Estrella Fugaz © [Completa ✔]

SileneAMR

1.1M 74.4K 36.4K

Estoy sentada en la cafetería junto a Rachell y María quienes hablan de lo deliciosa y apetitosa que está la... Еще

Sinopsis.
Capítulo 1: Estúpido enamoramiento.
Capítulo 2: Es una metáfora.
Capítulo 3: Tú otra vez.
Capítulo 4: ¿Hace calor aquí?
Capítulo 5: Amnesia.
Capítulo 6: Solo un beso.
Capítulo 7: Estaré bien.
Capítulo 8: Él empezó.
Capítulo 9: Una propuesta.
Capítulo 10: Simples suposiciones.
Capítulo 11: Seré tu novia falsa.
Capítulo 12: Este día no podría terminar peor.
Capítulo 13: Celoso.
Capítulo 14: Eso no es suficiente.
Capítulo 15: Tú chico.
Capítulo 16: Él siente algo por mí.
Capítulo 17: De nada sirve negarlo.
Capítulo 18 : Le gustas.
Capítulo 19 - Parte 1: Eres preciosa.
Capítulo 19 - Parte 2: Atrápame Diosito
Capítulo 20: Alguna u otra forma.
Capítulo 21: El que juega con fuego, se quema.
Capítulo 22: Orador motivacional.
Capítulo 23: Perfect tonight.
Capítulo 24 - Parte 1: Bien, exploté.
Capítulo 24 - Parte 2 : Discúlpame.
Capítulo 25: Hora de la crisis existencial.
Capítulo 26: ¿Me perdonas?
Capítulo 27: Extraña primera cita.
Capítulo 28: Cara de culo.
Capítulo 29: No debió pasar.
Capítulo 30: Chico prodigio.
Capítulo 31: Cita Nocturna.
Capítulo 32: Castigada.
Capítulo 33: Zombie.
Capítulo 34: ¡Despierta, Natalie!
Capítulo 35 : Niégamelo.
Capítulo 36: Metí La Pata.
Capítulo 37: Un Bebé.
Capítulo 38: Atrevete.
Capítulo 39: ¡Sorpresa!
Capítulo 40: No es un error.
Capítulo 41: Dios Griego Arrogante y Árabe Ardiente.
Capítulo 42- Primera Parte: Dulce Venganza.
Capítulo 42- Segunda Parte:Dulce Venganza.
Capítulo 43: Novia.
Capítulo 44: ¿Qué sientes por mí?
Capítulo 45: Buena Suerte.
Capítulo 46: Serios problemas.
Capítulo 47: Me Encantas.
Capítulo 48 - Primera Parte: Noche Buena.
Capítulo 48 - Segunda Parte : Earned it.
Capítulo 49: No quiero estar solo.
Capítulo 50: Año nuevo, vida nueva.
Capítulo 51: Stripper.
Capítulo 52: Secuestrada.
Capítulo 53: Hormonas controladoras.
Capítulo 54: Súper sexy.
Capítulo 55: Alerta roja.
Capítulo 56: Una semana.
Capítulo 57: Toda tuya.
Capítulo 58- Segunda parte: Sol y Luna.
Capítulo 59: San Valentín.
Capítulo 60: Pervertida.
Capítulo 61 - Primera Parte: Señorita Intensa.
Capítulo 61 - Segunda Parte: Estrella Fugaz.
Epílogo.
Nota Importante: Extras, Precuelas, Secuela.
Extra #1
Extra #2
Extra #3
Extra #4
Extra #5
Extra #6
Extra #7
Especial: Mikhail Y Nat Como Padres.

Capítulo 58- Primera parte: Psicópata.

13.6K 819 291
SileneAMR

#Etapafinal😭.
....

— ¡Cita de grupo! —chilla Rachell tomando de la mano a Caleb, quien acaba de bajarse de su auto acompañado de la rizada.

Ya es miércoles y hemos decidido venir en grupo a la feria de la ciudad. Estoy de pie junto a Mikhail, recostados en el auto de Matt —ya que el de Mikhail está en reparación— esperando a que llegue la última pareja: María y Shawn.

— ¿Dónde se metieron aquellos dos? —bufa Naza, apartando la vista de su teléfono para mirar a todos lados.

— Pensé que estábamos todos —Rachell se acerca a mí y planta un beso en mi mejilla.

— Pues pensaste mal —respondo, algo malhumorada.

Tengo buenas noticias.

¡Andrés apareció ayer! Sí, no seré mamá, y sí, eso también explica mi malhumor.

Mikhail ha intentado consentirme pero todo me molesta. Todo. Absolutamente todo.

Ayer intentó hacerme tarta de manzana y la rechacé diciendo que solo quería hacerme feliz porque no me soportaba de esta manera. Sí, soy una exagerada pero ¿Qué más da?

Ahora estoy aquí y el solo hecho de estar esperando ya me tiene molesta.

— ¿Te pasa algo? —Caleb me mira antes de darme un beso en la mejilla—. ¿Qué le hiciste, Mikhail?

El mencionado parece ofendido.

— ¿Yo? No le he hecho nada. Son las hormonas.

Ruedo los ojos.

— Estoy bien, Caleb.

— No lo parece —frunce sus labios sin quitarle la mirada recelosa a Mikhail—. Siempre puedo golpearlo si te hace algo.

Dice confidente mientras me guiña uno de sus bonitos ojos. Le sonrío por su amabilidad.

— Lo tendré en cuenta.

— Llegó lo más lindo del grupo —grita Shawn por la ventana de su auto de manera arrogante, está aparcando junto al coche de Caleb.

— Mueve tu culo hasta aquí, Shawn, si no quieres que te asfixie —gruñe Mikhail, quien está irritado porque yo lo estoy.

— Ya llegué —baja del auto y espera a que María haga lo mismo—. Cálmense ¿sí?

— Duraste un siglo en llegar —bufa Naza, mirándolo con recelo.

— Díganselo a ella —señala a María. Ella baja del auto con una caja de donas, está sonriéndome.

— ¡Traje donas! —chilla, alzando la caja hacia mí.

Las chicas saben que cuando estoy en mis días lo que más me gusta es comer.

Le sonrío, animada. De solo pensar en las deliciosas donas cubiertas de chocolate el malhumor se esfuma.

— ¿De chocolate? —mi voz suena animada.

— También hay rellenas —se acerca a mí y me rodea en un abrazo.

— Tú lo que tenías era hambre —me acusa Caleb, sonando divertido.

Le doy una sonrisa culposa.

— Puede ser.

Tomo la caja de donas que me extiende María, luego ella se separa para abrazar a Rachell.

— ¿A dónde iremos primero? —pregunta Ryan.

Yo tomo la primera dona y la muerdo, llenando mis dedos y boca de chocolate.

— La montaña rusa —sugiere Caleb, abrazando por encima de los hombros a su novia.

Mikhail, quien está a mi lado, me mira de reojo con una sonrisa divertida.

— Tienes chocolate en toda la cara y los dedos —señala de forma baja, dejando la conversación de los demás a un lado.

Tuerzo una mueca divertida.

— No me di cuenta.

— Déjame y te ayudo —se ofrece y con su dedo pulgar quita el chocolate de mis comisuras. Su dedo se desvía y acaricia mis labios con sensualidad.

— Pensé que querías ayudarme —me burlo, fijándome en su mirada la cual contempla mis labios.

— Eso quiero, pero hace ya un día que no te beso por darte espacio —alza la vista sin aun apartar su dedo de mis labios.

Con una sonrisa coqueta meto su dedo en mi boca y comienzo a succionar el chocolate sobre el con sensualidad.

Sus ojos se pintan con deseo y una sonrisa que logra encender cada parte de mí se asoma en esos labios tan bonitos que tiene.

— Creo que no deberías provocarme, no si no haremos nada después —susurra solo para que yo escuche.

Echo un vistazo a los demás, están sumidos en la conversación sobre que atracción visitar.

— Lo siento, cariño, pero Andrés nos cohíbe de muchas cosas —saco el dedo de mi boca y le guiño un ojo.

— Estás siendo mala conmigo —hace un puchero que me hace sonreír.

— Agradece que Andrés está, no queremos que Elliot venga ¿o sí?

— No ahora. ¿Y luego?

Arrugo la nariz.

— ¿Niños, Mikhail?

— Quiero una niñita preciosa —me dice, y puedo ver lo emocionante que le parece la idea.

La verdad los niños son lo último en lo que pienso, hay cosas más importantes como estudiar, trabajar, independización... y no podemos hacer todo eso con un bebé a nuestro lado.

— Pues tendrás que esperar mucho, querido Mikhail. Debemos estudiar, trabajar, y luego Elliot y su hermanita podrán venir al mundo.

Me sonríe de lado.

— Promételo.

— Qué sí, cariño —acaricio su mejilla, sintiendo como el malhumor desaparece—. Una niña preciosa, de ojos aceituna como los tuyos.

— Y una cara bonita como la tuya —me da un beso en la cabeza, haciéndome sonreír como tonta—. Y Elliot con el cabello como el tuyo y una sonrisa tan preciosa como la que tú tienes.

— Y los ojos como los del tío Matt y una naricita como la tuya.

— Listo. Entonces empezamos con la casa embrujada.

Naza, quien bebe un refresco, sentencia a donde iremos.

— ¿Están de acuerdo, chicos? —cuestiona María, mirándonos de reojo.

Mikhail asiente.

— Por mí está bien.

— ¿Nat?

Todos me miran, interesados por mi respuesta.

— Eh...no soy amiga del terror —me encojo de hombros—. Pero pueden entrar mientras yo termino las donas sentada afuera.

Shawn rueda los ojos.

— Qué aguafiestas.

— Perdón —le doy una sonrisa de disculpas.

La verdad es que no tengo ni las más mínimas ganas de ir a la casa embrujada. Precisamente ahora no quiero andar escuchando llantos ni viendo cosas que me pongan de los nervios.

— Bien, solo debemos saber si Mikhail dejará que te quedes afuera a esperar sin él acompañándote —Caleb lo mira con una ceja alzada.

Miro a Mikhail y asiento.

— Cómprame un batido y espero sentada en una banca.

Mikhail, poco convencido con la idea, asiente.

— Hecho.

— Haremos lo siguiente —Shawn se acomoda entre todos haciendo un círculo confidencial—. Todos entraremos y el primero en encontrar la salida, gana.

— Formemos grupos —sugiere María—. Chicos con chicos y chicas con chicas.

— Saldrán huyendo a la primera —se burla Caleb, chocando las manos con Ryan.

Rachell rueda los ojos.

— ¿Te recuerdo lo cobarde que eres, Caleb? Casi te orinas cuando estábamos viendo Anabelle en mi casa.

Shawn suelta una carcajada.

— ¿En serio? No puedo creerlo.

— Tú te callas —lo amenaza María—. Casi sufres un infarto cuando mi hermanito pequeño se puso una frazada blanca en la cabeza y empezó a simular ser un fantasma.

Suelto una carcajada mientras que Mikhail rueda los ojos.

— Bien, vayamos y que gane el mejor grupo —Mikhail, luciendo competitivo, estrecha la mano con las chicas.

Ruedo los ojos. Es terriblemente democrático.

— Natalie se encargará de anunciar quien hace trampa o no —Nai me guiña.

— No elijas a Mikhail solo porque es quien te calienta y te da unos buenos orgasmos —me amenaza Rachell, haciendo que me atragante con un trozo de dona y me ponga como un tomate.

— No lo hará ¿no es así, cariño? —Mikhail sonríe, divertido, haciendo que todos dirijan su vista hacia mí.

Mi cara se enrojece aún más.

— Prometo no hacer trampa, chicos.

— Listo, entonces comprémosle un batido y a jugar —Shawn aplaude efusivamente para luego remover el rubio cabello de Caleb.

Todas las parejas se toman de la mano y comenzamos a caminar por toda la feria en busca de la atracción mencionada.

El sol se está ocultando pintando el cielo de colores rosa y naranja, la brisa es fría y el ambiente agradable. Hay muchas personas en la feria y a medida que vaya anocheciendo muchas personas más llegarán. La feria es un atractivo para las personas de la ciudad.

Mikhail se encarga de comprarme un batido y de verificar si tengo suficientes donas como para esperar.

— ¿Segura que no quieres que me quede contigo? —Mikhail me aprieta la mano un poco más y me mira con intensidad.

La brisa le mueve el cabello de forma suave y me hace dar cuenta de que está largo.

— Tienes el cabello largo —sonrío, mirando las ondas castañas de su cabellera.

— Estás cambiando de tema —sonríe, mirándome acusatoriamente.

— ¿Qué te hace pensar que estaré mal sola? —inquiero, cansada de que siempre intente protegerme.

— No lo sé —tuerce un gesto raro—. Solo no quiero dejarte sola.

— Creo que no puedes vivir sin mí —me burlo, mirando a las personas caminar relajadamente.

— Puede ser —acepta, haciéndome girarme hacia él, se lame los labios para luego morderse el inferior.

Madre mía.

— Bésame —pido, deseando esos besos húmedos y dulcísimos de él.

Alza una ceja.

— ¿Aquí?

— Donde quieras —observo a nuestro alrededor y hay demasiadas personas.

— Hay mucha gente —opina, mirando con diversión a las demás personas.

— No me importa —busco un lugar donde no seamos el centro de atención—. Detrás de un árbol, en un baño, donde sea, solo bésame.

Una sonrisa pícara se pinta en sus labios.

— A la mierda la gente, ven aquí.

Toma mi cuello con posesividad y brusquedad y me roba un beso. Apenas mis labios conectan con los suyos le correspondo, rodeando su cintura con mis brazos, gustosa.

Sus labios se mueven ágiles al igual que su lengua. Mierda, no es posible que estemos en medio de una feria y yo lo esté deseando tanto. Me muerde los labios, como hace un instante fantaseé.

Luego de unos segundos los cuales parecen una eternidad, se separa de mí.

— No quiero tener una erección en medio de este lugar —bromea, haciéndome sonreír. Le miro los labios rojos e hinchados.

— Pensábamos que iban a tener sexo en medio de este lugar —se burla Shawn, haciéndonos mirarlos a todos quienes nos miran divertidos.

— Esperábamos a que se desocuparan para poder entrar a la atracción —continúa Caleb, mirándonos con coquetería.

— ¡Mikhail, la corrompiste! —lo acusa Shawn, mirándome de arriba abajo con incredulidad—. La primera vez que fue a casa mencionamos sexo y se puso colorada.

— Ahora es la diosa del sexo, Shawn —Mikhail me guiña, haciéndome poner completamente roja.

Un par de silbidos coquetos me hacen querer desaparecer de la faz de la tierra.

— ¡Mikhail! —lo observo como si quisiera eliminarlo con tan solo la mirada. Él vuelve a guiñarme un ojo, haciendo que mis piernas se vuelvan plastilina.

— ¡Entremos! —apremia Rachell, tomando del brazo a María y a Naza.

— ¡Vamos! —Shawn agarra por el hombro a Ryan y a Caleb.

— Saldré lo más rápido que pueda —Mikhail me besa fugazmente los labios, luego con la mirada me señala un banca justo en frente de la casa embrujada.

— Mikhail, joder, no vamos a morirnos ahí dentro ¡mueve el culo! —grita Caleb de pie en la entrada de la casa embrujada, la cual es una cara de un payaso y deben subir por la lengua de éste hasta entrar por su boca.

Se escuchan risas macabras y llantos desolados desde adentro que me revuelven el estómago.

— ¡Las chicas ya entraron, Mikhail, van a ganar! —Ryan es el tercero en gritar mientras que Shawn paga los boletos de entrada.

— Ve, que perderán —lo apresuro, tomando asiento en el lugar previsto para luego sorber de mi pajilla.

— Te amo, cariño —me guiña y sin esperar respuesta corre a donde sus amigos.

— ¡Yo más! —grito de vuelta, mirándolos entrar a la casa embrujada.

Cuando ya no veo a nadie entonces me concentro en beber de mi batido, comer mis donas y mirar mi teléfono.

Miro Instagram, Whatsapp, hasta TikToks, pero siento que los minutos son eternos y pasan tan lento que me fastidio con facilidad. Cuando me doy cuenta ya no tengo ni batido, ni donas.

Me pongo de pie con la intención de comprar un algodón de azúcar, pero siento como mis piernas se separan del suelo al ser cargada.

— ¿Qué haces aquí sola? —West me da un par de vueltas en el aire antes de soltarme sobre el suelo.

Cuando mi cerebro logra normalizarse lo miro detalladamente. Luce relajado, recién duchado, guapísimo y viene solo.

— Lo mismo pregunto —sonríe de manera divertida—. ¿Qué haces aquí?

— Saldré con una chica —me hace saber, pasándose la mano por el cabello, seductor. Me doy cuenta de que lo hace por un par de chicas que nos están mirando.

Las ganas de preguntar si olvidó a Jenna me embargan pero no quiero recordársela y hacerlo sentir mal.

— Todo un casanova —bromeo, señalando con la vista a las chicas quienes lo miran y cotillean.

— ¿Qué puedo decir? Soy irresistible —suelto una carcajada por su egocentrismo.

— Sí, claro.

— Vi a tu mejor amiga hace un par de minutos. Anda con unas chicas súper irresistibles, una tiene un trasero espectacular —

— ¿Mejor amiga? —interrumpo su asquerosa definición de traseros y alzo una ceja. Rachell y las demás están dentro, y creo que él no conoce a Isabella y a las chicas.

Suelta una risita baja.

— La rubia irresistible mejor amiga de Mikhail.

Tuerzo una mueca de desagrado instantáneamente.

Enmy.

— No es mi mejor amiga —aclaro, cruzándome de brazos. West suelta una carcajada ronca.

— Lo sé, solo me gusta molestarte —sus palabras me recuerdan a Nomar. ¿Qué les divierte a la hora de verme molesta?—. No debe estar lejos. En cualquier momento viene y te saluda.

Sí, claro, como si Enmy me fuese a saludar después de nuestros últimos encuentros.

— Lo mejor sería que no nos encontráramos —musito con el estómago revuelto. De solo pensarla cerca algo me da mala espina.

— Será mejor que no. No queremos una masacre aquí —bromea, revolviéndome el cabello—. Ahora me voy, me esperan.

Con una sonrisa curvada se despide de mí.

— Nos vemos después, pulguita —ruedo los ojos por su apodo. ¿Por qué las personas no me ponen apodos normales?

— Adiós, West. Que pases linda noche —me despido, viéndolo tirarme un beso y luego partir.

Sigo mi anterior camino y en vez de comprar algodón de azúcar, me decido por un jugo natural para bajar los nervios. No sé por qué la idea de que Enmy esté en el mismo lugar que yo me pone los vellos de punta.

Es que no la soporto y ella tampoco a mí. Ese es el problema.

Compro un jugo de naranja y tomo asiento en mi anterior banca a esperar por los chicos, llevan diez minutos dentro exactamente. Creo que ya no les falta mucho para salir.

Tamborileo mis dedos sobre mis piernas, sintiendo que algo malo va a pasar. Estoy llena de un presentimiento bastante molesto.

— Oh, vaya, pero a quien tenemos aquí.

Mi presentimiento se hace real al escuchar la vocecita tan chillona de Enmy a mi lado.

Tomo una respiración profunda para controlar la adrenalina que comienza a correr por mis venas. Me acomodo en mi asiento para enfocarla.

Tiene el cabello rubísimo atado en una trenza al lado de su cabeza, un suéter color lila acompañado por un short de mezclilla y zapatos blancos. Eso sin contar los pequeños accesorios decorando su cuerpo. En su mano sostiene un batido de lo que parece kiwi y me mira con una sonrisa súper falsa.

Le devuelvo la sonrisa con la misma falsedad mientras ojeo con cuidado con las personas que viene; son dos chicas, ellas están algo alejadas de nosotras.

— Enmy —menciono su nombre de manera formal, luciendo lo más relajada del mundo, como si su presencia no me pusiera de los nervios.

— Naty —sonríe de manera extraña, haciéndola ver escalofriante debajo de su maquillaje perfecto—. ¿Cómo estás, cariño? ¿viniste con Mikhail?

Siento ganas de arrancarle la lengua para que nunca más pronuncie el nombre de mi novio de esa forma tan coqueta.

— Sí, vine con mi novio —el agarre en su vaso se aprieta al escucharme decirle así a Mikhail—. Está dentro de la casa embrujada, no tarda en venir.

— Ah, tengo días sin verlo. Me gustaría charlar un rato con él. Llegaron a mis oídos algunos rumores que quiero aclarar.

Lamo mis labios, ansiosa porque se vaya.

— Si quieres puedes decirme, Mikhail y yo hablamos sobre todo, quizá pueda aclarar tus dudas.

— Oí algo sobre un embarazo —un estrago se forma en mi estómago, haciéndome querer vomitar. Sus ojos se posan en mi vientre cubierto por mis manos entrelazadas.

¿Quién le dijo que estaba embarazada?

— ¿Quién te dijo eso...—

— ¿Entonces sí es cierto? —parece impactada.

— No es tu problema —escupo, llena de ira y cólera. ¿Quién es tan cotilla como para regar un chisme completamente falso?

Tuerce un gesto lleno de falsa desolación.

— ¿Embarazos a esta edad? Eso es terrible.

— Cállate —ordeno furiosa y poniéndome de pie.

— Tu vientre no está abultado, ¿Cuántos meses tienes?

— ¡Cállate, Enmy! —espeto, molesta. No tiene el más mínimo derecho de meterse en mi vida ni de interesarse por ese supuesto embarazo.

— Oye, Nat —detengo mis pasos, ya que iba a huir a otra parte del parque para no verle la cara—. Creo que me debes una.

Me doy vuelta hacia ella con el ceño fruncido y lo primero que siento es un frío liquido caer sobre mi cara y cuerpo.

Enmy acaba de tirarme su batido encima. Las risas de las demás personas se hacen presentes, retumbando en cada parte de mi cerebro, haciendo mi ira y rabia crecer.

— Eso es por zorra —escupe muy cerca de mí, haciendo que el perfume caro que lleva se adentre en mis fosas nasales—. ¿Creiste que saldrías ilesa de aquella vez que me tiraste la mierda que tomabas encima? No, cariño.

Escucho a las personas a mi alrededor, burlándose, grabándome. Con mis manos quito el líquido de mi rostro para poder tener una mejor visión y la observo de pie frente a mí con una sonrisa triunfal, mirándome de manera poderosa.

— No eres nadie y me reiré mucho cuando Mikhail te deje y vuelva a mí como siempre.

Sonrío, compadeciéndola.

— ¿Esta es tu manera de llamar su atención? se nota lo urgida que estás porque él te mire, te escriba y pida salir contigo. Creo que tu cerebro aun no procesa que Mikhail tiene novia y esa soy yo.

— No por mucho, perra.

— Quizá no sea mucho tiempo, sí, pero está conmigo ahora y eso es lo que te duele.

— Estás con él por su dinero, ¡maldita arrastrada!

— Estoy con él porque lo amo.

— No lo amas.

— Estás armando un escándalo en plena feria, ¿no te da vergüenza?

— ¿No te da vergüenza a ti? Eres el centro de todos los vídeos.

— A mí me da igual. Creo que yo no soy la que cree que es influencer en Instagram —finjo una sonrisa—. Solo quiero decirte una cosa, Enmy —escupo, cansada de este teatro que ha montado donde estamos ambas en medio de una rueda de personas—. Deja de meterte en mi vida, en nuestra vida. Busca algo más productivo que hacer, busca a alguien que sí te ame y deja de estar interfiriendo en relaciones ajenas.

— ¡Tú arruinaste mi relación con Mikhail! —gruñe, acercándose más y señalándome con su dedo.

— ¿Yo la arruiné? No soy la que se comporta como loca —me caigo de hombros y con mi comentario causo que varias personas comiencen a reír—. ¿Qué te hace creer que fue por mi que te dejó a un lado? ¡Es por tu actitud psicópata!

— ¡Te dejaré sin un cabello, zorra!

Y sin más, Enmy se abalanza sobre mí. Duro un tiempo en reaccionar. Ella está halándome el cabello y arañándome la cara.

Ella está golpeandome.

N/A:

Gracias por el apoyo con mi bebé. Son lo Best💛.

¿Quién más cree que Enmy está loca? Ay no, amiguis reacciona 😂.

Продолжить чтение

Вам также понравится

316 30 7
«¿Qué hacer cuando lo que se quiere y lo que se debe hacer, no es lo mismo?» - Julio Cortázar
836 123 9
• •.°✦ •.° ❝ 𝘉𝘶𝘵 𝘐'𝘮 𝘢 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘱, 𝘪'𝘮 𝘢 𝘸𝘦𝘪𝘳𝘥𝘰. 𝘞𝘩𝘢𝘵 𝘵𝘩𝘦 𝘩𝘦𝘭𝘭 𝘢𝘮 𝘐 𝘥𝘰𝘪𝘯' 𝘩𝘦𝘳𝘦? 𝘐 𝘥𝘰𝘯'𝘵 𝘣𝘦𝘭𝘰𝘯𝘨 �...
Enamorada de una super estrella Hanna Rodriguez

Подростковая литература

881K 53.4K 43
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
me quieres ver? - Héctor Fort mmm

Подростковая литература

38.7K 1.1K 43
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"