londres?
-Eso no importa ya... - respondí.
Creo que fue ese el momento en el que perdió la paciencia conmigo, lo vi dirigirse rápidamente hasta la bolsa que llevaba esa noche y comenzó a revisarla de inmediato, pronto encontró lo que buscaba.
-¿Con esto te querías escapar? - me preguntó histérico lanzándome el boleto a mis pies - ¿Qué estabas haciendo en la calle tan tarde? ¿Quién te estaba ayudando a escaparte?
-¡Nadie! ¡Ya déjame tranquila! ¡Me atrapaste, no voy a irme a ningún lado! - respondí.
-¡No me mientas! - gritó - ¡Quién te consiguió el boleto a Alemania? ¿Quién te consiguió ese auto para irte? - Harry ya había olvidado que me había golpeado en la cabeza, en segundos lo vi parado a mi lado, con sus manos en mis brazos, levantándome de la cama.
-¡Suéltame! ¡Me lastimas! - le grité, moviéndome en sus brazos.
-¡Dime quien te está ayudando! - Insistió, sacudiéndome bruscamente - ¡Respóndeme! ¡Dime quién te está ayudando!
Cuando me soltó finalmente no tuvo ningún tipo de delicadeza, me lanzó sobre la cama y comenzó a sacudir sus brazos en todas direcciones, parecía fuera de sí. Cuando lo vi cerrar y apretar sus puños muy fuerte temí por lo que pudiera llegar a pasar.
Harry cerró su puño con fuerza y lanzó un puñetazo en mi dirección, cerré los ojos inmediatamente y traté de cubrirme mientras esperaba el impacto, lo púnico que recibí fue la vibración de la cama, él le había dado un buen golpe a la almohada que tenía a lado mío, estaba segura que el golpe hubiera dejado inconsciente a cualquiera.
-¿Qué? ¿Qué vas a hacer? - le pregunté cuando me puse de pie para enfrentarlo, tenía su cara a escasos centímetros de la mía, prácticamente lo estaba retando - ¿Vas a pegarme? ¡Anda! ¡Pégame! Es más, ¡Mátame! ¡Mátame y acaba de una maldita buena vez con esta asquerosa realidad!
-¡Cállate! - Respondió furioso - ¡No quiero escuchar que hables más! Y será mejor que te acostumbres, porque esta es tu vida ahora... Mejor acéptalo de una vez, porque nunca vas a irte de mi lado - advirtió.
-¿No te das cuenta? - Pregunté - No te soporto, odio vivir contigo, todo lo tuyo me da asco, tu vida, tu gente, ¡Tú! ¡Sobre todo tú!
No se permitió a si mismo el decirme lo que estaba pensando, se aprovechó de la cercanía que existía entre nuestros cuerpos y sólo se inclinó un poco más para besarme suavemente en los labios, cuando pude reaccionar estaba a medio camino de la puerta, lo alcancé justo cuando le daba la vuelta a la perilla.
Cerré la puerta detrás de él y me tiré en el suelo, donde lloré hasta que me quedé dormida.