—¿El nombre de Margarita te hace conocido? —pregunté alejándome de él, estamos demasiado cerca.
—No, para nada —da unos pasos para tratar de alcanzarme.
El fuerte sonido de un auto arrancando y todas las personas comenzaron a gritar como locas, todos rodean el borde de la carretera y algunos muestran algo de apoyo a Dean.
—Será mejor que te vayas —dije evitando su agarre—. Solo termina con todo esto y vámonos.
—¿Quieres que vaya contigo? ¿en tu auto? —preguntó intentando agarrar mi mano otra vez.
—Por supuesto que no —evité su agarre nuevamente—. tú en tu auto y yo en el mío.
—Bien —dijo él caminando a mi lado para adelantarse.
—¡Dean! —lo llamé obligándolo a darse la vuelta—. Hagas lo que hagas no olvides el cinturón de seguridad.
Dean me mira por un momento.
—Yo te dije eso ¿Cierto? —preguntó acercándose otra vez.
Yo solo asentí con la cabeza.
—Si, yo te lo dije —se escucha emocionado—. Creo que te estaba enseñando a conducir y te dije eso y después...
—Después lo hicimos en el auto —continué algo avergonzada.
—Si, eso también lo recuerdo —dijo con una medio sonrisa.
—¡Harris! —grito el hombre con barba otra vez—. ¡Ya es hora, apresúrate!
Él me mira otra vez y se va, camino hacia la multitud y me abro paso para estar al borde de la carretera, veo los dos autos negros frente a una línea amarilla y a Dean hablando, o mas bien discutiendo con el rubio de hace un rato pero no logro escuchar lo que discuten por el bullicio de la gente, los dos terminan la discusión y Dean antes de subirse al auto me mira y entra, las puertas se cierran de golpe y de repente todo se queda en silencio.
Los motores de los autos de encienden y comienzan a rugir, una mujer con un diminuto top de lentejuelas y una falda holográfica aparece y se coloca frente a los dos autos, justo en medio de la línea de la carretera, se saca su top de un tirón dejando sus pechos al descubierto y dejando su brazo levantado provocando que todos los hombres y algunas mujeres comenzaran a silbar, rápidamente baja los brazos y los autos arrancan, todos comenzamos a correr persiguiendo los autos pero rápidamente las mujeres con tacones se quedan atrás, veo a lo lejos una curva y siento tranquilidad cuando Dean lo rebasa dejándolo atrás, sigo corriendo pero me voy quedando atrás, veo una mujer en moto parqueada a un lado de la calle y rápidamente le entrego unos billetes para que me la preste, la mujer lo piensa un poco pero después lo hace, arranco la moto y rápidamente dejo a muchos atrás, cuando alcanzo a ver los autos acelero más, Dean está ganando con demasiada ventaja y eso por alguna razón me hace sentir feliz, veo como el otro auto intenta alcanzarlo pero no sucede y comienza a golpear el auto de Dean haciéndolo perder el control por un momento pero se mantiene firme, después de un momento lo vuelve a golpear pero los dos autos pierden el control al mismo tiempo, el auto del rubio choca otra vez al de Dean sacándolo de la carretera provocando que choque fuerte y de frente contra un árbol, el rubio desesperado intenta mantener el control pero le es imposible y termina chocando el lado del auto donde se encontraba con un poste de luz, llego al auto de Dean y rápidamente me bajo de la moto, me acerco a la puerta del auto y con todas mis fuerzas logro abrirla.
—¡Dean! —grité espantada después de verlo.
Su rostro está lleno de sangre y su nariz está rota, su frente tiene una gran abertura y apenas si puede abrir sus ojos, en ese momento mis ojos se llenaron de lagrimas.
—¡Diablos! —exclamé intentando tomar su pulso, un poco lento pero se siente con fuerza.
—Oye... —habló él suavemente llamando mi atención—. Creo que tendremos que irnos juntos en tu auto...
—Si pero tendrás que irte en el asiento de atrás —le aclaré sacando mi teléfono para llamar a urgencias.
Después de una suave risa se queda en silencio y abre los ojos de golpe.
—¿Qué sucede? —pregunté colocándome en cuclillas para mirarlo.
No responde, después de un momento me mira y se desmaya.
—¡No! ¡Dean! ¡No te duermas! —grité intentando despertarlo cuando por fin la mujer de emergencias contestó—, si para reportar una accidente en el kilómetro ocho de Twin, mi esposo está herido, por favor —dije con desesperación intentando despertarlo.
Cuando por fin comenzaron a llegar personas de la carrera y se dan cuenta del accidente todo el mundo se vuela del lugar, la mujer que me prestó su moto rápidamente se sube sobre ella y se va, las sirenas de las ambulancias suenan y poco a poco se vuelven más fuertes, uno de los hombres me hace a un lado mientras otro trae una camilla, le colocan un inmovilizador de cuello y tienen que cortar el cinturón de seguridad para sacarlo.
—Suerte que llevaba el cinturón —dijo uno de los hombres mientras me ayuda a subir a la ambulancia.
Mientras vamos en camino al hospital mas cercano veo como curan cada una de sus heridas y lo canalizan, no puedo dejar de llorar, no se porque pero no logro dejar de llorar, llamo a James para decirle lo que pasó y después a sus padres, sobra decir lo asustados que se colocan todos, apenas llegamos al hospital se lo llevan a sala de cirugía mientras soy interrogada por un policía, tengo que mentir, le digo que mi auto se había varado en la carretera y que fui a buscar ayuda porque se ha vencido mi seguro, por mera causalidad mi ex esposo apareció en la carretera y el otro auto lo choco haciéndolo perder el control.
—¿Y su auto donde está? —preguntó el oficial.
—Esta en la misma carretera, por una bodega cercana —contesté rápidamente.
—Frente a esa bodega había una carrera ¿Estaba usted presente en esa carrera?
—No —dije como si nada—. Vi varias personas en el lugar pero no me daban buena espina.
—Listo señora Bunt, eso es todo por ahora —el hombre levantó su mirada inmediatamente dejo de escribir—. Estaremos en contacto con usted.
Veo como el policía se va y me pierdo en mis pensamientos, verlo lleno de sangre y golpeado fue muy doloroso.
—¿Señora Bunt, eh? —preguntó Jack sacándome de mis pensamientos—. Sabes que es malo mentirle a la policía.
—No le mentí...
—¿Tu apellido no es Harris? —preguntó mirándome.
—Cambie mi apellido y mis documentos cuando me case con Dean, pero ya no veo sentido a usarlo... ¿Dónde estabas?
—¿Yo? digamos que me distraje con una mujer y cuando me di cuenta ya la carrera había iniciado.
—Será mejor que te vayas —le sugiero inmediatamente veo el auto de James por una de las ventanas del lugar.
Jack no me dice nada y simplemente se aleja, James aparece a los minutos e inmediatamente me ve corre hacia mí para abrazarme.
—¿Él esta bien? —preguntó mirándome.
—No lo sé aún, no me han dicho nada.
—¿Qué diablos estaba haciendo Dean ahí? —preguntó llevándome a un rincón.
—Buscando dinero.
—Porque no me sorprende —apoyó sus manos a sus caderas—. ¿Qué dijeron mis padres?
—Que ya venían para acá.
Esperamos sentados a que algo pasara primero, que vinieran los padres de Dean o que nos dieran noticias, pero primero llegaron sus padres, después de unos minutos esperando y esperando por fin salió un doctor.
—Está estable —nos informó el hombre algo optimista—. Se dio un fuerte golpe en la cabeza pero no hay hemorragias ni lesiones graves.
Todos podemos respirar tranquilos y nos relajamos un momento, pero solo un momento ya que una asquerosa cabellera rubia aparece.
—¡¿Dónde está mi Dean?! —gritó Mariana supuestamente muy asustada.
Inmediatamente la madre de Dean camina hacia ella para golpearla pero su esposo la detuvo.
—La policía está cerca, cariño —dijo el hombre tratando de calmarla.
—Señora cálmese —habló Mariana—, no querrá dañar a su nieto —dijo con una sonrisa y tocándose la barriga.
—¡¿Qué?! —gritaron todos al tiempo, menos yo.