capitulo 65

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—¿Y no crees puede ser su madre? —dijo una de las chicas.

—¿Soñar con su madre? eso es muy extraño.

—Yo escuché por ahí que estaba casado ¿No será su ex esposa?

—Entonces probablemente todavía la ame.

En ese momento decido ignorar esa conversación, Dean no me ama y considero eso una estupidez, nada me garantiza que de verdad diga mi nombre ¿Y si solo balbucea algo parecido a mi nombre? saco todos esos pensamientos de mi cabeza y sigo caminando por el lugar, hay un momento en que la muchedumbre ya no me permite dar un paso más, me empino intentando observar mejor y logro ver una cabellera rubia conocida, como puedo me abro paso y camino hacia ese chico que me bloqueo el otro día, cuando estoy detrás de él carraspeo para llamar su atención, el tipo se da la vuelta mirando mal pero después sonríe.

—No te rindes ¿Cierto? —preguntó girándose hacia mí.

—Sé que esta acá, solo dime donde está —le pedí cruzando los brazos.

—Mira zorrita —se acercó demasiado a mí, casi puedo percibir el olor a alcohol de su boca—. Ríndete de una maldita vez, Dean ya no te quiere.

—¡Me importa un bledo si me quiere o no! solo necesito decirle algo y ya.

—¡¿Pero que le ven a ese tipo?! —gritó el tipo completamente frustrado alejándose de mí—. Todas estas malditas mueren por ese idiota como si fuera un dios.

—Yo no muero por Dean —musité con firmeza.

—¿En serio? demuéstralo —agarró mi brazo para apretarme a su cuerpo pero rápidamente lo empujo.

—No tengo porque demostrarte nada —le mascullé para después alejarme de él.

—Oye espera aquí —me vuelve a agarrar del brazo con mas fuerza.

—¡Suéltame! —grité golpeando su mano, en este momento solo extraño mi arma.

Siento una mano en mi cintura y después un tirón provocando que mi cuerpo pase a ser cubierto por otro, veo al rubio en el suelo limpiando la sangre de su nariz y colocándose de pie lentamente.

—¡¿Qué diablos Dean?! —gritó el hombre.

—¡No la vuelvas a tocar! —gritó Dean con rabia.

El rubio se va desapareciendo entre la multitud, Dean retrocede y me mira fijamente, después hace algo algo que yo esperaba, me besa en la boca, y otra vez esa sensación de mariposas en el estomago me domina haciéndome erizar, una de sus manos se coloca en mi cintura y la otra en mi cabeza impidiéndome zafarme de su agarre, cuando me separo Dean me mira y yo caigo en cuenta de lo que había pasado, rápidamente lo empujo alejándolo de mí.

—¿Po—por qué hiciste eso? —pregunté esquivando su mirada.

—Solo quise hacerlo, y ya —se intentó acercar a mí pero lo detengo—. ¿Qué haces aquí? pensé que nos encontraríamos el lunes.

—Tu padre quiere que regreses a casa ya —dije mirándolo.

—No puedo volver ya.

—Él esta preocupado —lo agarré del brazo para alejarlo de la multitud acercándolo al acantilado—.  De que menciones algo sobre el negocio familiar al igual que los jefes —le susurré mirando hacia todos lados.

—¿Acaso mi padre cree que soy estúpido? nunca haría algo que afecte al negocio familiar.

—Solo... no lo sé, llámalo o algo, él quiere saber en que lio estas metido y sinceramente yo también.

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora