capitulo 28

3.7K 306 7
                                    

Cierro la puerta de la camioneta y me subo al auto con Irina, los autos se separan y siento ese vacío en el estómago, extrañaba a mi esposo, no quería separarme de él, mientras llegamos a la casa le cuento a Irina lo que pasará y se alegró demasiado de que Dean no se enojara y al contrario le gustara mi plan, cuando llegamos a casa me siento contenta y relajada a pesar de todo, agarro las camas de las niñas y las uno para dormir con ellas, dormir con mis hijas a cada lado de mí me recuerda a los viejos tiempos, cierro mis ojos lentamente y me dejo llevar por el sueño.

A la mañana siguiente voy a ver a mi bebé, se ve cada vez más hermoso, tiene sus cachetes más grandes y esta más gordito, pude pasearlo por el hospital junto con una enfermera y eso me emociono demasiado, comencé a llorar, Irina por fin pudo cargarlo y después de entregármelo comenzó a grabarme con el bebé, después de alimentarlo se lo entregue a la enfermera y salimos del hospital, pero antes de cruzar la puerta Jack nos detiene.

—Necesito hablar con ella —dijo señalándome.

—Te espero afuera —dijo Irina mirándolo de mala manera.

Caminamos hacia una zona restringida y se apoya contra la pared.

—Me debes algo —dijo mientras enciende un cigarrillo.

—Sabes que no debes fumar acá ¿Cierto? —le pregunté apoyándome a la otra pared.

—No hay nada incendiario acá —dijo como si nada.

—Te daré la dirección si me firmas algo.

—¿Qué? —preguntó serio.

—Un acuerdo, te doy la dirección a cambio de que dejes en paz a mi familia y a los miembros del cartel, eso incluye a mis suegros, mi cuñado...

—Me parece bien —se sacó el cigarrillo de la boca—. Pero una vez que cumplamos con el trato ese documento desaparecerá ¿Bien?

—Eso depende de ti —me crucé de brazos—. ¿Estarás aquí en la tarde?

Jack negó con la cabeza.

—¿Mañana?

—Creo.

—¿Crees? —pregunté con el ceño fruncido.

—Tengo otros trabajos.

—Eso no parecía cuando te quedabas a vigilar mi habitación todo el día.

Jack me mira fijamente, casi como retándome pero no cedo.

—Bien, mañana en la mañana vengo por eso.

—Bien —empecé a caminar.

Salgo del lugar y me encuentro a Irina sentada frente al paradero de taxis, subimos al auto pero en vez de conducir a la casa se desvía para ir al centro comercial.

—¿A dónde vamos? —pregunté algo confundida.

—Necesitamos vestidos para la fiesta —dijo mientras daba la vuelta—. Dean dio la orden de hacerte lucir como la mujer más bella de ese día así que hay mucho que hacer.

—¡Oye! —le di un suave golpe en el hombro.

—¡¿Qué?! Tuviste un bebé y hace mucho no te haces tratamiento facial, lo necesitas nena.

—Lo necesitamos, me escuchas, lo necesitamos —dije sin dejar de reír.

—Primero nos arreglaremos el cabello, no se el tuyo pero el mío está asqueroso.

—Eso si —miré el mío en el espejo retrovisor—. Y también un...

Ni siquiera pude terminar mi frase, un taxi comienza a golpearnos desde atrás haciéndonos brincar, miramos hacia atrás y hay un hombre, por mi parte no lo reconozco pero al parecer Irina si lo hace ya que su rostro pierde todo el color, al segundo golpe las dos reaccionamos y ella comienza a acelerar el auto obligándome a colocarme el cinturón de seguridad.

fuertes lazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora