Y entonces llegó Maverick

By thefenix

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Después de cuatro años, Colin Maverick vuelve a su cuidad natal para vengarse de aquellos que le hicieron la... More

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Epílogo

Capítulo 17

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By thefenix

NARRA TORI

Sábado noche

Me bajé de la moto con cuidado y respiré aliviada. Odiaba las motos y mucho más cuando conducía Colin.

—Podríamos haber ido al cine en coche —me quejé.

—¿Y dónde aparco el coche? ¿En el tejado? —preguntó riendo—. Vamos, no ha sido para tanto.

—Claro que no porque es muy normal acelerar cada vez que el semáforo se pone en ámbar —contesté irónica.

—Después de dos semanas sigo sin entender por qué no te gusta mi moto —dijo acariciándola con suavidad—. Es maravillosa.

—Si tú lo dices. —Me quité el casco y se lo di—. Gracias por traerme a casa de Becca. —Le di una beso en la  mejilla y le sonreí—. Nos vemos el lunes.

—Espera, espera. —Me agarró de la mano y me volvió a acercar a él—. Eso no es un beso de despedida.

—Nos podrían ver —le susurré y miré la casa de Becca—. ¿No ves que son unas cotillas?

—Vamos, no creo que estén vigilando por la ventana. —Me acercó aún más y relamió sus labios.

—Eso no vale.

—¿El qué? ¿Esto? —Y volvió a hacerlo.

—Eres un tramposo, Colin Maverick.

—Bésame de una vez, Victoria Brooks.

Pasé mis manos por su cuello y le besé. Seamos sinceras, no me iba a ir sin besarle.

—Bueno... —Me separé de él y di unos pasos hacia atrás—. Ahora sí me voy.

—Vale.

—Vale.

Seguí caminando hacia atrás y él no dejaba de sonreír.

—Hasta el lunes.

—Hasta el lunes —repitió.

—Bien... —Me di la vuelta y caminé hacia el porche de la casa de Becca.

—¡Bonito culo! —Me giré avergonzada y le vi reírse.

—¡Eres idiota!

Se subió a la moto y me lanzó un beso antes de ponerse el casco y alejarse de allí.

—Será... —Terminé de subir los escalones y la puerta se abrió dejando a la vista a mis amigas—. Maldito Maverick...

___

A veces tenía mis dudas, pero hoy por fin podía confirmar que mis amigas estaban más emocionadas que yo por salir con Colin.

—Aquí traigo varias cosas —dijo Becca entrando en el salón con una bandeja llena de bebidas y de comida. La dejó en la mesa y se sentó al lado de Liz—. Bueno, Victoria. —Me miró fijamente y esbozó una sonrisa—. ¿Besa bien?

Las demás empezaron a soltar grititos y risitas por lo bajo.

—¿Esto es necesario? — pregunté y asintieron todas a la vez—. Está bien. Increíblemente bien.

Volvieron a gritar, pero esta vez un poco más fuerte.

—Está claro que ese chico no puede hacer nada mal —comentó Becca divertida—. Es que está buenísimo.

—Y que lo digas —añadió Liz.

—Que no te oiga Mike —contesté riendo.

—Mike tiene que asumir que ese chico es como un dios griego.

Nos miramos todas y nos empezamos a reír.

—Tori, es que has subido demasiado el listón —dijo Sophie.

—Tampoco es que Eddy lo pusiera muy alto —contesté—. Por cierto, nunca me dijisteis qué pasó ese día para que dejase el colegio a mitad de curso.

—Se lo contamos ya? —le preguntó Becca a Liz sin borrar la sonrisa de sus labios.

—Creo que está preparada —contestó divertida—. Bien, todo comenzó...

Narrado por Liz

—No entiendo cómo ha podido hacerle algo así... —me quejé—. De verdad, ese chico se merece que le partan las piernas.

—No estás exagerando un poco? —preguntó Sophie.

—¿Exagerando? ¡Tori lleva sin venir a clase más de una semana y es hora de vengar su honor!

—Vuelve de la Edad Media —me dijo Becca riendo—. Puede que partirle las piernas sea un tanto ilegal, pero creo que este chico tiene que aprender la lección. No puede ir por ahí como si fuera el rey de la escuela.

—Creo que se merece un escarmiento —añadió Helen.

Todas miramos a Sophie esperando su aprobación.

—Está bien, está bien. —Se dio por vencida y miró a Becca—. Por favor, sorpréndenos.

—Bien. —Esbozó una sonrisa perversa y cerró un poco el círculo—. Este es el plan...

Al día siguiente, nos juntamos las cuatro en la puerta de la escuela con las camisetas de nuestro grupo, Five Up**.

—¿Qué estáis planeando? —preguntó Mike acercándose a nosotras—. Siempre que os ponéis esa camiseta, algo malo tenéis en mente.

—No sé de qué hablas —contesté mirándole de reojo.

—Vamos, contádmelo —insistió acercándose a mí—. Puedes confiar en mí, Liz.

Esos ojos tan dulces y esa sonrisa tan bonita.

—Mike, no te metas en nuestros planes —le cortó Becca poniéndose en medio de los dos. Me miró de reojo y aparté la mirada de Becca. Mike le dijo algo que no pude entender bien y luego se marchó—. Chicas, Plan E en marcha.

Nos separamos las cuatro y cada una fue a cumplir con su parte del plan.

A la hora de comer, nos volvimos a reunir las cuatro en la mesa donde nos esperaban Alex y Mike.

—¿Todo en orden? —preguntó Alex.

—Todo en orden. —Esbocé una sonrisa triunfante y me senté al lado de Mike.

—¿Qué habéis hecho? —me preguntó Mike.

—Ahora lo verás. —Le sonreí y me puse a comer.

Unos minutos después, Eddy entró furioso en la cafetería con una pequeña toalla tapándole la cintura.

—¡Vosotras! —gritó enfurecido y se acercó rápidamente a nosotras—. Qué habéis hecho con mi ropa?

—Vaya, no me esperaba esto —me susurró Helen—. ¿No ha visto el disfraz de payaso que le habíamos dejado?

—Esto es mucho mejor —contesté intentando aguantarme la risa.

—¿Nosotras? —preguntó Becca haciéndose la sorprendida—. No sabemos de qué hablas, Edward.

—Tú... —La señaló—. Tú has planeado todo esto.

—Pero si nosotras hemos estado aquí todo el tiempo.

—¡No mientas! —gritó desesperado.

—No lo hago, pero ahora que lo dices... —Se hizo la pensativa y miró hacia arriba—. Me suena haber visto unos calzoncillos en alguna parte... —Esbozó una sonrisa y señaló al tejado—. Sí, ahí.

—No... —Se dio la vuelta y miró hacia arriba—. ¡Estáis locas! ¡Os deberían encerrar en un manicomio!

La bandera de la escuela había desaparecido y había sido sustituida por sus calzoncillos.

—Pero si nosotras estábamos aquí —insistió Sophie.

—Carl, Jack, bajad mi ropa ahora mismo —ordenó a sus dos amigos.

—Ni lo sueñes —contestó Carl dando unos pasos hacia atrás—. Quiero seguir encontrando mi ropa en la taquilla.

—Lo mismo digo —añadió Jack—. Además, te lo has buscado.

Se dieron la vuelta y se fueron con el resto de sus amigos a reírse.

—Eso, tú solito te lo has buscado —le dije sonriente.

Se acercó a mí y me agarró del brazo con fuerza levantándome de la silla.

—¿Te hace mucha gracia? —me preguntó desafiante—. Pues ahora vas a subir a por mi ropa o sino...

—¿O qué? —le respondí soltándome de su agarre.

—¿Eso es una amenaza? —preguntó Mike levantándose de su sitio enfadado.

—No te metas, Gilbert —contestó encarándose con él.

—Cuando se trata de mi chica, digo, de Liz, es algo personal. —Le empujó hacia atrás y le miró de mala manera—. Vete a buscar tu ropa y déjalas en paz.

—Creo que eso no va a pasar hasta que no suba alguna de estas inútiles.

—Ya estoy harto. —Alex se levantó y se puso delante de él—. Lárgate antes de que me arrepienta.

—Señoras y señores, con todos ustedes, Alex Cooper —dijo riendo—. ¿Por qué no estás consolando a Tori?

—Cállate. —Su rostro se tornó oscuro—. Ni la menciones.

—¿Qué pasa, Cooper? ¿No sabes lo que hacen las parejas cuando salen juntos? Aunque hay que reconocer que Tori siempre ha sido demasiado estrecha. Sí compañeros, Tori es más... —Antes de que pudiera terminar la frase, el puño de Alex impactó en la nariz de Eddy—. ¡Eres un animal! —lloriqueó llevándose la mano a la nariz—. Eres una basura, como ella. Ahora mismo debe estar llorando por las esquinas de su casa y sintiéndose la chica más desgraciada del mundo y todo gracias a mí. —Se señaló y sonrió enseñando todos sus dientes manchados de sangre—. Y tú no pudiste hacer nada por tu querida Victoria.

Alex se volteó tranquilo, me miró un instante y se giró con tanta rapidez que Eddy no lo vio venir. El puño derecho de Alex impactó en la boca de su estómago y el izquierdo volvió a impactar sobre su cara dejándole KO en el suelo de la cafetería.

—Te dije que no volvieras a mencionar su nombre. —Alex sacudió sus manos y volvió a sentarse en la mesa—. ¿Comemos?

NARRA TORI

—Se volvió completamente loco —dije como pude—. ¿Por qué no me di cuenta?

—Porque la semana que le expulsaron, tú seguías estando en casa —contestó Liz—. Bastante sorprendidas nos quedamos cuando le dejaron volver. Pensábamos que le iban a expulsar de forma permanente.

—Y nos pidió que no te lo dijéramos —añadió Becca—. Al final, el director se enteró de todo, se lo dijo al padre de Eddy y por eso le mandó a un internado.

—Yo... no sé que decir.

—No digas nada. —Liz me rodeó con su brazo y me acercó a ella—. Somos las Five Up y por una de las nuestras hacemos cualquier cosa.

**Five Up: El grupo que forman Liz, Becca, Tori, Sophie y Helen porque a las cinco les gustaba el Seven Up**

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