capitulo 11

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—Ahí debe estar, no la saque nunca —dije acercándome a él—. Saca el cajón por si se cayó.

Y así lo hace pero nada, no está ahí.

—¿Seguro no la moviste? —preguntó mirándome algo asustado.

—¡Sí! ¡Estoy segura! —exclamé comenzando a entrar en pánico.

—Bien, bien —agarró mi rostro entre sus manos—. Cálmate un poco, pregúntale a Irina si ella no la agarró.

—¿Y si no fue ella? ¿Y si Marta la encontró y se la llevo?

—Más le vale que no, porque para serte sincero no sé qué haría ella con esa arma.

Alguien toca la puerta y cuando nos damos la vuelta nos encontramos a James.

—Ya los autos están listos ¿Ustedes lo están?

—Sí, ya bajamos —dijo Dean metiendo todo lo de aseo en la maleta y cerrándola de golpe.

—James ¿Irina donde está? —pregunté caminando detrás de ellos.

—Está en la cocina con Meiling preparándoles algo de comer a las niñas.

No me había fijado en el rostro de James, se ve cansado al igual que Dean y tiene uno que otro moretón en su rostro pero se ve que son antiguos, mientras ellos suben las maletas al auto yo me encuentro con las niñas, Irina y Meiling en la sala.

—Por favor díganme que alguna de ustedes agarró el arma que estaba en mi mesa de noche —les susurré.

Las dos se miran y niegan al mismo tiempo, Irina palidece inmediatamente supo que el arma ha desaparecido y Meiling por su parte coloca cara de preocupación.

—¿Y si le preguntas al abuelo? —me preguntó Irina.

—No estamos en buenos términos, sinceramente ni siquiera deseo verlo —dije agarrando a las niñas para llevarlas afuera ya que los dos hombres gritaron al tiempo "el que se quedó se quedó".

—Pues si él lo tiene no me preocupo y si lo tiene Marta... no sé qué vaya a pasar.

—De verdad ruego por que no la tenga ella —dije mientras le sostengo la puerta del auto a las niñas para que entraran.

Entro al auto junto con mis hijas mientras Meiling va con Irina y James ya que escuchó su conversación sobre tener hijos y quiere aconsejarlos con sus tips para embarazarse, en definitiva una conversación que no quiero escuchar, mis suegros por su parte van en su auto frente a nosotros para escoltarnos mientras que James irá atrás.

—Nos separaremos de ellos —dijo Dean mientras encendía el auto—. Llegaremos al pueblo para que un médico te revise y de paso que las niñas coman algo ¿Te parece, cariño?

—Me parece perfecto —le respondí colocándome el cinturón—, niñas, ya saben la rutina —dije mirándolas para que se coloquen el cinturón.

—Lo haré si papá lo hace —dijo Anastasia.

Miro a Dean quien efectivamente no tiene el cinturón puesto, lo miro con la ceja levantada y cruzo mis brazos para mostrar mi impaciencia, él agarra el cinturón de mala gana y se lo cruza, en el momento en que suena el seguro relajo mi rostro, Anastasia al escuchar el sonido hace lo mismo y sin más tardar el auto arranca, las niñas cantan canciones de Disney mientras que yo me concentro en no quedarme dormida ya que es algo incómodo con el embarazo, después de tres largas horas llegamos al pueblo, las niñas aún se encuentran algo resfriadas por lo que se quedaron dormidas cubiertas por una manta.

—¿Ya hablaste con el doctor? —pregunté mientras me quito el cinturón.

—Sabes que siempre trato de ir un paso adelante cariño —dijo él bajándose del auto.

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora